La Gran Etica para Amador.
Enviado por buscarutas • 7 de Diciembre de 2016 • Ensayo • 2.503 Palabras (11 Páginas) • 299 Visitas
Ética para Amador
Fernando Savater
Fernando Savater, filosofo, escritor y activista español, nos presenta “Ética para Amador” pensando en que estas reflexiones sean posteriormente una guía para su hijo, acerca de lo que él piensa de la Ética y no como un manual técnico del tema. “Este libro, no es más que eso, solo un libro. Personal y subjetivo, como la relación que une a un padre con un hijo; pero por eso mismo universal como la relación entre padre e hijo, la más común de todas”. (Pag 12)
La intención de Savater al escribir el libro es realmente la de todo padre que quiere trasmitir a su hijo lo mejor de sí mismo. El aprendizaje basado en la prueba y el error que nos da como resultado una forma de vivir que personalmente podemos definir como decente, segura y respetuosa pudiendo a la vez ejercer nuestra libertad humana responsablemente.
El autor inicia hablando de lo que para él es la base de la Ética: La libertad. Pone por ejemplo la comparación entre los humanos y el resto de los animales y otros seres naturales. Compara la valentía de las termitas soldado africanas, con la valentía de Héctor, en la Ilíada de Homero, al enfrentarse al invencible Aquiles. Las termitas defienden con su vida la invasión del enemigo cuando el resto de la comunidad ya está segura. Las termitas soldado están programadas para esta heroica misión y actúan así porque no tienen remedio que ser tal como son. Nacieron para morir defendiendo su población. En el caso de Aquiles, la cosa es distinta. Un proceso de culturización ha hecho de Aquiles el hombre que es. Se le ha inculcado la valentía, la protección de su pueblo, el amor a su gente, conoce sus tradiciones e historia, el alto valor del deber, era un guerrero al servicio de su pueblo. Pero hay algo, que lo hace diferente a las indomables y valientes termitas: Aquiles puede negarse a ser héroe si lo decide; Tiene la libertad de tomar otro camino que el ya programado desde la infancia. Tiene la Libertad de hacerlo, las termitas no. Savater explica “A diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los hombres podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vivir” (Pag 26). Y agrega que para no equivocarnos tenemos que adquirir ciertos conocimientos o “arte de vivir” que es a lo que llamamos Ética.
Los seres humanos estamos constantemente haciendo elecciones. No podemos cambiar el clima, no podemos cambiar del todo las circunstancias que nos rodean, no podemos cambiar muchas cosas pero si podemos elegir qué hacer ante lo que nos sucede. Savater ejemplifica con una historia de Aristóteles, la forma en que se nos presentan las circunstancias fuera de nuestro control, para las cuales tenemos que tomar decisiones que nos pueden salvar la vida. Cuenta Aristóteles que un capitán llevaba un valiosísimo cargamento de un lugar a otro cuando inesperadamente el barco fue atrapado en una feroz tormenta que lo hizo plantearse un problema a resolver. Tirar la carga y salvar al navío y su tripulación o enfrentar la tormenta y esperar librarla con bien. En nuestra vida constantemente nos enfrentamos a los momentos de decidir por una cosa u otra, por un camino u otro. Los seres humanos tenemos la libertad de elegir una entre dos opciones o incluso no tomar ninguna decisión. Tomar buenas decisiones es lo que nos brindara una buena vida. El autor nos habla de que los motivos o razones que tenemos para hacer algo los llamaremos ordenes (obediencia por amor o miedo), costumbres (rutina) o caprichos (estos motivos brotan espontáneamente), pero que estas motivaciones resultan insuficientes cuando tenemos que tomar una decisión seria. “Nunca una acción es buena solo por ser una orden, una costumbre o un capricho… luego hay que hacerse adulto, es decir, capaz de inventar en cierto modo la propia vida y no de vivir la que otros han inventado para uno” (Pag 42).
Vivir entre humanos requiere responsabilidad. La ética nos enseña a usar correctamente nuestra libertad. Vivir una “buena vida” requiere del compromiso de saber mantener relaciones sanas con la humanidad que nos circunda. Cuando “hacer lo que quieras” se convierte en la gran responsabilidad de escoger personalmente tu camino sin escuchar voces que quieran imponer su voluntad sobre tu destino. “No le preguntes a nadie que es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo. Si deseas saber en qué puedes emplear mejor tu libertad, no la pierdas poniéndote ya desde el principio al servicio de otro o de otros, por buenos, sabios y respetables que sean: interroga sobre el uso de tu libertad… a la libertad misma “(Pag 51)
A base de ejemplos que representan lo bueno y lo malo, lo ético y lo no ético, la virtud, la valentía y otras características muy humanas, Savater va llevando al lector (principalmente a su hijo) a que vaya sacando sus propias conclusiones. Una de las más mencionadas es la historia bíblica de Esaú y Jacob hijos de Isaac, quienes siendo gemelos le correspondió a Esaú por ser el primero en nacer, la primogenitura, que lo destinaba a ser el heredero de Isaac. En una ocasión que llego hambriento del campo, encontró a Jacob cocinando lentejas, el cual le ofreció darle un platillo a cambio de su primogenitura, a lo cual Esaú accedió por el hambre que traía. Con esta historia se ilustra como en ocasiones por el placer momentáneo no cuidamos nuestro futuro. Esaú sacrifico su futuro por lentejas y como recalca Savater “no solo de lentejas vive el hombre”. Esaú vivió el momento, lo cual no es malo, pero a cambio de destruir su prosperidad. Debemos evaluar y decidir. Debemos apostar por la vida que queremos tener. “La ética, lo que intenta es averiguar en que consiste en el fondo, más allá de lo que nos cuentan o de lo que vemos en los anuncios de la tele, esa dichosa buena vida que nos gustaría darnos.” (Pag 66)
Otro punto importante en este libro es lo que se refiere a la imbecilidad moral que es muy diferente al imbécil o al tonto para algo manual, practico o mental. El imbécil moral es aquel que se apoya en las cosas de afuera para vivir o como lo dice su raíz latina “báculus” que significa bastón, o sea que necesita bastón para caminar. Pero no hablamos del discapacitado físico que necesita un bastón propiamente dicho para sostenerse, sino al discapacitado mental, el cojo de ánimo, que no usa la reflexión propia. “Seguro que el mundo está lleno de premios nobel, listísimos en lo suyo, pero que van dando tropezones y bastonazos en la cuestión que aquí nos preocupa (la ética) “(Pag 72). El antídoto para este mal es la conciencia ética, que a fin de cuentas es querer vivir humanamente bien, desarrollando un buen sentido moral, luchar por lo que queremos o desechar lo que no y ser plenamente responsables de nuestros actos. Aquí es donde Savater habla del egoísmo sano, muy diferente al egoísmo egocentrista que nos ciega y no nos hace ser sensibles a las necesidades de nuestro próximo. Querer lo mejor para nosotros es saber que nos conviene para vivir bien y llevar una vida como nosotros la queremos. Cuando traspasamos los límites que nos permiten llevar una buena vida, es cuando nacen los remordimientos, que son el resultado de haber empleado mal nuestro libre proceder. “De modo que lo que llamamos remordimiento, no es más que el descontento que sentimos con nosotros mismos cuando hemos empleado mal la libertad, es decir, cuando la hemos utilizado en contradicción con lo que de veras queremos como seres humanos” (Pag 80) Por lo tanto si quiero vivir bien y sin remordimientos, debo mantener mi responsabilidad en cada una de mis acciones.
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