LOS PRINCIPIOS QUE RIGEN EL PROCEDIMIENTO PENAL

Los principios que rigen el procedimiento penal

De audiencia e igualdad: Exige que se garantice el acceso al proceso a toda persona a quien se atribuya un hecho delictuoso para que una vez informado de los hechos que se le imputan pueda asegurársele la plena efectividad del derecho a una defensa adecuada.

En cuanto al principio de igualdad significa que las partes tengan las mismas armas jurídicas para defenderse, así como el acceso a similares posibilidades para sostener su posición.

De oficialidad: Consiste en que sea el Ministerio Público quien promueva la acción penal de manera necesaria luego que surja el hecho de apariencia delictiva, y de ahí promoverla hasta que se desahoguen todas las diligencias necesarias.

De oralidad y publicidad: Se refiere a la necesidad de dar a conocer a la sociedad, con total transparencia, tanto el proceso, como el resultado del juicio penal y que constituye

(o deberá constituir) una garantía para los involucrados de que las decisiones son tomadas en estricto derecho. La publicidad es, o deberá ser, una forma de control que la sociedad ejercerá sobre la actuación ministerial y judicial en el proceso penal.

De contradicción: Hace referencia al enunciado lógico y metafísico que consiste en reconocer la imposibilidad de que una cosa sea y no sea al mismo tiempo.

De inmediación: Proximidad del juzgador hacia las partes con obligación de dirigir personalmente el desarrollo del juicio.

De concentración: En el sistema acusatorio adoptado por la Constitución Federal Mexicana, este principio obliga a que todas las pruebas sean presentadas en la misma audiencia de juicio, debiendo ofrecer medios de convicción al juzgador para emitir su resolución en conformidad con lo que fue materia de la audiencia oral. Es una forma de legitimar las decisiones judiciales ante las partes y ante la sociedad.

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