LA RELACIÓN TUTORA Y LA CONFORMACIÓN DE LA COMUNIDAD DE APRENDIZAJE

La relación tutora y la conformación de la comunidad de aprendizaje.

LEC: Pedro Temich Texna

Nivel: Avanzado.

Modalidad: Secundaria Comunitaria.

Los Morritos (Agua Nacida), Catemaco, a 13 de septiembre del 2018.

PRESENTACIÓN

En nuestro quehacer docente hay numerosas experiencias que debemos compartir para mejorar nuestro proceso educativo, un proceso que se hace necesario plasmar por escrito, y no sólo para recordarlo, sino para valorar sus avances, sus alcances y, sobre todo, porque es importante tener claridad en cuanto a la direccionalidad que toda experiencia educativa debe tener. Es por ello que comparto mi experiencia. Actualmente atiendo un grupo de nivel avanzado conformado por 14 alumnos, 6 alumnos de primero, 4 de segundo y 4 de tercero; cada uno con diferentes características de aprendizaje. En general, les gusta estudiar, son muy atentos, muestran iniciativa, aunque en ocasiones el bajo rendimiento de algunos alumnos se hace notable.

En lo que respecta a las ocupaciones de los habitantes, los hombres se dedican a la ordeña y al campo, y las señoras son amas de casa. Cuando se les solicita apoyo para sus hijos, acuden y se preocupan por el avance de ellos.

Algunas de las estrategias que me apoyaron para conformar la red de aprendizaje fueron: motivar a los alumnos para participar en el nuevo modelo, seleccionar a los alumnos a través de un diagnóstico para participar como tutores, darles tutoría personalizada en donde se preparaban para ser tutores, seleccionar los estudiantes

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para cada tutor y dar acompañamiento diario a los tutores para seguir fortaleciendo sus habilidades para tutorar.

Con los padres, la tutoría se dio a partir del interés de cada uno por aprender y se estableció un rol de participación. Estudiaban una unidad por la tarde, para vivir la experiencia de aprender en tutoría. Al principio sólo eran tres padres, pero poco a poco se fueron sumando, externando que fue de su agrado, y que tendrían más herramientas para apoyar a sus hijos, además de que observaron una mejoría notable con los educandos en la forma de redactar y expresarse.

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CONTEXTO DE LA SITUACIÓN

Cuando inició la implementación del modelo yo atendía Primaria y tenía a mi cargo a 14 alumnos. Mis alumnos trabajaban sólo si les daba indicaciones; pocas veces hacían las actividades de manera independiente. Tenía que revisarles todo lo que hacían, se les complicaba hacer las actividades que marcaban los libros de texto o los MIC, y como se les complicaba, no lo hacían o lo hacían de manera superficial. Entonces para mí era volverlo a trabajar y eso hacía que yo trabajara doble, porque parecía que ellos no hacían nada, mientras no estuviera con ellos, y en lo que respecta a la lectura y escritura no lo hacían, aunque lo marcaran las actividades.

En este ciclo escolar atiendo un grupo de secundaria y aunque los alumnos ya habían trabajado con el modelo, se les complicaba realizar el RPA y mantener el diálogo con los estudiantes sobre todo los alumnos de primero y segundo de secundaria.

En cuanto a los padres de familia, en ocasiones sólo se interesaban en que sus hijos fueran a la escuela y que aprendieran a leer y escribir y ni siquiera sabían qué estudiaban sus hijos en clase.

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RELATO DE LO OCURRIDO

Si hubiese algo que me gustaría compartir y que ha marcado mi vida, sin duda, es la experiencia que he tenido de aprender a aprender, ya que es impresionante la manera en la que se da el aprendizaje a partir del modelo ABCD.

Estaba por cerrar el ciclo escolar 2015-2016, cuando tuve la experiencia de que los Coordinadores Académicos nos capacitaran con la estrategia ABD. Ahí me resultó interesante la propuesta. Pero cuando me dijeron que también se tenía que trabajar con los alumnos pensé que no se iba a poder y mis primeras interrogantes fueron ¿cómo un alumno puede dar tutoría?, ¿será que funcione?, si un alumno tiene dificultades ¿cómo puede ser que dé tutoría a otro alumno?, ¿cómo voy a trabajarlo o a darle seguimiento? En ese momento no pensé ni cómo se iba a evaluar, sólo pensaba que mis alumnos no iban a poder y qué iba yo a hacer, pero motivado por los coordinadores académicos y acompañado por los asistentes educativos inicié el trabajo con mis alumnos.

A continuación, voy a relatar lo que pasó con mis alumnos desde primaria hasta secundaria.

Oferta de temas

Estaba por cerrar el ciclo escolar 2015-2016 cuando inicie poniendo en práctica en su momento la estrategia ABC (Aprendizaje Basado en la Colaboración), en mi grupo de primaria. Como no había Unidades de Aprendizaje Autónomo (UAA) adapte los últimos temas que abordaba el Manual del Instructor Comunitario (MIC), con actividades secuenciadas para trabajarlas como una unidad de aprendizaje. Pensé que iba ser fácil, pero no pude adaptar los contenidos de matemáticas porque eran diferentes para cada nivel, por lo que tuve que trabajarlos por nivel. En este

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momento no había oferta de temas, los asigne por orden de acuerdo a lo que establecía el MIC.

A partir de que se contó con algunos ejemplos de UAA, recuerdo que a mi comunidad llegó la UAA del Universo y otra de ciencias naturales que en este momento no recuerdo. Entonces, la asigné para todos los niños, pero elegí algunos tutores que la ofertaran. En ese momento, sólo daban a conocer el nombre de la UAA y el campo al que pertenecían.

Pasado los meses, tuve la oportunidad de realizar una oferta de más de dos UAA del mismo campo. Cuando consideré que mi grupo de alumnos tenían más habilidades de adaptación al modelo y de organización grupal, me atreví a ofertar UAA de diferente campo.

Actualmente, en secundaría se están ofertando más de 5 UAA al mismo tiempo con apoyo de los alumnos que fungen como tutores, con miras a ofertar hasta 6 UAA, con la finalidad de que haya un estudiante o máximo dos con cada tutor, de tal manera que la tutoría pueda darse uno a uno.

Preparación de alumnos tutores

Sabía que tenía que apoyarme de mis alumnos para desarrollar las UAA, porque yo solo no podía, y aunque nos habían dado alternativas de que uno podía trabajar con un alumno y el resto iniciaba con la UAA de manera autónoma, para mí no era satisfactoria esa propuesta, pues yo requería que mis alumnos tuvieran una atención más directa.

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Lo primero que hice fue organizar mi grupo en dos equipos, uno con los alumnos que sabían más contenidos y que supieran leer y escribir y el otro con los alumnos que les costaba lo antes mencionado. Una vez llevado a la práctica, fue frustrante ver que no me funcionaba porque me di cuenta que los niños sabían contenidos, pero de su nivel y eso representaba una dificultad, porque un niño de tercero no podía

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