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La Enseñanza


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2013  •  1.713 Palabras (7 Páginas)  •  208 Visitas

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CAPÍTULO I: EL NIVEL SENSOMOTOR

Periodo anterior al lenguaje, recibe este nombre por la falta de función simbólica. El desarrollo mental es rápido e importante por que el niño elabora el conjunto de subestructuras cognoscitivas que servirán de punto de partida a sus construcciones perceptivas e intelectuales ulteriores.

I. La inteligencia senso-motora:

Existe una inteligencia antes del lenguaje que permita al niño construir esquemas de asimilación, esas construcciones se efectúan apoyándose en percepciones y movimientos mediante una coordinación senso-motora de las acciones.

De los movimientos espontáneos y de reflejo a los hábitos adquiridos y de estos a la inteligencia hay una progresión continua, con un mecanismo que consiste en una asimilación, toda relación nueva está integrada en un esquematismo anterior. El asociacionismo concibe el esquema estímulo respuesta bajo una forma unilateral E R.

El punto de vista de la asimilación supone una reciprocidad E R.

Estadio I. hay que buscar el punto de partida del desarrollo en las actividades espontáneas y totales del organismo y en los reflejos, como capaces de presentar una actividad funcional que implica la formación de esquemas de asimilación.

Los reflejos se constituyen por diferenciación a partir de actividades más globales. Son muy importantes para el porvenir, dan lugar a unas consolidaciones por ejercicio funcional.

La asimilación reproductora o funcional que asegura ese ejercicio se prolonga, en una asimilación generalizadora, en una asimilación re-cognoscitiva. Interpretamos esa adquisición por una simple extensión de la asimilación senso-motora en juego en el reflejo. Esa adquisición es indefinida, va a inscribirse en un esquema reflejo y se limita a extenderlo.

Estadio II. Un reflejo condicionado no es estable y solo llega a serlo por la constitución de un esquema de asimilación, cuando el resultado conseguido satisface la necesidad inherente a la asimilación considerada.

Estas conductas adquiridas (hábitos) no son aun inteligencia.

Estadio III. Presenta las transiciones siguientes a partir del momento hacia los cuatro meses y medio, en que hay coordinaciones entre la visión y la aprehensión. Nos hallamos ante el umbral de la inteligencia.

Estadios IV y V. en el cuarto estadio se le impone al sujeto una finalidad previa, independientemente de los medios que vaya a emplear.

Durante el estadio V se añade a las conductas precedentes una relación esencial: la búsqueda de medios nuevos por diferenciación de los esquemas conocidos.

Estadio VI. Señala el término del periodo senso-motor, el niño es capaz de encontrar medios nuevos por combinaciones interiorizadas.

II. La construcción de lo real.

Estructuras de orden y reuniones que constituyen la subestructura de las futuras operaciones de pensamiento.

El objeto permanente: en el Estadio V el objeto se busca en función sólo de sus desplazamientos. En el Estadio VI se añade a esto un juego de inferencias que logran dominar ciertas combinaciones.

El espacio y el tiempo. Estadios V y VI

- desplazamiento reinvertido ab-ba

- desplazamiento nulo aa-bb

- desplazamientos asociativos abcd=ab+bd=ac+cd

La causalidad sólo se hace objetiva y adecuada al término de una larga evolución. La causalidad se objetiviza en que las causas reconocidas por el sujeto no están ya situadas en la sola acción propia sino en objetos cuales quiera, y que las relaciones de causa-efecto entre dos objetos o sus acciones suponen un contacto físico y espacial.

III. El aspecto cognoscitivo de las reacciones senso-motoras.

Existe una ley de desarrollo. El esquematismo senso-motor se manifiesta bajo tres grandes formas sucesivas: las formas iniciales están constituidas por estructuras de ritmo, movimientos espontáneos y globales del organismo; regulaciones diversas que diferencian los ritmos iniciales siguiendo múltiples esquemas; comienzo de la reversibilidad, fuente de futuras “operaciones” de pensamiento.

IV. El aspecto afectivo de las reacciones senso-motoras.

La afectividad de los mismos niveles senso-motores procede de un estado de indiferenciación entre el “yo” y el entorno físico y humano para construir a continuación un conjunto de cambios entre el “yo” diferenciado y las personas o cosas.

CAPÍTULO II. EL DESARROLLO DE LAS PERCEPCIONES

La percepción depende del aspecto figurativo del conocimiento de lo real.

I. Constancias y causalidad perceptiva.

En la constancia de la forma interviene una interacción entre la percepción y el esquema senso-motor.

La constancia de los tamaños se inicia hacia los seis meses, el niño una vez decidido a escoger la mayor de dos cajas, continúa eligiéndola si se aleja la más grande, aunque esta corresponda entonces a una imagen retiniana más pequeña.

Respecto al objeto permanente y la percepción, podemos decir que el efecto túnel no es primitivo, y no se constituye sino una vez adquirida la permanencia del objeto; un efecto perceptivo es netamente determinado por los esquemas senso-motores, en lugar de explicarlos.

La causalidad senso-motora es independiente de todo contacto espacial y no puede derivarse de la causalidad perceptiva, sometida en el niño a condiciones de impacto mucho más exigentes.

II. Los efectos de campo.

Se presentan dos clases de fenómenos perceptivos visuales:

Los efectos de campo o de centration que no suponen ningún movimiento de la mirada y son visibles en un solo campo de centration.

Y las actividades perceptivas que suponen desplazamientos de la mirada en el espacio o comparaciones en el tiempo.

Las actividades perceptivas corrigen las “ilusiones” o deformaciones sistemáticas propias a los efectos de campo. Estas

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