La Aldea De La Amazonia
Enviado por crcamilogomez96 • 5 de Noviembre de 2014 • 379 Palabras (2 Páginas) • 163 Visitas
Había una vez, en una región boscosa, ubicada en el sur, muy al sur del país del café. Se encontraba escondida entre la manigua, la aldea de la Amazonia.
En dicha aldea, sus habitantes mejor conocidos "los amazónicos" habían alcanzado un nivel de conocimiento superior, en comparación a otras aldeas lugareñas.
La aldea por supuesto estaba ya dividida en tribus, en donde sus miembros desarrollaban conocimientos, y habilidades diferentes a las demás tribus; también estaba ya jerarquicamente definida, en el orden de cacique, consejeros, senseis o maestros, y los aprendices o pupilos. Al igual la aldea contaba con un equipo de seguridad, que regulaba el orden y que era ajeno a las demás tribus o familias.
Un día, la tribu inglesa nivel VI, envió a sus miembros en una misión de observación alrededor de la aldea; en son de buscar pensamientos que otros miembros de diferentes tribus poseían sobre la misma.
En su ardua expedición, los valientes se separaron en grupos de 2 y 3, para así cubrir mas terreno, y armados con sofisticados lápiz y papel, además del valor que los caracteriza, empezaron a desmarañar los misterios ocultos en la Amazonia.
Lo que encontraron, no fue mas que una realidad que se mantiene callada y sumisa al poder. Un mundo de pensamientos e ideas que no son expresados, que tal vez muchos conocen, pero pocos los que lo comentan, y casi nadie son los que lo expresan.
Pensamientos reflejados en los muros, tal vez porque saben que las palabras se las lleva el viento, pero aun así juzgados victimas de su propia creatividad y pensamiento.
Inconformes aun de su búsqueda, a paso lento y bajo un intenso sol, acompañados de una terrible soledad en la aldea, continuaron buscando, sabiendo que no podían llegar con las manos vacías.
En esos momentos encontraron nuevos personajes, a quienes fueron acosando con preguntas, y donde notaron el fuerte vacío entre las familias, a la estigmatización que corren sus miembros, y a los pocos recursos en donde les toca laborar cada día.
Ellos sabían que tan solo era una misión de reconocimiento, así que tan solo se detuvieron a escuchar.
Pasaron los días y ya de regreso a casa, ansiosos de contar sus experiencias. Volvieron los valientes llenos de anécdotas y recuerdos, pero esta vez con los ojos mas abiertos que nunca.
Fin.....
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