La Escuela Argentina En El Paso Del Tiempo
Enviado por Cecilia333 • 22 de Julio de 2014 • 2.689 Palabras (11 Páginas) • 237 Visitas
La escuela argentina ha sufrido cambios en su función casi constantemente en los últimos 70 años, no es necesario ser un experto en el tema para saberlo, la situación de crisis constante que vive la escuela y la educación en nuestro país es de público conocimiento, la vemos en los noticieros televisivos, en programas de debates, en charlas familiares y noticias de los diarios, es un tema del que todos hablamos, al que todos damos soluciones pero un tema sobre el que muy poco se hace. Todos tenemos diferentes teorías acerca de la función que cumple la escuela en la sociedad, pareciera ser que hay una “función manifiesta” esa que está escrita en papeles y una “función latente” esa que realmente se cumple.
María tiene 77 años y en el año 1946 realizo su primaria que culminaba en el 6 grado aunque en realidad eran 7 años porque existía 1 grado y 1 grado superior, cuando le indago sobre la función de la escuela de su época me dice que “a la escuela se iba a aprender a leer y a escribir, ir a la escuela era sinónimo de superación personal, no sé si porque yo vivía en un pueblo pero no todos los chicos iban a la escuela, ir a la escuela entonces era como un privilegio”. Comenta que además de las maestras de grado, también tenían profesoras de labores, cocina y dibujo y la docente que a su criterio tenia mayor autoridad y exigencia era la maestra de 4 grado “controlaba y corregía las tareas haciendo hincapié en la ortografía, el dictado y la lectura eran obligatorios”. En su época si no se cumplía con lo que el maestro pedía o a veces ante la mínima falta el peor castigo era arrodillarse en una esquina del aula sobre maíz o recibir golpes en las manos, “la letra con sangre entra” me dice con firme convicción y según ella no había reuniones de padres y “la mejor manera que tenían los padres de participar en la escuela era no desautorizando al maestro, algo que falta ahora, si hacías algo malo y eras castigado ibas a tu casa y ahí te esperaba un castigo peor”. Para ella el aspecto negativo de la escuela de esos tiempos eran el sistema de castigo “a veces se les pasaba la mano” y el aspecto positivo fue el aprendizaje que recibió y “los valores morales, el aprecio al trabajo y el esfuerzo y sacrificio eran las únicas maneras de superarse”. Para ella desde su época a la a la actualidad la escuela “más que una transformación ha sufrido una deformación”
Claudia es docente y tiene 50 años y le toco realizar su escuela primaria y secundaria en la década del 70 o como ella dijo “me toco ser una alumna del proceso” refiriéndose a los años en los que Argentina estuvo bajo la dictadura militar, sobre la función de la escuela en esos momentos dijo “y supuestamente la escuela era la encargada de formar ciudadanos responsables pero eso era el cartel o lo que estaba escrito en el papel, todos los que vivimos la dictadura sabemos que la función de la escuela era diezmar pensamiento, por eso esas materias como filosofía y psicología eran como huecas, se las veía así por encima sin profundizar demasiado en contenido, se le prestaba mucha atención a las ciencias exactas o sea matemáticas, física… y realmente era como si estaríamos en el ejército, los varones debían usar el pelo corto y las mujeres recogido, se cumplía o se cumplía con los horarios”. Para ella el profesor que más autoridad tenia era al que los alumnos más temían por su particular sistema de puntos que disminuían o aumentaban de acuerdo al estudio y que eran computados en la nota final, lo cual a ella le parecía injusto porque a veces por media centésima podías llegar a reprobar la materia “el no tenía en cuenta el esfuerzo o tus limitaciones, hacia cumplir sus sistemita a raja tabla pero jamás volvía a explicar algo que no se entendía, muy diferente a mi profe de lengua, ponía limites sin pronunciar ni siquiera un No y se notaba que sabía tanto y amaba lo que hacía y eso se sentía y hacia que el aprendizaje sea mucho más duradero”. Claudia dice que sus padres solo iban a la escuela cada vez que se los citaba a una reunión y al igual que María, los padres no desautorizaban al docente pero que ya no se impartían castigos físicos “las amonestaciones era algo muy temido, hasta el día de hoy no sé porque le teníamos tanto miedo a un papelucho, capaz era porque como las tenias que hacer firmar por tus padres sabias que si ibas a tu casa con eso te esperaba un castigo diez veces peor… el peor castigo era la expulsión, nunca me voy a olvidar de mi compañero que era el abanderado y un día se puso a dibujar o a escribir en el pizarrón algo relacionado con Perón y la revolución, creo que era un dibujo y cuando la preceptora lo vio se armó tremendo revuelo, casi lo expulsan, le quitaron la bandera al pobre, todo por una estupidez como esa”. Claudia remarca como importante que a pesar de haber asistido a la escuela durante la dictadura militar, la secundaria le dejo como principal enseñanza valores muy sólidos, como el respeto a la autoridad, a los símbolos patrios y deseo de superación. Al preguntarle por la escuela del futuro me dice “no sé, como madre y como docente déjame decirte que lamentablemente siento que la escuela nunca va mejorar, es una pena porque sé que la escuela argentina sigue en pie gracias a los docentes que a pesar de tener sueldos miserables todavía siguen eligiendo las aulas, la profesión del docente argentino es pura vocación… me gustaría una escuela que marque presencia por lo que inculca y no por lo que reparte, que sea valorada y respetada”
Rodrigo tiene 31 años y curso su secundaria entre los años 1997 y 2001 cuando le pregunte sobre la función de la escuela le costó bastante formular la respuesta “es una pregunta que parece fácil de contestar porque todos dicen que a la escuela se va a aprender matemática, lengua, ciencias pero ahora que me preguntas creo que no era solo eso lo que aprendí… va! La verdad no sé, si me preguntas en que año descubrió Colon América no lo sé pero si me decís que te haga una silla te la hago”. Me cuenta que hizo su secundaria en una escuela de barrio y que por la mañana tenían clases y por la tarde talleres de carpintería, música, herrería, corte y confección y teatro. “El colegio era muy humano, tenía una función muy social, importaba mucho el compañerismo y la competencia sana… en el colegio había un sistema que se llamaba INTERTRIU, cuando vos entrabas a primer año te asignaban así al azar un animal, ya sea pelicano, tucán o cóndor, representabas a ese animal toda la secundaria y en setiembre una semana antes del día del estudiante se hacían las olimpiadas deportivas, de estudio y recreación en donde los grupos que estaban representados por estos animales competían en diferentes actividades, atletismo, futbol, olimpiadas de matemática, obras de teatro
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