LA ÉTICA EN LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO
Enviado por Carolina Rozo • 16 de Septiembre de 2016 • Ensayo • 1.198 Palabras (5 Páginas) • 442 Visitas
LA ÉTICA EN LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO
Sin duda, las nuevas tecnologías transformaron notoriamente los procesos de interacción entre los individuos. La época actual evidencia una transición en la que ofrece posibilidades a través de la virtualidad, permitiendo a quienes acceden a estas herramientas una participación activa en los intercambios de experiencias y saberes.
Sin embargo, parece que la llegada de dichas herramientas sobrepasa la reflexión sobre un uso coherente y sensato en la producción de conocimiento. La información fluye rápidamente, y apenas si deja tiempo a los usuarios de profundizar y construir; y el proceso de intercambio se convierte en una constante réplica del mismo mensaje. Esta discusión, podría llegarse a pensar, aplica únicamente para las plataformas digitales (de aparente carácter informal) como páginas web, blogs, redes sociales, entre otras, pero increíblemente, es un tema fundamental en la producción de conocimiento en la academia.
Una creciente cultura del copy-paste ejemplifica las lógicas que muchos de los estudiantes están haciendo uso. Es decir, la mirada de la educación como una simple satisfacción de exigencias, y no como una oportunidad de construir búsquedas a través de incógnitas colectivas, y respuestas críticas. Es allí, precisamente, donde el papel de la ética toma una relevancia fundamental en la discusión sobre el enfoque que muchos estudiantes están tomando frente a la educación.
Éticamente, estos facilismos adquiridos por el estudiante, se ejemplifican como egoísmo, o una aplicación errada de las buenas prácticas para la sociedad. El dominio del interés individual, que satisface exigencias muy breves. Savater (1991), recalca la relevancia de la responsabilidad individual en la construcción colectiva: “todos los intereses que puedas tener son relativos (…) salvo un interés, el único interés absoluto: el interés de ser humano entre los humanos, de dar y recibir el trato de humanidad sin el que no puede haber «buena vida».” (p.43)
El plagio, es precisamente, una práctica que abandona cualquier aplicación de la ética, y propone la satisfacción de los deseos personales, sobre los generales. La relación de esa práctica individual, no parece aislada si se revisa la definición que ofrece Adela Cortina (2001):
A menudo se utiliza la palaba ética como sinónimo de lo que anteriormente hemos llamado la moral, es decir, ese conjunto de principios, normas, preceptos, y valores que rigen la vida de los pueblos y de los individuos. La palabra ética, procede del griego ethos, que significaba originalmente morada, lugar en donde vivimos, pero posteriormente a significar el carácter, el modo de ser que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de la vida. Por su parte, el término moral, procede del latín mos, moris, que originalmente significaba costumbre, pero que luego paso a significar también carácter o modo de ser. De este modo, ética y moral, confluyen etimológicamente en un significado casi idéntico: todo aquello que se refiere al modo de ser o carácter adquirido como resultado de poner en práctica una costumbre o hábitos considerados buenos. (p. 46)
Es decir, que esa práctica, aparentemente individual, podría ser el reflejo de una conciencia general, de una costumbre generalizada en la sociedad. Esto tiene que ver también con el modelo educativo de la actualidad. Una mirada enfocada en la réplica de saberes (de igual manera, y como se mencionaba anteriormente, que en las plataformas digitales), y no en la reflexión sobre la utilidad y veracidad de dicho saberes.
Por supuesto que esta problemática permea distintos estamentos de la sociedad, e incluso muchos casos que han afectado las publicaciones científicas han tenido resonancia en el ámbito internacional. La discusión, tiene que ver que con reflexionar sobre el curso del conocimiento; su utilidad aparente, sin la concienciación de las implicaciones que tienen sobre la sociedad.
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