LECCION MAGISTRAL

INTRODUCCIÓN

La imagen de un docente, situado frente a un grupo variable de estudiantes que toman nota o simplemente le escuchan puede representar una idea generalizada cuando pensamos en una clase en la universidad.

La clase magistral o método expositivo por parte del profesor representa uno de los modelos de enseñanza en el aula de mayor incidencia en la enseñanza superior.

Desde la época en la que desde las primeras universidades medievales los profesores leían sus propias notas y manuscritos, la lección magistral ha sobrevivido en la universidad, siendo su presencia todavía dominante.

La Clase Magistral, “Como método de enseñanza, nació con la misma universidad,...”, y que a través de la historia ha recibido muchas críticas debido a que es un modelo de enseñanza cuyo fin es transmitir unos conocimientos a un grupo masivo de alumnos que en forma pasiva escuchan y toman notas, es decir, la actividad principal está en la acción que desarrolla el docente, quien es el que despliega el mayor esfuerzo por hacer que los alumnos entiendan o comprendan un tema determinado; la receptividad le corresponde al alumno cuyo esfuerzo es tomar nota lo más clara y precisa de lo que el profesor o docente está tratando en su disertación. Se trata, pues, de un enseñar y mostrar conceptos a un auditorio de estudiantes.

La “lección o clase magistral” es ciertamente una de las técnicas docentes más conocidas y más utilizadas en la enseñanza universitaria de todo el mundo. Por lo recargado de los programas y por la masificación aún existente en nuestras aulas no son utilizadas con la frecuencia que sería conveniente otras técnicas como el seminario, el taller o la tutoría dirigida. A pesar de las indudables ventajas que tiene la lección magistral, en especial cuando los grupos de alumnos son muy grandes, es preciso encontrar fórmulas que superen la mayor carencia de esta técnica didáctica: la interacción cara a cara de alumno y profesor.

CAPITULO I

CLASE MAGISTRAL

1.- Concepto.- Entenderemos por lección magistral el modelo de desarrollo de clase en el que el docente lleva el mayor peso del discurso, donde la información y la organización de ideas, contenidos, etc. descansan fundamentalmente en la exposición verbal por parte del profesor.

Se trata básicamente de una forma de comunicación predominantemente unidireccional, aunque es deseable que el estudiante no adopte exclusivamente el papel de oyente pasivo, tomando apuntes o escuchando, sino que se incorporen formas de interacción en la clase, planteando cuestiones, solicitando opiniones, etc… Así como resulta a veces motivador el hecho de utilizar determinados medios didácticos, más allá de la pizarra, tales como las transparencias, diapositivas, vídeo, etc…

Es, “un tiempo de enseñanza ocupado entera o principalmente por la exposición continua de un conferenciante. Los estudiantes pueden tener la oportunidad de preguntar o participar en una pequeña discusión pero, por lo general, no hacen otra cosa que escuchar y tomar nota.

2.- Pervivencia y presencia de la clase magistral en el aula universitaria

Se pueden dar muchas razones para este fenómeno, algunas de carácter pedagógico y otras de carácter logístico:

Para muchos profesores se trata de la mejor forma de transmitir información dando relevancia a conceptos, principios, teorías, etc., constituyéndose en la forma más eficaz de transmisión de información, en la medida en que, a diferencia del texto escrito, el profesor puede incidir especialmente en determinadas ideas o conceptos que se consideren importantes. Puede preguntar, poner ejemplos, motivar a sus estudiantes, utilizar recursos audiovisuales… todo ello tomando como punto de referencia una exposición que previamente ha estructurado desde la base de unas finalidades precisas.

También es cierto que para otros profesores es la única forma de enseñanza que conocen. Todos los profesores antes han sido estudiantes, y en la medida en que han sido socializados profesionalmente, y de forma dominante, en el método de la clase magistral, esa es la forma de enseñanza que les proporciona mayor seguridad.

En otros casos se asume que la clase magistral constituye la metodología idónea en aulas masificadas.

Por último, para algunos profesores resulta más complicado preparar una clase con utilización de material audiovisual u organizar el trabajo de grupos que el hecho de estructurar una disertación a lo largo del tiempo de clase.

3.- La Eficacia de los Métodos en la Enseñanza Superior:

La eficacia de la lección magistral está en relación con los objetivos que pretende alcanzar. En otras palabras, el cómo enseñar depende de lo que queramos enseñar. Ello quiere decir que la lección magistral no es mejor ni peor que otras formas o métodos de enseñanza, depende de los objetivos que pretende alcanzar y, por supuesto, de cómo se desarrolla en la práctica.

La lección magistral es más eficaz para unos estudiantes que para otros. Un estudiante será capaz de integrar mejor la información recibida en función del estilo de aprendizaje en el que ha sido socializado de forma dominante.

Normalmente los estudiantes necesitados de una menor ambigüedad en la información, estructura clara del contenido, esquemas precisos, etc… son los que sacan un mayor rendimiento de la lección magistral frente a otros métodos como el debate, la discusión dirigida, estudio independiente a través de textos, etc… Resulta fácil encontrar, sobre todo en el primer ciclo de la enseñanza Superior, estudiantes que, provenientes de la enseñanza Secundaria, han acomodado sus estilos de aprendizaje a las formas de enseñanza recibidas; por el contrario, estudiantes acostumbrados a tomar apuntes, al libro de texto como referencia básica y a exámenes centrados en recuerdo de información, demandan apuntes bien estructurados y claros desde la lección magistral.

FITGERALD, planteándose si existe algo peculiar en la lección magistral que justificará su uso como forma de enseñanza universitaria, afirma que, si los estudiantes buscan información, la pueden encontrar en una bibliografía bien abastecida; y que si el acento se pone en la participación y el dialogo con el profesor, son preferibles los seminarios y el sistema tutorial, puesto que la comunicación unilateral de la lección magistral excluye prácticamente la posibilidad de alcanzar estas metas. Sin embargo,

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