La Aportación De Una Zonificación Del Suelo A La Calidad De Vida

En la actualidad, una enorme cantidad de los problemas que afectan a la sociedad son causadas por los fenómenos naturales entre los que destacan los desbordes por crecidas de ríos y los movimientos de masas, ya que estos eventos son potencialmente destructivos, de allí surgen las necesidades de evaluar áreas donde puedan suscitarse este tipo de eventos que afectan a la sociedad.

Hoy en día desgraciadamente es fácil encontrar viviendas y sistemas ubicados y construidos de manera inadecuada que son potencialmente susceptible a ser afectadas por algún evento o fenómeno natural, tal como es el caso del fraccionamiento laureles del campanario y jardines de la capilla de Lagos de Moreno las cuales son muy susceptibles a inundaciones ya que estas viviendas están construidas en terrenos no aptos para el desarrollo urbano.

Como menciona Jan Bazant en su libro Manual de criterios de diseño urbano, “cuando la zonificación no considera al medio ambiente se afectan los ecosistemas locales y ayuda como consecuencia un deterioro ambiental”. Un ejemplo típico es la urbanización de tierras agrícolas que afecta la recarga de los mantos acuíferos subterráneos que se agotan con el tiempo, esto se traduce en futuras carencias ambientales para la población.

Nos enfrentamos a la necesidad de ampliar los estándares que determinan la calidad de los espacios urbanos generados por el despliegue industrial ya que el crecimiento indefinido y del consumo no permite y no puede solventar las carencias ambientales de nuestro entorno, ni la enajenación de un ciudadano que no participe en la construcción de su entorno por lo cual la calidad de vida urbana es la concreción de la calidad de vida sobre el espacio urbano, pudiendo considerarse como un constructor social.

La construcción social y su grado de satisfacción se miden por comparación a un nivel de referencia e identidad de los espacios ya que se busca determinar el agrado de intervención y de apropiación de los individuos sobre su medio, la forma en que participan en la construcción social.

La calidad de nuestro ambiente es básica en la satisfacción del ciudadano, no es posible sustituir la calidad ambiental del aire que respiramos o de la accesibilidad de lo peatonal a los espacios de uso diario con ningún valor económico, antes o después las carencias hartan explicitas y los efectos a nuestra salud o vida cotidiana se vuelven irreversibles; la degradación de las condiciones de vida del entorno de las ciudades industriales fue uno de los primeros avisos de que los beneficios del crecimiento económico no eran suficientes para satisfacer las necesidades del ciudadano y mejorar su calidad de vida.

Los espacios urbanos se encuentran en un trance de perder su complejidad y variedad, al propiciarse su concentración y especialización, al vislumbrándose la desaparición de la esencia de la ciudad que conocemos y a la simple determinación

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