La Educación En Valores Dentro Del Aula

La educación en valores dentro del aula

La Autoridad Moral en la escuela y en los docentes; implica todo un proceso, principalmente es necesario resaltar nuestra ejemplaridad teniendo bien claro el no ponernos de ejemplo si no ser el ejemplo para nuestros alumnos, la autoridad se gana con la congruencia que manifestamos, es el modo de vivir y de comportarse.

Para tener autoridad moral hay que tener autoridad intelectual que demanda que tengamos conocimientos suficientes.

Algunos valores que orientan a nuestros alumnos son la inteligencia, la afectividad y la voluntad estos de manera implícita orientan y apoyan nuestra autoridad moral.

Muchos autores nos refieren de que manera podemos aplicar y vivir estos valores tanto en la familia como en la escuela; Siendo ejemplo, y no solo poniéndonos de ejemplo, Servir y no dominar aquí es necesario entregarnos por completo a nuestros alumnos teniendo un vinculo de afecto y templanza, Seguir los pasos de la correcta autoridad siendo congruente con lo que pensamos, decimos y hacemos. Apoyo mutuo en la familia y escuela, aquí es necesario ser empáticos ponernos en el lugar del alumno y de su historia de vida de esta manera trata a los demás como nos gustaría que nos traten, y de esta forma llegaremos a la comprensión exigente y exigencia comprensiva esto da la bases para lograr la identidad de las personas, y esa identidad ocasiona la autoestima, teniendo firmeza: seguridad y confianza. Trato equitativo y diferenciado. Uso racional y justo de las sanciones esto ayuda a la obediencia y disciplina y claro también reconociendo nuestros errores esto sirve para corregirlos y no volverlo a cometer si no que tratar de mejorar siempre.

Algunas de las consecuencias de no formar a nuestros alumnos en valores es que no formamos hombres de bien, no dirigimos su autoridad, al no inculcarles valores no trascendemos como profesionales, e impedimos su trascendencia, cada vez que nosotros no actuamos como pensamos somos incongruentes, cuando no actuamos conforme a lo que decimos somos hipócritas y si decimos lo que no pensamos somos mentirosos entonces no somos algo imitable, es por eso que debemos ser lo contrario ser imitables un ejemplo verdadero que se vea entregado y que se transmita.

La labor educativa tiene una virtud reina: “La paciencia” y en verdad creo que esta maravillosa virtud nos da la voluntad de realizar bien las cosas de entregarnos en nuestra tarea primordial de formar en valores dedicando tiempo y siendo íntegros con nuestros alumnos.

Tomado del Encuentro virtual de valores

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