¡LA LECTURA, OPORTUNIDAD PARA SOÑAR Y CRECER CULTURALMENTE!

¡LA LECTURA,  OPORTUNIDAD PARA SOÑAR Y CRECER CULTURALMENTE!

Queridos alumnos y alumnas del quinto año de la Institución Educativa “San Juan Bautista de la Salle”

Aprendí a escribir y leer aproximadamente a los siete años cuando cursaba el primer grado de primaria en la escuela mixta primaria N°14872, de Santa Teresita – Sullana, con el libro Coquito, gracias a la profesora Rosa Amelia López Ramírez, que con su paciencia y al mismo tiempo rectitud encamino esta gran aventura. No era fácil unir las letras para formar las silabas, ni estas para formar las  palabras, ni las palabras para formar las frases u oraciones. Pero allí estaban mi padre y madre en casa para apoyarme y reforzar mis avances. Los primeros o primeros cuentos infantiles que recuerdo haber escuchado en mi familia son: Caperucita Roja, Los tres chanchitos y el lobo, Blanca Nieves, La cenicienta, El gato con botas, Aladino y la lámpara maravillosa, etc. Estos cuentos o relatos fueron los primeros que leí por mí mismo ya que eran comprados por mis padres para ser llevados al colegio y contados o explicados por ellos en casa antes de saber leer. Lo mejor que me pasaba era deleitarme con sus imágenes que quedaban grabados en mi memoria y soñaba con ellos recreando en mi mente esos mundos maravillosos que pintaban las imágenes y pocas palabras que tenían. Leer y escribir si bien fue una necesidad más que un disfrute natural, fue convirtiéndose en la mejor fuente del saber y que abrió las puertas del conocimiento en mi infancia y niñez.

El relato o historia que más recuerdo en primaria eran “Los burros de Don Tomás”, porque me daba gracia lo tonto que era Don Tomás: había comprado cuatro burros y al  montar uno de regreso a casa,  contaba su carga y solo veía tres. Al llegar a esta le cuenta a su mujer que le falta uno y ella le contesta yo veo cinco, porque no contaba el que montaba. Aquí tendría que mencionar las historias que contábamos cuando nos reuníamos por las noches mis amigos con mi abuela “Lola”, quien nos contaba muchas, pero la que más recuerdo era una de terror llamada: “María Marimacha”, tal vez porque la protagonista de la leyenda tenía mi nombre. Creo que de allí afiance mi capacidad de imaginar cuando alguien contaba estas hermosas historias. Como lo dice el vídeo: “Las palabras esconden historias que nos  hacen soñar” “Nos llevan a mundos lejanos, en el tiempo y espacio”. Eso fue lo que la lectura  hizo en  mí me abrió mundos imaginarios.

En mi educación secundaria, más se estudiaba la parte gramatical, lo poco que se leía era a través de los libros de consulta que teníamos y que fueron regalados por mis primos de Negritos, llevados por mi abuela a casa para que sean de ayuda en nuestros trabajos. Es así que leía las historias, relatos, cuentos y novelas que este consideraba. Entre estos relatos están “Paco Yunque”, Gallinazos sin plumas”, “Las tres jircas”. Al final de la secundaria en el cuarto año leí la novela: “María”, porque teníamos que presentar un trabajo. Esta obra me gustó mucho debido al tema de amor que desarrollaba. Las personas que me motivaron a leer era mi profesora de comunicación Profesora Raquel Sosa, mi abuela que con sus exigencias hacia que me acercara al libro. Recalco las palabras del laureado escritor Mario Vargas Llosa “   "Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado. Casi 70 años después recuerdo con nitidez esa magia de traducir las palabras en imágenes".

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