La Didáctica De La Geografía En La Educación Primaria

INTRODUCCIÓN

Las imágenes del mundo que los niños tienen en su mente proceden, por un lado, de las experiencias personales adquiridas en las visitas a través de los medios de comunicación de diferentes tipos.

En el contenido de la lectura se interesa por determinar la naturaleza de las imágenes geográficas de los niños y por las formas en que estas imágenes son representadas.

Los niños normalmente merodean por zonas cercanas a su hogar, entre los desplazamientos frecuentes figuran visitas a sus parientes o amigos, captando e interiorizando imágenes selectivas de estos sitios.

Los niños poseen imágenes mejor detalladas y precisas de los espacios personales, es decir, el hogar, pero tienen imágenes menos exactas de lugares locales y aun mucho menos exactas de sitios lejanos, es aquí donde los medios de comunicación como la radio, la televisión, el cine o libros, tienen un papel importante, ya que es por medio de estos que imágenes lejanas a su hogar les son proyectadas.

Roger Hart, habla su análisis sobre la conducta espacial de unos niños de edades comprendidas entre cinco y once años años, advirtió tres generalizaciones sobre el desplazamiento local.

• La distancia que se permitía recorrer a los niños, sin autorización de los padres era mayor para los niños de diez y los once años de edad, que los niños de 5 a los 9.

• Factores ambientales parecían influir en la ordenación espacial de los chicos, es decir, aquellos que vivían en zonas suburbanas poseían un mayor dominio espacial que aquellos que residían en poblaciones.

• Que existe en la conducta espacial diferencias significativas en relación con el sexo, puesto que la distancia que recorrían con permiso de los padres, era mayor para los niños que para las niñas.

De esta forma, los niños tendrán la posibilidad de un mayor dominio del área donde viven a razón de que las niñas se espera que pasen dentro de la casa y ayuden a sus madres en las faenas del hogar.

La exploración del niño son lugares inmediatos, sin embargo, posteriormente propiciarán estímulos para una exploración y descubrimientos de lugares más lejanos.

Desde que nacen hasta aproximadamente los dos años de edad, el conocimiento que tienen los niños de su entorno es enteramente egocéntrico, es hasta los cuatro años de edad, que los niños comienzan a comprender la localización de objetos de su entorno en relación uno con otro.

Hacia los siete años de edad los niños llegan a una fase de desarrollo en la que su representación del mundo se vuelve “proyectiva”, para esta edad, los niños son capaces de presentar su localidad casi como un plano.

También mejoran la dirección, orientación, la distancia y la escala.

Algo importante por resaltar es que mientras algunos niños a la edad de siete años ya habían trazado planos, las niñas por lo general adquirían esta destreza hasta los diez años.

La causa que observadores señalan es porque las niñas se hallan frenadas por factores culturales, por su conducta más orientada al hogar y simplemente por la naturaleza de sus juguetes.

El niño de once años de edad, será capaz de lograr un verdadero mapa de su entorno, para esta edad habrán pasado de lo egocéntrico a lo abstracto,

cuando nos apartamos de la localidad inmediata, el conocimiento que los niños poseen del mundo se nubla inevitablemente.

DESARROLLO

Podemos decir que el impacto de la edad y la distancia son factores que influyen grandemente en los niños para conocer lugares lejanos de la comunidad donde viven.

La noción de espacio el niño la adquiere con cierta lentitud.

Al principio tiene un concepto muy concreto del espacio: su casa, su calle; no tiene siquiera idea de la localidad en que vive, pero esa noción se desarrolla más rápidamente que la del tiempo, porque tiene referencias más sensibles.

El niño de seis o siete años no está aún en condiciones de reconocer lo que es su país desde el punto de vista Geográfico.

El niño reconoce el espacio en la medida en que aprende a dominarlo, la evolución en el modo de ver el espacio es muy personal y responde a niveles de maduración que no pueden ser forzados.

Se les puede ayudar a ampliar la conciencia en relación al espacio circundante con actividades y juegos que les resulten afectivamente atractivos y los confronten con desafíos diversos.

Noción del espacio en los niños según Jean Piaget, etapa, percepción, sugerencias y actividades para realizar.

De cinco a ocho años, el niño empieza a dominar el ambiente en que vive y es capaz de imaginar condiciones de vida distintas de las que le rodean.

Apenas tiene experiencia, posee unos intereses concretos, su pensamiento es intuitivo y egocéntrico.

Sólo posee una idea concreta del espacio, define las cosas por su uso, la memoria se ejercitará a partir de los ocho años en aprender las definiciones más usuales.

Actividades concretas y observaciones intuitivas sobre lo que le rodea, ya que esto le interesa, enseñarles a encontrar puntos de referencia (cerros, edificios, árboles visibles).

Conviene aprovechar el afán coleccionista que es muy fuerte hacia los ocho y nueve años, puede coleccionar fotos de países; buscar el origen de bienes de la casa.

De nueve a once años, a partir de los diez años los niños manifiestan una transformación rápida, empiezan a liberarse del egocentrismo infantil, adquiriendo un pensamiento más objetivo.

Su pensamiento posee una estructura en la que descubre las relaciones causa-efecto más por intuición que por un proceso reflexivo.

Se desarrolla progresivamente el proceso de localización, la capacidad de una observación más objetiva se orientará al estudio del medio local.

El medio deja de ser una realidad global para convertirse en objeto de análisis.

El estudio del medio local sirve para adquirir un método de comprensión de los fenómenos naturales y de la vida humana, para ello, a partir de lugares conocidos, como la plaza, museos, etc., puede pedírsele que se ubique en un mapa, que encuentre rutas alternativas; luego los centros urbanos cercanos y finalmente toda la región, pero siempre a partir de los lugares que ya conozca.

Puede pedírsele que identifique los lugares que le gustaría conocer en las cercanías, lo que luego podría dar lugar a un proyecto de aula, la memoria puede ser el medio para el aprendizaje de un vocabulario fundamental, al igual que una retención de los datos imprescindibles.

Nos dice que el maestro puede influir a través de los intereses de los alumnos, ya que así al alumno le será más significativa la localización.

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