La Amenaza Climática
Enviado por marcelotorrealba • 21 de Octubre de 2013 • 3.176 Palabras (13 Páginas) • 206 Visitas
La amenaza climática
Autor: Julio César Centeno
Fecha de publicación: 04/04/12
Antecedentes
El efecto invernadero es un fenómeno natural que ha permitido el desarrollo de la vida en la tierra como la conocemos. La concentración natural de gases en la atmósfera permite retener parte de la energía calórica que se recibe del sol, manteniendo la temperatura sobre la superficie del planeta en un promedio de 13,5°C, con significativas variaciones de acuerdo principalmente con la latitud, la altura sobre el nivel del mar y las estaciones. Sin el equilibrio natural que produce el manto atmosférico, la temperatura en la tierra sería similar a la de la luna, unos 18°C bajo cero.
El efecto invernadero no es una amenaza a la vida en la tierra. Pero la actividad humana tiende a aumentar la concentración de CO2 y otros gases en la atmósfera. Como consecuencia, atrapa una mayor cantidad de energía calórica solar, elevando la temperatura. Este calentamiento global ya ha producido un aumento en la temperatura promedio de cerca de 1°C, mientras las tendencias actuales apuntan hacia un aumento catastrófico entre 3°C y 5°C para finales del siglo 21. Una temperatura de 2 °C superior al promedio de la era pre-industrial no se ha registrado en la Tierra en los últimos 300.000 años.
El calentamiento global es la principal amenaza a la que se enfrenta la humanidad en la actualidad. Mientras la atención pública se centra en problemas económicos, en la injusticia que mantiene a la mayor parte de la población mundial sumergida en la pobreza, o en las guerras por el control de recursos naturales, el calentamiento global se acelera de tal manera que amenaza el equilibrio planetario y la seguridad de toda la humanidad.
El calentamiento global es consecuencia directa de un modelo de desarrollo basado en el consumo creciente de energía fósil: petróleo, gas y carbón mineral, fundamentalmente. Sobre esta plataforma se desarrollaron y fortalecieron las economías de los países industrializados. Las economías emergentes y los demás países en desarrollo tratan de emular tales procesos en su lucha por mejorar sus niveles de vida y superar la pobreza.
Credito: Julio Centeno
El consumo de combustibles fósiles conduce a la emisión de gas carbónico (CO2) y otros gases a la atmósfera. Aproximadamente la mitad de las emisiones de CO2 es absorbida por los océanos, los bosques y los suelos en los primeros 25 años, pero una tercera parte se mantiene activa en la atmósfera para finales del primer siglo y cerca de un 20% continúa activo durante siglos adicionales. Este es un proceso acumulativo, aumentando cada vez más la concentración en la atmósfera. El CO2 representa en la actualidad tres cuartas partes del total de gases del efecto invernadero emitido anualmente. Las emisiones de los otros gases, metano, óxidos nitrosos y fluoro-carbonos, se miden en términos equivalentes de CO2.
Entre 1900 y el año 2011 se emitieron 1.3 billones (millones de millones) de toneladas métricas de CO2 sólo por el consumo de energía fósil. El 72% provino de países catalogados hoy como “ricos”, “industrializados” o “desarrollados”. El 28% restante provino de países “pobres”, del “tercer mundo”, o “en desarrollo”.
Sin embargo, para el año 2010 a los países industrializados les correspondía menos del 18% de la población mundial. Se desprende que a tal minoría, más rica, más industrializada, con mayores recursos económicos y tecnológicos, le corresponde la mayor parte de la responsabilidad por las consecuencias que hoy enfrenta toda la humanidad.
Debido fundamentalmente a estas emisiones, la concentración de CO2 en la atmósfera ha pasado de 285 partes por millón (ppm) a inicios del siglo 20, a 392 ppm en el 2011, contribuyendo a aumentar la temperatura promedio de la superficie del planeta en aproximadamente 1°C.
El nivel del mar
El aumento en el nivel del mar es una de las consecuencias del calentamiento global. Se debe a varios factores, principalmente a la expansión térmica del volumen del agua por su mayor temperatura, al aumento en la cantidad de agua como consecuencia del derretimiento de las masas de hielo polares y de los glaciares alrededor del planeta, y a las alteraciones en la dinámica del agua dulce terrestre por la reducción del nivel freático y el drenaje de humedales. El derretimiento de las masas de hielo que se encuentran en el océano no aumenta el nivel del mar ya que el volumen se mantiene relativamente constante.
El nivel del mar ha aumentado 24 cm desde 1875 y es cada vez más acelerado. En la última década la tasa de aumento (3 mm/año) fue aproximadamente el doble de la del último siglo. Este fenómeno ocurre en paralelo con la acidificación de los océanos y la alteración de los ciclos estacionales del agua. Los océanos absorben cerca del 85% del exceso de radiación solar atrapada por los gases del efecto invernadero, pero debido a que su masa es considerablemente mayor a la de la atmósfera, su calentamiento ocurre más lentamente (NASA).
Credito: Julio Centeno
Según la NASA, la tierra en la actualidad pierde 500.000 millones de toneladas de hielo cada año. Sólo entre el 2003 y el 2010 se perdieron más de 2 billones (millones de millones) de toneladas de hielo, suficiente para cubrir a toda la América del Sur (17,8 millones km2) con una capa de 12 cm de espesor. Tres cuartas partes del deshielo ocurre en Groenlandia y la Antártida. El resto principalmente en los glaciares alrededor del planeta.
En los últimos 50 años, la temperatura del Ártico aumentó a un ritmo más del doble del promedio global. En el 2011 fue 2.3°C superior al promedio del período 1951-1980. En Septiembre del 2011, el volumen de hielo fue el más bajo, mientras la superficie cubierta por hielo fue la segunda más baja, desde que se tienen registros durante esta estación. La superficie cubierta por hielo marino en el Ártico durante el mes de Septiembre se redujo de 8 millones de km2 en 1980 hasta 4,6 millones km2 en el 2011. Mientras que el volumen se redujo de 18 a sólo 5 millones de kilómetros cúbicos en el mismo período (NSIDC - EPI). En septiembre ocurre el final del deshielo, cuando la extensión es la menor de cada año.
También se registran importantes pérdida, cada vez más aceleradas, en las masas de hielo de la Antártida. En 1994 registraba una pérdida anual promedio de 50.000 millones de toneladas, pero para el 2011 superó las 200.000 millones de toneladas de hielo por año (InSAR/RACMO2, GRACE).
El deshielo tiene un efecto multiplicador sobre el calentamiento
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