La Funcion Educadora Familiar
Enviado por serdom • 12 de Noviembre de 2012 • 1.950 Palabras (8 Páginas) • 718 Visitas
LA FUNCIÓN EDUCADORA FAMILIAR
La familia educa múltiples facetas de la personalidad, a distintos niveles. Los más superficiales de estos niveles (Educación intelectual, Educación cívica, Educación estética, etc.), son los que pueden confiarse a otras instituciones sociales, como a la escuela. Los más fundamentales, en cambio, como la intimidad y el calor familiar, es muy discutible que puedan transferirse.
Lo que de un modo más insustituible ha de dar la familia a un niño, es la relación afectiva y más cuanto más pequeño es el hijo. En los primeros años de su vida esa corriente afectiva es para él, una verdadera necesidad biológica, como base de la posterior actividad fisiológica y psíquica. Se le inducen actitudes y habilidades necesarias (andar, hablar, respuesta afectiva -sonrisa-, etc.), que, sino se educan en el momento oportuno, luego ya no es posible imprimirlas en el niño.
A medida que el niño va creciendo, cuenta menos el papel condicionante del afecto materno y el familiar para dar creciente entrada a factores externos a la familia, aunque la primera situación nunca llega a romperse del todo.
El papel de la familia consiste en formar los sentimientos, asume este papel no enseñando, sino contentándose con existir, es decir, amando; y la acción educadora se extiende a los padres tanto como a los hijos. Esta formación de los sentimientos abarca: Educación de las relaciones humanas, Educación religiosa, Educación sexual, Educación estética, Educación moral y Educación de la sensibilidad. Si en estas cosas falla la familia, es dudoso que alguien más pueda sustituirla. También compete a los padres el educar la voluntad de sus hijos su capacidad de esfuerzo, de entrega y de sacrificio, su espíritu de cooperación y su capacidad para el amor.
Otros ámbitos de la educación familiar
La socialización es una de las formas básicas y esenciales de la Educación familiar. El niño entra en contacto con los demás empezando por el contacto con sus familiares. Al niño se le exigen una serie de comportamientos , con lo cual se le internalizan las normas sociales: esto forma parte de la Educación, pues así le hace controlar su "temperamento", posibilitando la aparición de su carácter.
La primera etapa de socialización ha de ser completada con el posterior contacto con personas externas a la familia: el grupo de amigos y, sobre todo, la relaciones entabladas en la escuela.
La acción de otras instituciones sociales, ha de consistir sobre todo en cultivar la semilla plantada por la acción familiar. La familia es una magnífica escuela de Educación permanente. Estableciendo en ella un buen clima cultural, un buen nivel de diálogo y una alta calidad de convivencia, todos sus miembros se verán estimulados a trabajar en su perfeccionamiento personal.
La familia se ve sujeta a posibles y frecuentes fallos y defectos que la incapacitan para desempeñar bien su función educadora. Entre tales fallos podemos mencionar el echo de limitaciones económicas (del cual hablaremos a continuación), culturales o sociales que coartarán las posibilidades de Educación de los hijos; desequilibrios afectivos, perturbaciones ambientales o anomalías personales de los padres que marcará quizás para siempre el tono de sus hijos.
Relaciones familiares y educación
LOS ROLES PARENTALES. En las relaciones familiares y Educación, se hallan diversos roles familiares. Esos roles se forman en parte en la naturaleza, pero es la cultura de cada sociedad quien más contribuye a determinarlos. Es muy frecuente que el padre personifique la autoridad, y la madre, el afecto. La exageración o exclusivismo de ambos roles es muy perjudicial para una buena Educación de los hijos. El padre ha de tener autoridad con cariño, y la madre, cariño con autoridad.
En el tipo de rol que cada padre y madre tratan cuenta la experiencia que tuvieron en su edad infantil, la cultura adquirida, las costumbres de la propia clase social y las normas pedagógicas aprendidas.
LAS RELACIONES PADRES-HIJOS. En el caso de las relaciones padres e hijos los fallos pueden venir tanto de unos como de otros; pero siendo los primeros los que por definición, no deberían tenerlos. Veamos casos más frecuentes y lamentables en los que pueden establecer relaciones indeseables y antipedagógicas:
1) Padres autoritarios. Hay personas que necesitan colmar sus frustraciones dominando a los demás y teniendo los sujetos a su voluntad. La situación de los padres puede posibilitarles el convertir fácilmente a sus hijos en víctimas de sus necesidades despóticas. Causa sufrimiento al niño, lo perjudica y lo trata con injusticia.
2) Padres permisivos. Es el caso contrario. Hay padres flojos y tolerantes que son incapaces de poner límites a las pretensiones excesivas de algunos hijos. El resultado es que, a parte de malcriar a los hijos, los defraudan profundamente.
3) Padres represivos. La familia reprime muchas cosas en los hijos, precisamente las que la sociedad obliga a reprimir. Algunos ven en esto un mal; puede verse igualmente un bien; todo dependerá del tipo de represiones del que se trate.
4) Padres explotadores. Algunos padres, en vez de considerar su misión como la de posibilitar el lanzamiento de sus hijos para que realicen su conquista personal de la vida, tratan de sacar de estos el partido que puedan en el cultivo de sus propios intereses individuales.
5) Padres inhibidos. Son los que no cultivan la relación con sus hijos. Se encierran en un mutismo, descuidan los problemas y las ilusiones de sus hijos.
6) Padres protectores. Cultivan demasiado la relación con los hijos, en el sentido de que llegan a decidir por ellos y a imponerles un ritmo de vida perfectamente prefabricados y dulcemente asfixiante.
Según Groothoff "las relaciones entre padres e hijos son irreversibles". Los padres han de existir para sus hijos, y no estos para aquellos. Esta relación irreversible entre padres e hijos es propiamente la fuente de la hominización: se experimenta el amor y se enseña a amar, uno es tratado responsablemente y enseña a ser responsable.
La familia y su poder moldeador
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