LA VEJEZ COMO EXCEPCIÓN EN LA LEY DEL IMPULSO CEREBRAL DE SOLANGE PELLAT.
Enviado por irkhen • 15 de Enero de 2017 • Apuntes • 2.100 Palabras (9 Páginas) • 433 Visitas
LA VEJEZ COMO EXCEPCIÓN EN LA LEY DEL IMPULSO CEREBRAL DE SOLANGE PELLAT.
René Martínez Olivarez.
Centro Libre de Estudios Universitarios
Campus Puebla.
ius05 @prodigy.net.mx
Resumen
La grafoscopía trata de la identificación de la escritura manuscrita por medio de técnicas fundamentadas en la observación de sus características constitutivas, estructurales, morfológicas y particularismos de detalle, sus fundamentos se basan en las llamadas Leyes de la Escritura o Principios Generales que diversos autores han ido estableciendo. Entre ellos Solange Pellat formulando cinco leyes, de las cuales únicamente vamos a tomar en la primera de ellas: Ley del impulso cerebral.- “El gesto gráfico está sometido a la influencia inmediata del cerebro. El órgano que escribe no modifica la forma de aquel si funciona normalmente y está lo bastante adaptado a su función”. Si el cerebro es el que ordena al momento de escribir durante la vida promedio de una persona sin patologías, a cierta edad el cerebro se va atrofiando, pero esto será causa para que se modifique la escritura; partiendo de la primera ley y con los avances tecnológicos, estudios y descubrimientos en el ámbito de la medicina moderna podrá seguir imperando esta ley en el sentido de que si el cerebro funciona normalmente y adaptado a su función no haya cambios en las escrituras de los individuos; determinando que sí hay variación en la escritura de una persona considerada como adulta, aun cuando su cerebro se encuentra en funciones naturales normales, lográndose lo anterior con los nuevos avances en la rama de la medicina.
Palabras clave: Geriatría, grafoscopía, vejez, funcionamiento del cerebro, sistema nervioso
Introducción
Todo ser humano nace, se desarrolla y en condiciones normales envejece, llega a padecer con el transcurso del tiempo un conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas, que modifican el normal funcionamiento de todo el organismo, disminuyendo las capacidades adquiridas durante toda la vida, con procesos secuenciales de deterioro de sus correspondientes funciones.
El envejecimiento es un proceso que posee características específicas, especialmente en el funcionamiento cognitivo, que se fundamentan en el cambio o alteraciones generales, que además de atrapar al resto del cuerpo, modifica el funcionamiento del cerebro, aportando cambios importantes y muchos de ellos demostrados con sólo observar la conducta del individuo.
En tales condiciones pasaremos a tocar el punto en relación con la escritura, si el envejecimiento es regla general para que un individuo pueda cambiar su escritura, en todo caso a qué edad se puede considerar una persona senil, como se manifestó anteriormente, este transcurso del ser humano modifica el funcionamiento del cerebro y por ende el resto de su cuerpo.
El Diccionario de la Lengua Española en su vigésima segunda edición, define al viejo del latín vulgar v clus como aquella persona de edad y agrega que puede entenderse que es viejo cuando se cumplen 70 años.[1]
Dentro del libro le Geriatría de Luis Miguel Gutiérrez Robledo, plasma a Ybáñez definiendo la vejez como “aquella etapa de la vida en donde comienzan hacerse manifiesta la pérdida o disminución paulatina de capacidades que permiten al individuo adaptarse a las condiciones cambiantes de su entorno”. [2]
Estos dos puntos de vista en relación a la vejez pudieran considerarse sustentables, sin embargo, la última definición sería la más común y la que soportaría la teoría de la evolución que desde los primeros años de formación académica nos enseñan. Si al haber un cambio en las capacidades del adulto mayor, éstas se pueden extender esencialmente a su escritura por el hecho de que el cerebro que es el órgano que da la orden a la parte del cuerpo con la que se pretende escribir, que comúnmente son las extremidades superiores, si el ser humano envejece a cierta edad, ¿es posible que su cerebro lo haga al mismo ritmo?
Tenemos entonces una de las leyes de la escritura: Ley del impulso cerebral, que es el gesto gráfico está sometido a la influencia inmediata del cerebro. El órgano que escribe no modifica la forma de aquél si funciona normalmente y está adaptado a su función.
La mayoría de autores en la especialidad de geriatría consideran que principalmente la característica de la vejez es debido al desgaste del aparato locomotor, pero Velayos considera que también pueden tener una causa cerebral, ya que hay disminución, con el tiempo, del número de neuronas de los centros encefálicos del control motor. Así, la marcha del anciano suele ser lenta en varios aspectos, lo que se suele observar a partir de los 65 años, dependiendo lógicamente de cada individuo, presentando algunos ancianos temblores.[3]
Como hemos visto, hasta el momento tenemos dos rangos de edades en donde se considera que una persona llega a la vejez y la medicina sostiene que el cerebro sufre un atrofio y por tal circunstancia las reacciones del cuerpo también lo hacen.
Considerando que la medicina es una ciencia exacta, no estamos muy lejanos en decir que la vejez si es un fenómeno que puede influir de manera involuntaria a la modificación de la escritura de una persona considerada como adulto mayor. Pero entonces qué pasa con las personas de una edad aproximada a los 65 años que realizan ejercicios, es decir, tiene una condición atlética, en algún momento empezará a sentir la declinación en la capacidad motora, entonces no es regla que siendo una persona anciana haya una disminución en el orden neurológico para que el cerebro pueda dar una orden errónea (por su envejecimiento) y modificar la escritura.
Tomando de nueva cuenta al anciano dentro de la grafosocpía, como peritos no podemos determinar dentro de un dictamen tratándose de muestras escriturales de una persona senil, si éste las modificó por el sólo hecho de ser una persona adulta, ya que eso no nos corresponde hacerlo, sino que es la medicina o un especialista en esta misma para que evalué las alteraciones en los trastornos motores, cognitivos, sensoriales o sensitivos, decidiendo si son parte del envejecimiento normal o de algo patológico.[4]
Vemos entonces que antes de efectuar un dictamen en donde el autor de la escritura sea una persona senil, resulta fundamental realizar un análisis exhaustivo del material escrito considerando los antecedentes personales del autor, es decir, la evolución que pueda presentar de acuerdo al paso del tiempo, qué funciones cognoscitivas se han visto afectadas y en su caso solicitar colaboración a la ciencia médica.
El envejecimiento
Se ha considerado que el envejecimiento es un proceso multifactorial, (biológico, psicoespiritual, social), pero fundamentalmente biológico. La importancia genética en la regulación del envejecimiento biológico es demostrada por la longevidad característica para cada especie.
...