LA COCINA DE LA ESCRITURA
Enviado por BOQIANGLI • 9 de Octubre de 2011 • 476 Palabras (2 Páginas) • 1.692 Visitas
“La cocina de la escritura” consta de 15 capítulos con consejos para escribir mejor. Los temas están distribuidos de lo general a lo particular, aunque el epílogo cierra también con generalidades: un Decálogo de la Redacción que sintentiza todo lo dicho en 236 páginas. “Dice lo más esencial, pero reduce la sabiduría a diez frases”, reconoce Cassay.
El capítulo 1, Lección Magistral, es una reflexión sobre la legibilidad y el estilo llano como dos características de cualquier texto bien redactado. También aborda el proceso de composición. En otras palabras, la primera parte trata de “cómo tiene que ser el texto” y “cómo trabaja quien lo escribe”.
Al avanzar al capítulo 2, el lector es invitado a la introspección para descubrir su disposición hacia la escritura, así como el grado de placer o de angustia que experimenta al enfrentarse a una página en blanco. El objetivo es que el aspirante a redactor descubra los conocimientos, las habilidades y las actitudes que posee respecto a la escritura.
En los capítulos 3 y 4, Cassay expone diversas técnicas para arrancar el proceso de escritura, tales como hacer una lluvia de ideas, elaborar mapas mentales y redes conceptuales, investigar el tema que abordaremos y encontrar las palabras clave, entre otras. El siguiente capítulo tiene propuestas para ordernar las ideas que aparecieron con las técnicas mencionadas.
Enseguida, el autor inicia así el capítulo 5: “Ni siquiera las puntuación es tan importante en el texto y al mismo tiempo tan desconocida, como lo es el párrafo”. El lector encontrará, en adelante, las características de un párrafo bien hecho, además de las fallas más comunes a la hora de redactarlo.
La arquitectura de la frase es el tema de los capítulos 6 y 7. Cassay ofrece consejos para que las frases de un texto sean claras, eficaces y atractivas: limitar el uso de las comas, juntar las palabras relacionadas, quitar lo irrelevante, privilegiar los verbos sobre los sustantivos, así como evitar las negaciones y la voz pasiva. Una lista de vicios que empobrecen la prosa está incluída en el capítulo 8.
Con el objetivo de hacer una pausa en la avalancha de conceptos y reglas vertidas en el libro, Cassay diseña, a partir del capítulo 9, ejercicios lúdicos y pone ejemplos de cómo no se debe redactar. Es hasta el apartado 12 cuando el autor retoma los análisis cuantitativo y cualitativo de los textos; en este caso, las unidades a tratar son los signos de puntación.
El nivel de formalidad o informalidad de un texto, los recursos retóricos para enriquecer un escrito, la distrubución gráfica de un artículo y el proceso de revisión de un trabajo son los temas que el lector encontrará en los últimos capítulos.
Para finalizar, Cassay propone un Decálogo de la Redacción “a petición de algunos oyentes y aprendices”, aunque invita a los más diestros a derribarlo, pues
...