LA PROSTITUCION Y SU RELACION CON LA CRIMINOLOGIA
Enviado por adexna • 1 de Junio de 2013 • 7.193 Palabras (29 Páginas) • 2.569 Visitas
I.- PROSTITUCION.
1.1.-DEFINICION.
El fenómeno de la prostitución es complejo, y como tal no fácil de definir. Además hay que distinguir la prostitución del comportamiento prostitutivo. La prostitución, como actualmente se concibe, se realiza cuando una persona concede con frecuencia a otros su cuerpo por dinero. Generalmente la ejercen las mujeres, pero también hombres y niños, y las prestaciones sexuales pueden realizarse de forma heterosexual o bien homosexual. La llamada prostitución hospitalaria, o sea la costumbre existente en algunos pueblos primitivos de conceder al huésped la propia mujer, la hija o la sierva, no ha de considerarse prostitución en el sentido comercial del término. Otro tanto hay que decir de la prestación esporádica de la propia mujer a ciertos parientes o compañeros, uso que existía en algunos pueblos e África oriental (y también en otros países), comparable al fus primae noctis de los señores medievales. También la prostitución sagrada, como se indicará luego, ha de distinguirse de la prostitución comercializada. Por comportamiento prostitutivo hay que entender toda explotación del propio cuerpo por intereses no afectivos, como puede ocurrir en personas fáciles a darse para obtener ventajas ocasionales, o en personas obligadas a ceder a los chantajes de quien puede favorecerla en el trabajo o en la carrera. De algún modo entra en nuestro comportamiento prostitutivo el de quien se casa sin motivaciones afectivas, aceptando pasivamente la relación sexual consiguiente.
Entonces la prostitución se define como el acto de participar en actividades sexuales a cambio de dinero o bienes. Aunque esta actividad es llevada a cabo por miembros de ambos sexos, es más a menudo por las mujeres, pero también se aplica a los hombres. El término genérico empleado para referirse a quien la ejerce es prostituto/a.
1.2-ETIMOLOGIA.
El término «prostitución» proviene del latín prostitutio, que tiene el mismo significado que el actual y que a su vez proviene de otro término latino, prostituere, que significa literalmente ‘exhibir para la venta’.
Una versión ampliamente extendida sobre el origen del término, aunque incorrecta, afirma que el término «puta» viene del verbo latino putare, ‘pensar’. Se argumenta que, con la progresiva conquista romana de las antiguas zonas griegas, aumentó la cantidad de esclavos y esclavas de dicho pueblo. Al ver los romanos que las mujeres (a las que al parecer usaban mayoritariamente como prostitutas) eran conocedoras de la ciencia y la política, las calificaron como pensadoras o, en latín, putas. Aunque no deja de tener cierto encanto, esta versión contradice la propia historia de Roma, que no sometió a las ciudades-estado griegas a una conquista súbita, sino a una progresiva absorción.
Por otra parte, aunque en la Grecia clásica las hetairas tenían gran preeminencia, en general el papel de la mujer en la cultura griega era muy secundario. Además, prostitutio y putare no tienen raíces comunes.
Puta, como equivalente de «prostituta», se debe tan sólo a una contracción vulgar del término original. Curiosamente existía en el panteón romano una diosa menor de la agricultura llamada Puta, aunque es pura coincidencia. En este contexto, «puta» es un vulgarismo relativamente moderno, desconocido para los romanos.
1.3.-TERMINOLOGIA.
A lo largo de la historia ha existido una gran cantidad de términos tanto para referirse a la prostitución como a las personas que la practican, a los clientes, a los lugares y a las actividades relacionadas. Los distintos países de habla hispana usan distintos términos coloquiales como sinónimo de prostituta, con mayor o menor carga negativa, existiendo una gran cantidad de términos en cada variante dialectal del español, algunos empleados históricamente, y otros aún en uso.
El término coloquial más extendido en los países de habla hispana para referirse a una prostituta es puta, palabra que conlleva una fuerte connotación despectiva. De hecho, y debido a que suele emplearse como insulto, su uso ha sobrepasado el de la descripción de una profesión, y en muchos países se usa para adjetivar de forma grosera otro elemento, al estilo del término inglés fucking.
Otros términos actuales o históricos para referirse a las prostitutas de sexo femenino son "dama de compañía", "cortesana", meretriz, cuero, loba, puta, pupila, mujerzuela, zorra...
El término «loba» como equivalencia de «prostituta» viene de los ritos producidos en febrero en honor al dios Fauno Luperco. Eran llamadas lobas u originalmente lupas las que ejercían la prostitución sagrada con los sacerdotes de este dios, los luperci, en el Ara Máxima. De aquí deriva también «lupanar», que se emplea para referirse al prostíbulo (burdel o «casa de citas», es decir, el sitio al que llegan el cliente a pagar por los servicios de una prostituta).
En el caso de los hombres se les puede denominar «prostituto», «chichifo», «chulo» o «gigoló». En España el término «puto», aunque inusual, mantiene su significado original de «prostituto masculino», pero en Iberoamérica se usa normalmente para referirse en sentido homofóbico a cualquier varón homosexual, no necesariamente al varón que presta servicios sexuales a cambio de dinero. En España se usa también la palabra chapero para describir al prostituto joven y gay.
1.4.-POR QUE EXISTE LA PROSTITUCION.
La prostitución y tráfico de mujeres supone la existencia de una demanda de mujeres y menores, sobre todo niñas para su utilización como objeto sexual. Como otras formas de violencia contra la mujer, la explotación sexual de mujeres es un fenómeno específico de género; la abrumadora mayoría de víctimas son mujeres y niñas, mientras que los consumidores, traficantes y proxenetas son habitualmente hombres.
Si los hombres no considerasen como un derecho evidente la compra y explotación sexual de mujeres y menores, la prostitución y el tráfico no existirían. Los países donde el progreso ha significado una mejora del estatus de la mujer y de las condiciones en que viven, es decir, en sociedades donde las mujeres y las niñas, tienen garantizados derechos políticos básicos, acceso a trabajos, educación y un nivel de vida aceptable, esto es, donde tienen más alternativas son mucho menos vulnerables. Los traficantes de seres humanos y proxenetas se aprovechan de la subordinación económica, social y legal de mujeres y menores.
¿Qué persona en sus cabales animaría a una mujer joven a “formarse” en esa actividad comercial? ¿Por qué se presta tanta atención a fomentar el “comercio” y no se hace nada para ayudar a las mujeres a salir de él? Porque es mucho más fácil creer que esas mujeres son prostitutas
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