LA MALA HIERBA.

LA MALA HIERBA

Saber que se puede iniciar como un don nadie y resultar siendo el “jefe” suena tentador. La mala hierba es la evidencia del verdadero inicio de lo que hoy se vive con respecto al tráfico de marihuana y la facilidad de adquirir dinero por medio del mismo, abriéndonos las puertas en un ámbito socio-económico a una sociedad principalmente devastada por una colonización brutal y sin terminar su recuperación de la misma, fue introducida en otra guerra inmediata dejando un mar de muerte y sangre cubriendo la historia y evolución del país, a base de una violencia potenciada con el fin de camuflar tras ella la verdadera y cruda realidad que se vivía en aquella época .

Evidentemente el progreso de algo o de alguien se debe a lo recursivo que se puede llegar a ser, al ingenio que se tenga o al emprendimiento que se lleve a cabo. Las variables de transformación social de la costa se ven claramente evidenciadas en la historia presentada en el libro.

La humildad, los trabajos recursivos, la ayuda del uno al otro son el inicio de todo, ya que todos se ven como iguales, personas que tienen muchas necesidades y se ganan la vida a base de trabajo (lo suficiente para apenas sobrevivir). Cuando llega el progreso, cuando los ingresos mejoran un poco el agradecimiento es grande ya que se tiene un poco más de lo suficiente pero, “al tener más se necesita más” y la propuesta del narcotráfico como adquisición de dinero “fácil” cayo como anillo al dedo, abriendo un mar de dinero con un mínimo de inversión comparándolo con las ganancias era el trabajo perfecto, más sabiendo que el tráfico de licor no era tan rentable.

De esta manera el narcotráfico inicio sus andanzas por La Antillana y, la ambición por el poder trajo increíbles consecuencias sociales tales como: volver amigos en enemigos,  los asesinatos parte de la vida cotidiana, las traiciones pagas con sangre, guerras interminables entre familias, trucos nuevos para engañar al otro, robos entre traficantes, añadiendo el incremento de la corrupción en toda clase de cargos ya que “todo y todos tienen su precio”.

Concluyendo la vida dio un giro total basándose en el dinero principalmente. Convirtiéndose en una sociedad ambiciosa, consumista, adicta y dependiente del dinero donde ya no es cuestión de principio si no de precios, llegando al punto de ser más fácil encontrar una mina de oro que una persona en verdad honesta y honrada.

Y a pesar de que la economía tanto de país como de los habitantes de la antillana mejoro considerablemente con la introducción del negocio de la marihuana ya que desde los campesinos hasta los gobernantes tenían sus labores especificas en este negocio, pero, ¿A qué precio? Perder a la familia  ya que la competencia hará hasta lo imposible por  debilitarle, arriesgar la tranquilidad propia y de los que se encuentran cerca, poner en juego la vida (porque estar en ese negocio es tener un pie en la vida y el otro en la muerte), y terminar con montañas de dinero pero sin con quien conversar porque al fin y al cabo el dinero es el único y fiel amigo, ¿Es acaso justificable?  

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