LA ESCUELA ES UNA INSTITUCION QUE ENSEÑA
Enviado por aldyz • 26 de Julio de 2014 • 4.788 Palabras (20 Páginas) • 335 Visitas
La escuela es una institución que enseña, pero debe ser también una organización que aprende. Se suele hablar del currículum de la escuela, o sea, de lo que los alumnos deben aprender, de la forma en que deben aprenderlo y de cómo se va a evaluar lo aprendido; pero no se piensa en el currículum para la escuela, es decir: qu é es lo que la escuela tiene que aprender y por qué, cómo va a poder hacerlo, qué obstáculos existen para que este aprendizaje sea real y cómo se va a comprobar si lo está realizando de una manera efectiva y, si fuera posible, entusiasta. Partiendo de la idiosincrasia de la institución escolar, y en el marco de la cultura neoliberal, el libro ofrece un análisis de lo que debe aprender la escuela, de los obstáculos que dificultan su aprendizaje y de los procesos, generales y concretos, que permitirán alcanzarlo. El autor hace una reflexión sobre el carácter dinámico de la institución, su compromiso social y su apremiante necesidad de adaptarse a los nuevos retos y exigencias. Este planteamiento exige modificaciones en las concepciones sobre la naturaleza y funciones de la institución escolar, en la forma de seleccionar y formar a los profesionales que trabajan en ella y en la manera de organizar la práctica escolar.
LA ESCUELA QUE APRENDE
Miguel Ángel Santos Guerra
"Allá en tiempos muy remotos, un día de los más calurosos del invierno el
Director de la Escuela entró sorpresivamente al aula en que el Grillo daba
a los Grillitos su clase sobre el arte de cantar, precisamente en el
momento de la exposición en que les explicaba que la voz del Grillo era la
mejor y la más bella entre todas las voces, pues se producía mediante el
adecuado frotamiento de las alas contra los costados, en tanto los Pájaros
cantaban tan mal porque se empeñaban en hacerlo con la garganta,
evidentemente el órgano del cuerpo menos indicado para emitir sonidos
dulces y armoniosos.
Al escuchar aquello, el Director, que era un Grillo muy viejo y muy sabio,
asintió varias veces con la cabeza y se retiró, satisfecho de que en la
Escuela todo siguiera como en sus tiempos".
MONTERROSO, Augusto (1997): La oveja negra y otras fábulas. Alfaguara.
Madrid.
La escuela tiene como misión fundamental contribuir a la mejora de la
sociedad a través de la formación de ciudadanos críticos, responsables y
honrados. Sería un problema gravísimo que el sistema educativo fuese en sí
mismo un medio para empeorar éticamente la sociedad. No solamente por lo
que hacen quienes, después de salir con éxito de la escuela, asumen
puestos de responsabilidad en la sociedad, sino por el entramado mismo del
sistema educativo que hace más potentes y profundas las diferencias de
partida. No olvidemos que fueron médicos muy bien formados, ingenieros muy
bien preparados y enfermeras muy bien adiestradas en su oficio, quienes
diseñaron las cámaras de gas en la Segunda Guerra mundial. No se nos puede
ocultar que los grandes triunfadores del sistema educativo, quienes han
llegado a la cúspide del poder, no se muestran obsesionados por reducir la
miseria, la injusticia y la desigualdad. ¿Por qué se habla de éxito del
sistema educativo?
Cada ciudadano tiene que plantearse esta cuestión y, más intensamente,
cada profesional que trabaja en una institución educativa. ¿Qué papel
desempeña la escuela en la formación de los individuos y en la mejora de
la sociedad? ¿A quién beneficia la escuela? ¿Cómo aprende para
transformarse en una escuela mejor? Para responder, hay que ir más allá de
las definiciones, de los propósitos y de los deseos. Hay que trascender la
esfera de las intenciones para llegar al corazón de la práctica. ¿Qué
sucede realmente?
Si nos entregamos a la inercia, es posible que estemos navegando a la
deriva o, lo que es más grave, hacia el abismo. No hay viento favorable
para un barco que va a la deriva. Es preciso preguntarse de manera
constante por el cometido de la escuela, por su papel en la sociedad, porla naturaleza de sus prácticas en una cultura cambiante. Las escuelas
tienen que aprender. Tienen que romper la dinámica obsesiva de la
enseñanza para transformarla en una inquietante interrogación por el
aprendizaje. Por su propio aprendizaje.
La institución escolar ha recibido también la encomienda de enseñar a cada
ciudadano, de formarlos en todas las dimensiones de la persona, para
incorporarlos críticamente a la cultura. La escuela tiene, pues, que
enseñar. Ese es su cometido, esa es su función. Una función compleja y
problemática ya que exige responderse a preguntas nada sencillas: ¿qué
tienen que saber los escolares?, ¿cómo se les puede enseñar?, ¿cómo saber
si lo han aprendido?, ¿cómo adaptarse a cada uno? Para ello se diseña un
curriculum básico que todos comparten y que posteriormente las
instituciones adaptan a las peculiares características, exigencias y
necesidades de los alumnos y alumnas. Se fijan los contenidos, se eligen
los métodos, se realizan evaluaciones, se establecen normas de
funcionamiento destinados al aprendizaje de los alumnos.
Este cometido tiene una cara complementaria, frecuentemente ignorada. La
escuela tiene también que aprender. Tiene que saber dar respuesta a esas
preguntas y, desde luego, añadir otras nuevas: ¿Cómo saber si lo que hace
está alcanzando los fines que pretende?, ¿cómo descubrir nuevos
presupuestos, nuevas exigencias? La historia, la ciencia, el arte, la
filosofía...han avanzado a través de nuevas preguntas o de la
reformulación de las anteriores. Las preguntas sobre el aprendizaje de los
alumnos tienen que completarse con otras sobre el aprendizaje de la
institución: ¿qué tienen que aprender las escuelas?, ¿qué tienen que hacer
para desarrollar adecuadamente la formación?, ¿qué obstáculos existen para
el aprendizaje?, ¿cómo se puede saber si han aprendido?, ¿cómo tienen que
ser para que la tarea que realizan no se convierta en un mensaje
contradictorio con lo que enseñan?
"Al ser las escuelas instituciones de enseñanza, no habría de parecer
descabellado preguntarse cómo aprenden las escuelas, y sin embargo esta
pregunta tan lógica es poco habitual" (San Fabián, 1996: 41).
Se debe hacer un metacurriculum para la escuela. Es decir, un curriculum
con los
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