LA INSTALACION DE AIRE ACONDICIONADO COMO ELEMENTO DE UNA POTENCIAL CONTAMINACION EN LA INDUSTRIA FARMACEUTICA
Enviado por SANDRAPECINA • 2 de Octubre de 2011 • 1.629 Palabras (7 Páginas) • 1.796 Visitas
LA INSTALACION DE AIRE ACONDICIONADO COMO ELEMENTO DE UNA
POTENCIAL CONTAMINACION.
Uno de los aspectos quizás menos conocidos en uno de los sistemas críticos de impacto resulta en
que dentro de los sistemas HVAC se tienen potencialmente los mayores riesgos de contaminación.
Para el caso de los sistemas de aire acondicionado esta posibilidad es real y resulta del hecho que en
ellos se presentan más puntos de un probable ingreso de contaminación, que por ejemplo el aire
comprimido y desde luego los sistemas de agua de proceso. Una de las razones más evidentes
resulta de la relativa robustez constructiva de partes como los conductos mismos de transporte del
aire.
Mientras que en los sistemas de aire comprimido o agua es garantizada esa robustez por sistemas
constructivos fuertes; como las uniones con diversos tipos de soldaduras, estas juntas permiten
contar con conductos íntegros y sólidamente unidos; los cuales ya en operación presentan escasas
posibilidades de infiltración de aire ambiente; que al introducirse posibilitan el ingreso de
particulado diverso y aire húmedo que al adherirse a las paredes internas de los conductos, termina
por contaminarlos.
Así mismo la relativamente alta presión dentro de las tuberías sólidas que conducen aire
comprimido o agua hacen muy difícil que se presente esa posibilidad; lo que por ejemplo no sucede
con los conductos de aire acondicionado; en una gran cantidad de instalaciones de aire
acondicionado los ductos metálicos son sujetos de abuso mecánico y con relativa frecuencia los
técnicos literalmente caminan sobre ellos en actividades de servicio y en otras; los mismos
conductos son utilizados cómo mesa de depósito dónde se depositan temporalmente diversos
objetos y aún herramientas.
Como sabemos las juntas de los ductos en aplicaciones de cumplimiento se prueban a relativa
“hermeticidad” y desde luego quedan calificados sus sellos o empaques en todas las uniones
mediante el empleo de materiales especiales para eliminar las fugas de aire o reducir de modo
radical las infiltraciones; en los sistemas de retorno y suministro de aire filtrado mediante pruebas
de fuga o “hermeticidad” normalizadas.
Cuando porciones de aire sucio entran a los conductos por esas juntas se encuentran en presión
negativa (vacío) o positiva; debemos en ciertos casos conocer que los conductos de aire
acondicionado se localizan dentro de áticos o plenos obscuros y sucios permanentemente dónde no
es fácil hacer limpieza y dónde subyace una potencial contaminación, por lo que el aire escapando o
entrando a nuestros sistemas HVAC contaminado con polvo y otros productos se colara a las
superficies internas de los conductos, eventualmente impactando manejadoras, bancos de filtración
y en casos colándose de modo consistente a las áreas altamente sensibles.
Dentro de los ductos una parte de este polvillo se adhiere por estática, sin embargo el flujo de aire
fluyendo en los conductos; produce frecuentes pulsaciones por diferentes razones incluso la
abertura y cierre de puertas dentro de las áreas de producción, así mismo los torbellinos internos
propiciados por el movimiento del aire dentro de los ductos sobre todo dentro de piezas de forma o
cambios de dirección cómo codos, restricciones, expansiones etc.; generan dispersión de partículas
pero propician la acumulación en otras.
La posibilidad de que alguna bacteria, virus o esporas se cuelen montadas en el polvo es real cuando
los sellos y aún las juntas han sido dañados sobre todo en sitios aislados y difíciles de inspeccionar.
A veces el aislamiento térmico que es una colchoneta aislante con una barrera de vapor cubre las
uniones impidiendo verificar si las juntas de algunos ductos continúan íntegras o no.
La limpieza interna de los ductos hasta hoy resulta no absolutamente eficiente puesto que los
medios disponibles para ello resultan no verificables directamente para su limpieza. La inyección y
“barrido” de aire filtrado a presión efectivamente produce un desprendimiento de partículas pero
probablemente no de todas, lo razonable seria un barrido mecánico intenso mediante métodos
convencionales que removera muchas partículas pero probablemente no todas, por ello mejora las
condiciones pero tal vez no nos asegura la limpieza.
Existen comercialmente algunos equipos portables que ozonifican una corriente de aire inyectado
dentro de los conductos y esto resulta muy conveniente sin embargo deberíamos monitorear previo
al reinicio de operaciones de la manejadora de aire, la remoción al 100% del ozono residual. Si se
hace junto con un barrido mecánico previo, podríamos establecer tal vez un procedimiento
estandarizado para aplicar en paros técnicos de servicio mayor.
Sin embargo nunca será posible alcanzar todos los rincones del sistema y su verificación resulta
imposible además habría que desarrollar un procedimiento para la remoción del ozono tal vez no
sea simple y puede resultar un tanto complicado, pero no habría hasta hoy otra forma de limpieza
de esa parte sensible de contaminarse constantemente que presenta el sistema.
Por otro lado aún los filtros absolutos en las manejadoras tienen una penetración de micro partículas
que tarde o temprano se van acumulando dentro de los conductos formando depósitos de finos
sólidos diversos.
Por tal razón este tema deberá ser considerado al diseñar sistemas de conductos que anticipen los
requerimientos para proveer ciertas facilidades de limpieza pero que no signifiquen riesgos
adicionales de integridad de los conductos. La limpieza periódica, las buenas prácticas al diseñarlos,
el cambiar los filtros de los equipos una vez que alcanzaron
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