La Crisis De La Modernidad
Enviado por tzacoponziza01 • 4 de Octubre de 2011 • 1.291 Palabras (6 Páginas) • 1.795 Visitas
LA CRISIS DE LA MODERNIDAD
Posmodernismo o crisis de la modernidad
En la actualidad, el hombre se ha acostumbrado al manejo de conceptos, muchas veces no analizados o comprendidos en su totalidad. Posmodernismo y Modernismo, pertenecen a este universo, en el que numerosos pensadores continúan discutiendo sobre si estamos en una nueva etapa, o simplemente asistimos a la crisis de la anterior.
Posmodernismo …o Crisis de la Modernidad…?. La pregunta aparentemente menor, contiene en realidad, un debate que desvela a investigadores de todas las disciplinas sociales. Y aunque el hombre común no se sienta alcanzado por la cuestión, esta lo atraviesa en aspectos cotidianos mucho más de lo que supone.
Al retroceder en el tiempo, asistimos al nacimiento de la Modernidad y sus características fundamentales: los grandes descubrimientos científicos, la industrialización de la producción y su consecuente alteración demográfica y urbanística. Asimismo, con ella surge la consolidación de Estados Nacionales, aparecen los medios masivos de comunicación y se desarrollan los movimientos sociales y políticos masivos. Finalmente se asiste a la constitución de un mercado mundial capitalista. La racionalidad a la par de los avances tecnológicos y científicos contribuyó a delinear el espejismo del progreso ilimitado como respuesta a los múltiples interrogantes de la humanidad.
Pero el sueño se rompió y la sociedad global presenció el derrumbe de los trofeos de la modernidad: el fracaso de los ideales revolucionarios, dos guerras mundiales en un mismo siglo, el holocausto, la proliferación nuclear y la acentuación de la marginalidad. Junto a ellos, el hambre y la desocupación con niveles y formas no registrados hasta el momento parieron una etapa marcada por la fragmentación, la multiplicidad de significados y el relativismo; la mutación del individuo en consumidor y su apatía hacia lo político y participativo. Algunos comenzarían a referirse a este fenómeno como “Posmodernidad” y se instalaría la discusión.
Para Rafael Roncagliolo, la obsolescencia y caducidad de tres núcleos de significación precisos referidos a procesos concretos de la modernidad, constituyen el corazón del posmodernismo. Estos son: El núcleo de significación cultural, cognitiva y ética, el económico y social y por último, el político.
El agotamiento de las grandes narrativas del siglo XIX da surgimiento a una cultura relativista, como característica distintiva del estadio cultural.
“El posmodernismo ha nacido precisamente como matriz y correlato cultural de la idea de sociedad postindustrial” dirá Roncagliolo, fundamentando la raíz de la transformación en la parte económico-social. Es en los estertores de la sociedad industrial, donde agonizan los movimientos sindicales, la producción masiva y la cultura y los medios de masas, según el autor.
En referencia al último eje, el estado nacional es el que sufre el conflicto del cambio provocando quizás la más seria de las consecuencias: la crisis del sistema democrático y de la idea de ciudadano como actor indispensable y vital del mismo.
Globalización y posmodernidad adjudican a la comunicación el carácter esencial como fenómeno cultural motivador de este cambio trascendental. “La globalización sería imposible e ininteligible sin sus vehículos culturales: la TV, la computadora y las telecomunicaciones y sin la transformación radical de la cultura y de la política que estos vehículos portan” afirma Roncagliolo.
En ese sentido, Giovanni Sartori expone en su “Homo Videns” este cambio radical del hombre. Homo Sapiens antes, hijo de la cultura escrita, se convierte ahora en un sujeto producto de la comunicación audiovisual y sus laberintos. “La crisis de la modernidad en el terreno de la política se debe al advenimiento de la globalización-videoesfera, en la que se desvanecen los cimientos mismos de la vida democrática”, resume Roncagliolo al respecto y Régis Debray aportará la idea de que “La video-política acompaña una nueva conversión de los sujetos individuales, que dejan de ser ciudadanos -a los que hay que convencer- para convertirse en consumidores a los que hay que seducir”.
Reconocido el nuevo contexto, encontramos sin embargo especialistas que difieren y acentúan el hecho de que nos encontramos
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