La Bel Durmiente

LA BELLA DURMIENTE

Se escucha voz en off.

Narrador:

En una tierra lejana, hace mucho tiempo, vivía un rey y su reina. Muchos años habían anhelado un niño y finalmente, su deseo fue concedido. Una hija nació, y la llamaron Aurora. La llamaron así porque como el alba al día llenaba sus vidas de luz y calor. Luego, una gran fiesta fue proclamada en todo el reino, para que todos los de pobres y plebeyos pudieran rendir homenaje a La pequeña princesa. Nuestra historia comienza ese día lleno de alegría

(Una multitud se encuentra en su camino hacia el castillo.)

Canción de alabanza a la princesa aurora

Narrador: Así, en este día grande y alegre hizo a todo el reino celebrar el real nacimiento.

(Ingresan las altezas reales el rey Stefan y la reina, saludan al público asistente a la fiesta).

Reina: Que hermosa hija tenemos Stefan, me llena de alegría y felicidad mi corazón.

Rey: El mío también querida esposa, por lo pronto ya encontré un marido perfecto para ella, se casara con el príncipe Felipe, el pequeño hijo del rey del reino de Herlast.

Reina:Que fantástico que podamos además unir aun mas estos dos reinos, y que mejor que con el hijo de tu mejor amigo.

Reina: Pero que tenemos aquí, una de las visitas mas honorables, las tres hadas buenas. Señora Flora, Fauna y Primavera

Hadas: (En la cuna) ¡Oh, el pequeño querido! (Al rey) Sus majestades...

Flora: Cada uno de nosotras puede bendecir con un regalo único la pequeña princesa. Ni más ni menos. (En la cuna) Pequeña princesa, mi regalo será el don de la belleza.

(Música de fondo, el hada gira su varita sobre el bebe)

Fauna: Pequeña princesa, mi regalo será el regalo de una hermosa voz.

(Música de fondo, el hada gira su varita sobre el bebe)

Primavera: Dulce princesa, mi regalo será ...

(Se escucha unos truenos, Maléfica aparece).

Flora: ¿Pero que, es Maléfica!

primavera: ¿Qué quieres aquí?

Fauna: Shhh!

Maléfica: Bueno, todo una reunión brillante,

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Suscríbase

el rey Stefan, La realeza, la nobleza, la aristocracia, que pintoresco.

Maléfica: Realmente me sentí muy apenada de no recibir una invitación.

Primavera: No queríamos tenerte aquí!

Maléfica: No? Dios mío, qué situación tan incómoda. Tenía la esperanza de que se debiera únicamente a algún descuido.

Reina: No te ofenda Malefica.

Maléfica: Claro que no su majestad. Y para demostrar que no estoy ofendida, yo también regalare un don para esta niña.

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