LA IGUALDAD EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO NACIONAL

LA IGUALDAD EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO NACIONAL.

La Igualdad es un valor supremo que se consagró  a través de los tiempos hasta plasmarse en una realidad social efectiva, pues es impensable considerar en la actualidad una nación que imponga una diferencia en trato igualitario basado en circunstancias étnicas, de sexo, de pensamiento o de credo;  Sin embargo aunque no se conciba este escenario, si existe y se distingue el mismo principalmente en países donde las leyes se constituyen bajo un sistema religioso o fundamentalista, tal es el caso de los países árabe-musulmanes que permiten diferenciar claramente las desigualdades entre hombres y mujeres concediendo privilegios y liberando de gravámenes a hombres en desmedro de las mujeres quienes pasan a tener un papel de ciudadanas carentes de derechos pero sí de muchas obligaciones y sometidas a un régimen implacable, injusto y sancionador en exceso.

Sin embargo la civilización occidental a través de su historia logró derribar los muros de las desigualdades raciales, las desigualdades en razón de género, las de credo e incluso las desigualdades civiles,  las mujeres por ejemplo, antiguamente tenían vetados ciertos derechos como los laborales, civiles y políticos y a través de movimientos feministas y activistas se emanciparon y lograron que una sociedad machista y patriarcal reconozca la importancia de reconocer que el género no distingue capacidades ni limita aptitudes, por lo que estos movimientos consiguieron que las desigualdades de género sean abolidas y se plasmen en las Constituciones de los Estados consagrando la igualdad y equidad en todos sus aspectos.

En el caso de nuestro País, a mediados del siglo pasado, recién nuestras leyes permitieron que las mujeres puedan ejercer derechos que tenían restringidos como son los civiles y políticos en consecuencia lograron que se reconozca su derecho a sufragio y a elegir por voto en elecciones nacionales, asimismo, la sociedad y el Estado les reconoció también una participación en equidad en el campo laboral y académico, en estos movimientos  lucharon y se enfrentaron contra toda forma de discriminación sexual, en el ámbito político lograron tener una participación activa e indistinta, en la actualidad también se consiguió como resultado de esta corriente la participación efectiva de la mujer en igualdad, y es así, que en la conformación de representantes ante la asamblea legislativa plurinacional las mujeres poseen el 50% de los curules en ambas cámaras, asimismo en el poder judicial y en el poder ejecutivo acceden también a la mitad de los puestos jerárquicos en ministerios y Tribunales del órgano judicial plurinacional.

Es importante hasta este punto revisar también que nuestro País, se encuentra suscrito a Tratados y Pactos internacionales en materia de Derechos humanos que obligan al reconocimiento de los derechos en igualdad, Así por ejemplo lo prescribe el art. 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos suscrita en San José de Costa Rica que literalmente dice:

Artículo 24.  Igualdad ante la Ley   Todas las personas son iguales ante la ley.  En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley.

De la misma manera la reciente Constitución Política del Estado consagra:

 artículo 14  I. Todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica con arreglo a las leyes y goza de los derechos reconocidos por esta Constitución, sin distinción alguna.

II.  El estado prohíbe y sanciona toda forma de discriminación fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política o filosófica, estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad, embarazo u otras que tengan por objetivo o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos de toda persona.

Entonces se logró una equidad de género y se desechó el patriarcalismo. Pero, cabe hacer algunos cuestionamientos ante esta igualdad propiamente dicha:

¿La sociedad y las leyes brindan hoy con precisión el ejercicio de todos los derechos en condiciones de igualdad sin discriminación tal cual lo establece la propia Constitución política de nuestro Estado?.

¿Este precepto deberá ser también equitativo en cuanto a lograr una Igualdad Jurídica?.

Sin lugar a dudas como una respuesta inmediata se plantea una afirmación absoluta, empero para lograr una respuesta concreta debemos hacer un análisis con un grado de imparcialidad y siempre dentro del subjetivismo que el Derecho impone.

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