LOS INICIOS DEL PROCESO DE COMPRENSIÓN LECTORA EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA.
Enviado por halconnegro2 • 6 de Septiembre de 2011 • 6.340 Palabras (26 Páginas) • 1.965 Visitas
GOBIERNO DEL ESTADO DE MICHOACÁN DE OCAMPO
SECRETARIA DE EDUCACIÓN EN EL ESTADO
INSTITUTO MICHOACANO DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
“JOSÉ MARÍA MORELOS”
DIRECCIÓN GENERAL
SUBDIRECCIÓN ACADÉMICA
DEPARTAMENTO DE PEDAGOGÍA
LOS INICIOS DEL PROCESO DE COMPRENSIÓN EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA.
TESIS
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE
MAESTRO EN PEDAGOGÍA
PRESENTA
Hugo Enrique Torres Domínguez
ASESOR:
MTRO. Manuel Pérez Santoyo
MORELIA, MICHOACÁN., MÉXICO, Junio de 2009.
LOS INICIOS DEL PROCESO DE COMPRENSIÓN LECTORA EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA.
Nuestro país pero en concreto, el estado de Michoacán, presenta un índice preocupante de bajo rendimiento educativo, en lo general se han detectado problemas en la lectura y la escritura, uno de tantos y que tiene que ver con la lectura es el que genera la falta de comprensión hacia lo que se lee, para resolver éste y otros problemas se ha recurrido a la implementación de programas para abatirlos que han contemplado el uso de estrategias que inician desde el primer grado de la educación primaria hasta concluir la misma en el sexto grado.
En la Escuela primaria Tata Vasco de la localidad de Tlalpujahuilla, Tlalpujahua, Michoacán, se han registrado los siguientes promedios generales anuales (tomados del concentrado de calificaciones finales de cada grado, que se encuentran en la dirección de la misma), pertenecen a la asignatura de Español y dan cuenta de los resultados obtenidos durante el ciclo escolar 2007-2008.
Asignatura/ grado 1°A 2°A 3°A 4°A 5°A 6°A
Español 8.1 8.0 7.2 7.5 7.5 7.8
Cómo docentes frente a grupo se ha percibido que los resultados que los alumnos obtienen en las evaluaciones del área de Español, no son tan óptimos, y atribuimos una parte a que el proceso de comprensión de textos no se ha concretado, sin olvidarnos por supuesto de todo los problemas y limitantes que rodean el aprendizaje en el aula y fuera de ella. Es la intención en la investigación cualitativa que los datos que se han registrado en la tabla anterior no solo sirvan como referente estadístico, más bien que estos sean la catapulta y motiven la búsqueda de respuestas a nuestra inquietud.
Por lo general, maestros y niños no nos damos cuenta de los alcances de la lectura, lo único que se hace es ver a la lectura como un acto decodificador de signos y símbolos. Leemos por leer, y este problema se agudiza cada vez más. La lectura en sí, genera muchos beneficios, los alumnos en educación primaria utilizan a la lectura solo para resolver sus tareas y “leer” lecciones, de manera tal que lo único que les provoca es tedio, se prioriza el acto de leer, para más tarde comprender lo leído.
Cuando un alumno comprende lo que lee, aprende, pero solo en la medida en que lo que lee le informa, la lectura le permite acercarse al mundo imaginado por un autor y le ofrece nuevas perspectivas u opiniones sobre diferentes temas. La lectura nos acerca a la cultura, siempre es una contribución esencial a la cultura propia del lector, desafortunadamente estas situaciones cada vez están más distantes, solo por mencionar, en el año 2004 el promedio lector de los mexicanos era de 1.5 libros anuales .
Al respecto Lerner aporta que “enseñar a leer y escribir es un desafío que trasciende ampliamente la alfabetización en sentido estricto. El desafío que hoy enfrenta la escuela es el de incorporar a todos los alumnos a la cultura de lo escrito, es el de lograr que todos sus exalumnos lleguen a ser plenos de la comunidad de lectores y escritores” . Para el logro de este desafío el gobierno mexicano ha recurrido, a nivel nacional, a la implementación de una estrategia que lleva por nombre: “México: Hacia un país de lectores”, operativizada por la SEP y que incluye la dotación de acervos de bibliotecas escolares y de aula.
La influencia y motivación que los docentes ejercemos con los alumnos hacia la lectura es muy poca, y el uso de estrategias para favorecerla por lo general suele ser escaso, el Plan y programas de estudios en educación primaria 1994, enfatiza en la necesidad de lograr construir estrategias adecuadas para leer, pero aún así no logran incluirse en las planeaciones didácticas de los docentes frente a grupo en el nivel primaria, y de esta forma solo queremos resultados y ya.
El Plan y programas antes citado incluso hace una división en componentes: lengua hablada, lengua escrita, recreación literaria, y reflexión sobre la lengua, además de ofrecer situaciones comunicativas que de forma colateral pretenden complementarlas; en el componente que se refiere a recreación literaria habla sobre “el placer de disfrutar los géneros de la literatura”, situación que se logra de forma mínima, siendo que ni los docentes frente a grupo manifestamos este “placer”, al respecto Smith menciona: “la lectura es más difícil de lo que usualmente aceptamos, y que nuestra ignorancia de ella es más profunda de lo que generalmente admitimos” .
La escuela primaria desde sus orígenes ha tenido como objetivos inmediatos e implícitos enseñar a leer y escribir, los padres de familia con quienes se ha tenido la oportunidad de trabajar durante la poca experiencia docente corroboran esta aseveración, para algunos eso es lo más importante, afirmaciones como: “páselo de año, a fin de cuentas lo importante es que ya sabe leer y escribir”, ó cuando están en sexto año a punto de egresar “ya medio sabe leer y escribir, en las vacaciones nosotros nos ponemos a trabajar con él, pero ya no lo repruebe”, es preocupante hasta qué grado se ha reducido la importancia de estos dos procesos.
La escuela, para ser más específicos en el nivel primaria, se considera como la principal sustentadora de bases para el alumno, una de la habilidades que pretende desarrollar tiene que ver con la lectura, y este proceso es el que provoca muchas dificultades porque implica un problema generalizado en todos los ciclos del nivel. Para Solé,
leer es el proceso mediante el cual se comprende el lenguaje escrito, en esta comprensión interviene tanto el texto, su forma y su contenido, como el lector, sus expectativas y sus conocimientos previos, para leer necesitamos, simultáneamente, manejar con soltura las habilidades de decodificación y aportar al texto nuestros objetivos, ideas y experiencias previas; necesitamos implicarnos en un proceso de predicción e interpretación continua, que se apoya en la información que aporta al texto nuestros objetivos, ideas y experiencias previas;
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