LOS 7 DEMONIOS
Enviado por neogenesis01 • 25 de Febrero de 2014 • 10.064 Palabras (41 Páginas) • 301 Visitas
SIETE DEMONIOS DEL EMPRENDIMIENTO EN MÉXICO
69 POR AARON BENITEZ - JULIO 31, 2013 - EMPRENDIMIENTO, UNIVERSITARIOS
Demonio#1:
No es lo mismo nacer en Oaxaca y egresar de la UNAM que ser de California y estudiar en Harvard.
No lo es. Aún el prestigio de la UNAM, el ITESM, el ITAM, la Ibero y demás no es suficiente para acceder a un estatus de élite en la vanguardia del pensamiento filosófico y desarrollo tecnológico del mundo. Esto es así porque el mejor talento siempre va a atraer al mejor talento. Y si el mejor talento está en la Ivy League, es tan sólo normal que los egresados con proyección de nuestras universidades nacionales busquen posgrados en alguna de esas instituciones.
En este momento no existe un CEO de una macro-empresa creada en México que no haya estudiado en el extranjero.
Lo cual no es malo. No se trata de enfocar el asunto con miras patrioteras baratas.
Más que una cuestión de nacionalismo, es una cuestión del entorno. Hay mentes grandiosas en el país, claro.
Pero las mejores del mundo viven fuera de nuestras fronteras.
Cuando las grandes compañías en México se preocupan por incluir seguro médico de gastos mayores y reparto de utilidades a los potenciales nuevos talentos, las empresas de clase mundial que se generan a diario en Silicon Valley ofrecen un menú interminable de comida de chef, cuarto de relajación y videojuegos, bicicletas de quince mil dólares y la posibilidad de trabajar en tu cubículo, en casa o en el Starbucks más cercano si así lo prefieres.
Tú, experto programador egresado con las mejores bendiciones, ¿en qué mundo quieres trabajar?
Demonio #2
Nuestros empresarios más emblemáticos no inspiran.
Carlos Slim es un ejemplo del empresario perfecto de la vieja guardia. Discreto y conservador como es, el ingeniero ha hecho grandes movimientos con su capital y el mundo lo admira por eso. Pero más allá de su fortuna, el mexicano más rico de todos no es capaz de inspirar a las masas. De cada diez comentarios que escuches en la calle sobre él, nueve serán negativos ya sea por la envidia o cualquier derivado similar. Nadie cita una frase de Slim. Nadie comenta sobre los discursos que da. Nadie se vuelve loco con sus presentaciones ante los medios.
Carlos Slim representa perfectamente al mexicano promedio: perfil bajo activado permanentemente.
Cuando Bill Gates se para ante un público, genera olas en internet y en la calle.
Cuando Steve Jobs lo hacía, pasaba lo mismo.
Hay muchos buenos empresarios en el país, pero no se han preocupado por inspirar.
A los jóvenes hay que volverlos locos con ideas para que sigan a quien las propone.
Necesitamos líderes empresariales carismáticos en el país.
Corresponde a los que tienen más, hacer más.
Demonio #3
Nuestros profesionistas no son profesionales.
En México es posible entrar a una universidad pública o privada sin haber leído jamás un solo libro por placer y egresar de la carrera en las mismas condiciones.
En México es posible obtener un título de posgrado sin saber redactar apropiadamente un ensayo, sin proponer una sola idea propia, sin saber investigar.
En México muchos todavía piensan que si estudian ingeniería es porque eso de la ortografía y redacción no aplica para ellos. Y quienes estudian letras piensan que las matemáticas no se les dan y que por eso no deben tener nada que ver con ese mundo.
En México, la gente cree que sólo puede ser una sola cosa en la vida. Si estudiaste contaduría, sólo puedes ser contador el resto de los años que te quedan por vivir.
No tenemos profesionistas integrales, que sepan reinventarse, que no teman estudiar medicina, física, música, diseño, arte y explorar a fondo cada pequeña área que capte su interés.
No se pueden generar emprendedores de clase mundial con mentalidades limitadas.
Cuando egresas de una universidad por haber aprobado todas tus materias y haber cumplido todos los requisitos, tus papás, tu escuela, tu gobierno, tus amigos y tú se llenan de orgullo. La Dirección General de Profesiones expide un bello documento con tu foto, tu firma y tu nombre e ingresas a las listas de profesionistas que la nación ha generado.
Nada más que cuando sales al mundo te das cuenta que no sabes hablar, no sabes escribir, no sabes comportarte, no sabes negociar. Que en pocas palabras, no eres realmente un profesional.
Para generar emprendedores de clase mundial necesitamos muchos universitarios – que egresen o no – pero con calidad. Y por calidad no me refiero a las calificaciones, sino a que estén expuestos a mil y un ideas revolucionarias. Piénsalo así, cuando te juntas con fumadores de alguna u otra manera experimentas el tabaco. Imagina que ahora te rodeamos de ideas geniales. Te aseguro que de alguna u otra manera tu mente va a jugar en otro nivel.
Nada más que esas ideas geniales a las que me refiero están en los libros que nuestros profesionistas no están leyendo. Esas ideas geniales están en los profesores que nuestras universidades no están contratando.
Demonio #4
Imitar una cultura es receta para el fracaso.
La palabra “emprendedor” es una de las más sonadas en el imaginario colectivo nacional en la actualidad.
Hasta hemos creado el Instituto Nacional del Emprendedor – whatever.
Existen cada vez más Ángeles Inversionistas, más Fondos de Inversión, Capital de Riesgo y gente dispuesta a aventar dinero a proyectos medianamente cuerdos.
El problema es que todo ello viene como moda, justo como cuando a principios de los noventa todo el mundo colgaba algún accesorio de Batman a su vestimenta, ahora todos queremos tener un poco que ver con el espíritu emprendedor que hemos visto nacer en Estados Unidos.
Mi padre dice que una métrica muy fiable para ver el retraso tecnológico de nuestro país se puede apreciar en que nuestro sistema ferroviario es una mierda y que los gringos ya están enviando naves al espacio. Nosotros apenas hemos decretado la existencia la Agencia Espacial Mexicana hace un par de años.
De la misma forma, podemos utilizar a Hewlett-Packard, uno de los gigantes tecnológicos más venerados, como una métrica que marca el punto de inicio del mundo emprendedor moderno. HP comenzó en un garage justo como Google y Apple. Nada más que eso fue hace más de sesenta años y nosotros apenas estamos comenzando.
Nuestros jóvenes cool pelean por el sueño de desarrollar apps que cambien el mundo, pero eso no ocurrirá.
Nuestro jóvenes cool pelean por el sueño de construir el siguiente Facebook, pero eso tampoco ocurrirá.
Existe un proceso de maduración colectiva
...