La Atención Temprana de los niños se centra fundamentalmente en una mirada que contempla los aspectos pedagógicos y sociales así como la influencia del contexto en su desarrollo
Enviado por Silvana27080220 • 8 de Julio de 2017 • Documentos de Investigación • 1.871 Palabras (8 Páginas) • 314 Visitas
1) La Atención Temprana de los niños se centra fundamentalmente en una mirada que contempla los aspectos pedagógicos y sociales así como la influencia del contexto en su desarrollo.
Dicha atención comprende un conjunto de acciones tendientes a proporcionar al niño las experiencias necesarias desde su nacimiento con el objetivo de desarrollar en un nivel máximo todas sus potencialidades. Dicho proceso comprende una práctica que se orienta a los grupos familiares sobre las necesidades de sus hijos en los primeros años de su vida. La tarea comprende, por su parte, la detección e intervención de diferentes situaciones que impliquen un riesgo para el desarrollo integral del infante desde el periodo de gestación hasta los 3 años de vida. Dicho proceso se fundamenta en la prevención y/o disminución de futuras discapacidades de aprendizaje y con el objetivo de tomar consciencia en la promoción de mejores condiciones de educación, crianza y salud.
El desarrollo del ser humano a lo largo de su vida, muy particularmente desde la primerísima infancia, implica un proceso de organización progresiva y de complejización creciente de las funciones biológicas y psicosociales. Entendemos al desarrollo como el conjunto de transformaciones internas que permiten al sujeto la adquisición de las competencias necesarias para ejercer progresivamente actitudes cada vez más autónomas. El desarrollo constituye también el camino que parte de una sensorialidad, una sensibilidad y una motricidad predominantemente dispersas, disgregadas, fragmentadas en su inicio, a la construcción del sentimiento de unidad, de continuidad y de cohesión de sí mismo, la constitución del Yo y las raíces de la identidad.
Basándonos en la concepción dialéctica: esta entiende el desarrollo del niño como un proceso complejo en el que convergen e interactúan factores biológicos, medioambientales, históricos y sociales.
No es un proceso lineal, presenta avances y retrocesos; continuidades y discontinuidades.
Consideraremos a este niño, este sujeto como emergente de sus condiciones concretas de existencia y, a su vez, como productor activo de transformaciones en el medio, y sostenemos que:
- El proceso de constitución del sujeto humano es producto de una compleja transformación evolutiva. Lo biológico, entre ello lo neurológico, constituye la base material para las relaciones adaptativas con el mundo externo. Aun dependiente en gran parte de lo genético y de lo congénito, lo biológico está a su vez entramado en la red social que realmente genera a la persona.
Persona de derecho, sensible y competente, que desde el nacimiento es comprendida como un ser completo, constructor activo, aquí y ahora, de sus relaciones en cada uno de sus estadios y no sólo un proyecto futuro a devenir, a construir o a destruir.
También las sociedades van modelando sus sujetos funcionales a través de pautas de crianza, de la difusión de creencias, de mitos, de ciertos valores sociales, que constituyen, en su conjunto, de manera compleja y heterogénea, lo que denominamos las Representaciones Sociales del Orden Simbólico.
Nuestra concepción de sujeto: reconoce al bebé (protoinfante) como un ser activo, abierto al mundo y al entorno social del cual depende, capaz de iniciativas, sujeto de acción y no sólo de reacción, como ser pleno de emociones, de sensaciones, de afectos, de movimientos, de miedos y ansiedades, de pensamientos lógicos con una lógica a su nivel, capaz de establecer vínculos, intensamente vividos en el cuerpo, porque el bebé es todo cuerpo.
-Según M. Chokler (1998), el protoinfante es un ser que se desarrolla como sujeto a partir de otros, con otros y en oposición a otros, mientras va otorgando sentido y significación a su entorno con el que establece intercambios recíprocos. Pequeño, fuertemente dependiente, pero persona entera siempre, más allá de la normalidad o de la patología, más allá de lo que tenga o de lo que le falte. Inevitablemente en interacción con un medio que lo anida, éste facilita u obstaculiza, modela las matrices de aprendizaje para que produzca en sí mismo la serie de transformaciones sucesivas que constituyen su proceso singular, original, de crecimiento y de desarrollo en tanto individuo, ser y devenir sujeto histórico y cultural, en el pasaje progresivo del predominio de la dependencia al predominio de la autonomía.
Este proceso complejo se produce por la interrelación dialéctica de factores estructurantes que, operando como Organizadores del Desarrollo (M. Chokler, 1988) facilitan, ordenan u obstaculizan las interacciones del sujeto( en este caso el recién nacido y el niño pequeño) con su medio, esencialmente humano, pero también material y cultural.
De la calidad con la que se relacionan y operan estos factores organizadores, a partir de la estructuración biológica originaria, depende el curso del desarrollo.
Como se dijo anteriormente todo ser humano se desarrolla desde el nacimiento y está fuertemente modelado por las prácticas de crianza que lleven a cabo los adultos significativos en los primeros años de vida. El ser humano depende del molde que ofrezca el tiempo, el lugar y los postulados respeto, autonomía y seguridad afectiva y postural.
En relación a la viñeta de Tonucci, podemos decir que: muestra la imagen de un adulto que no acompaña al niño y por lo tanto este no podrá construir su seguridad interna y la confianza en sí mismo. No se valora la relación afectiva sino que por el contrario, este adulto que no dedica tiempo de calidad a su hijo pretende compensar con un juguete su ausencia; y este (juguete) de ninguna manera cumplirá un rol de apoyo y sostén, como tampoco le brindará seguridad y confianza al niño, y mucho menos ofrecerá o preparará un ambiente facilitador para su desarrollo, como lo haría un adulto presente que acompañe a ese niño. Esta situación conduce a ciertos factores de riesgo que inciden en su desarrollo, como ser la ausencia de un adulto que cumple la función de guía o referente lo que da lugar también a una potencial falta de autonomía o indicadores de alerta psíquicos. Así mismo la calidad educativa de este niño puede manifestarse a través de posturas y desplazamientos que demuestran la ausencia de equilibrio y la carencia en lo que refiere a seguridad de un adulto responsable ya que como indica la viñeta no se decodifican las necesidades de los hijos.
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