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LA CONDUCTA CRIMINAL Y SU PREVENCION


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2016  •  Documentos de Investigación  •  2.254 Palabras (10 Páginas)  •  324 Visitas

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LA CONDUCTA CRIMINAL Y SU PREVENCION

Cristina Rivera Acosta

Contribuciones a la psicología criminológica

7º “A”

Mtra. Rocío Guzmán Cortez


Introducción

Dentro de la psicología, es importante saber que el comportamiento del ser humano es cambiable, se puede modificar y siempre van a ver diversos factores que lo lleven a ser diferente a los demás. Eso se puede ver en el sentido general de la psicología, dentro de la rama de la psicología criminológica el comportamiento del individuo es de vital importancia, cuando este comete alguna conducta antisocial es reprochable para la sociedad y la misma exige justicia, entonces ahí entramos nosotros, al estudio de esas conductas para evitar que se vuelvan a cometer, y sobre todo prevenir nuevas conductas.

El incremento de la violencia a nivel global, así como de los delitos y actos criminales, recibe ya atención prioritaria. Es así como la Convención Anual de Psiquiatría, APA -American Psiquiatric Association-, realizada en Pensilvania en el 2002, estudió la relación de los trastornos mentales con la violencia y la conducta agresiva. (Vol. 53, 1996)

En el siguiente ensayo abordare cuales son los factores que llevan a la conducta humana a cometer las conductas antisociales y sobre todo para mi cual sería la prevención adecuada para dichas conductas.

  1. La conducta humana vista desde la biología

La gran cantidad de estudios para explicar la criminalidad en la perspectiva biológica no es un evento, moda o patrón nuevo. Hoy día las investigaciones giran explorando nuevas, o más específicas, variables que incluyen una variedad enorme de factores físicos tales como los niveles alterados de serotonina, alteraciones en el lóbulo frontal, desorden de déficit de atención, niveles altos de testosterona combinados con niveles bajos de serotonina, el efecto de diversas drogas ingeridas, los efectos de las dietas, el efecto de traumas y accidentes, el efecto de traumas en guerras o eventos de estrés en desastres naturales síndrome post-traumático, problemas cognitivos, el efecto del tabaquismo en la madre sobre los hijos, la predisposición genética, y la relación entre estados emocionales alterados (depresión y ansiedad) y la conducta criminal.

En relación con los criminales más famosos de la historia, tenemos a John Wayne G. que por medio de un traumatismo en el lóbulo frontal tuvo un cambio en su pensamiento y se convirtió en un asesino muy sádico. Alan Rosembaum (1994) realizó un estudio en los que descubre que los traumas cerebrales anteceden cambios de conducta predisponiendo hacia un incremento en violencia. Muchas de estas lesiones fueron adquiridas en la infancia tanto bajo juegos como en accidentes o producto de maltrato infantil. De otra parte, Antonio Damasio (1995) sugiere que daños al lóbulo frontal a nivel de la corteza cerebral puede evitar que la persona pueda formarse evaluaciones de valor positivo o negativo al crear imágenes y representaciones sobre los resultados, repercusiones y consecuencias futuras de acciones al presente creando las bases de ciertas conductas sociopáticas. Estudios de Antoine Bechara (1994) confirman la correlación entre lesiones de la corteza en el lóbulo frontal y conductas peligrosas tales como “hacer daño solo por divertirse”. (macaques, 1995)

Diversos estudios de los archivos generales de psiquiatría confirman que la presencia de trastornos de salud mental incrementa la conducta violenta y antisocial. Estudios en Dinamarca identificaron en 324,401 personas que aquellos que tenían historial de hospitalizaciones psiquiátricas tenían más probabilidad de ser convictos por ofensas criminales (tanto en hombres como en mujeres) en una proporción de 3-11 veces más que aquellos que no tenían historial psiquiátrico. La esquizofrenia, específicamente, aumenta la probabilidad en 8% en hombres y en 6.5 en mujeres. El desorden de personalidad antisocial aumenta la probabilidad en 10% en hombres y 50 en mujeres de conducta homicida. Estudios en EU demuestran que el 80% de los convictos cumpliendo carcel tienen historial psiquiátrico, con historial de abuso de sustancias y conducta antisocial dependiente. (Vol. 53, 1996)

  1. La conducta antisocial y factores sociales

Dentro del área social, se encuentran diversos factores que conllevan a la conducta criminal en ciertas áreas de un país, a esto le llamamos área victimológica, donde los delincuentes saben perfectamente donde se encuentra su víctima ideal; pero para llegar a esto tenemos que analizar los demás factores que llevan al delincuente a delinquir.

Plantea Walker que la persona pobre está sobre-expuesta a limitaciones y frustraciones que les hacen reaccionar de tres formas:

  1. Tratar de lograr las metas y aspiraciones aprendidas socialmente usando medios desviados e ilegítimos, por ejemplo, con la venta de drogas; (macaques, 1995)
  2. Puede reaccionar agresivamente ante la frustración de sus metas no logradas, ejemplo, desahogando su coraje en vandalismo. (Vol. 53, 1996)
  3. Se adaptan a su pobreza con resignación, fatalismo, pasividad, falta de fe hacia su futuro, falta de confianza, entre otras cosas; por ejemplo, viendo el delito pero no haciendo nada por detenerlo. (Vol. 53, 1996)

La Dra. Madeline Román plantea que el crimen es un problema de la estructura social. El estado criminaliza los actos de la población con una lamentable tendencia a hacerlo en mayor proporción con los sectores en pobreza. Entonces tenemos que en vez de prevenir lo que muchas veces hacen es estereotipar aún más las comunidades pobres. Denuncia Román que la única respuesta ha sido aumentar el sistema de control represivo (más cárceles, más delitos, etc.) en vez de bajar y prevenir la conducta y sus causas. La Dra. Román cree que la presencia de un estado asistencial, la desmoralización de la gente, las faltas de una distribución apropiada de los recursos contribuyen a perpetuar la hostilidad, los conflictos y la desigualdad que en algunos individuos puede provocar conducta antisocial como la única vía de salida (Román, 1987)

Para la criminalidad el factor pobreza también es importante porque a mi parece la mayoría de las personas que cometen un delito es por causas de dinero, mayormente de necesidad, esos crímenes son más comunes en México. También contamos con la delincuencia organizada como el mayor crimen que se comete, y entendemos que las personas que están dentro son personas antisociales y los que trabajan como halcones se unen por problemas económicos. Pienso que el delito ocurre porque la sociedad permite, mantiene o fomenta ciertas condiciones de desigualdad al acceso o garantía de satisfacciones mínimas básicas entre los individuos que componen la sociedad, y permite y legitima, de esta forma, la carencia de recursos, dejándoles a estos individuos la posibilidad de optar por estrategias ilegales para conseguir la satisfacción de sus necesidades. Otras posturas culpabilizan a patrones y actitudes modernos como el consumismo. El antropólogo social puertorriqueño, Dr. Seda Bonilla, plantea que “los valores han sido sustituidos de aquellos del bien común y del crecimiento del ser por aquellos que tienen que ver con lo que se tiene materialmente. Es su planteamiento que hemos cambiado la cultura del ser por la cultura del tener. Este cambio ha hecho que la obtención de valores materiales se convierta en una meta superior a otras como la honradez, la sencillez, la humildad, entre otras.” (Vol. 53, 1996)

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