La Imaginacion.vigotsky

LA IMAGINACIÓN Y EL ARTE EN LA INFANCIA.

Vigotsky en su obra la imaginación y el arte en la infancia (1934) menciona que llamamos tarea creadora a toda actividad humana generadora de algo nuevo ya sea algún reflejo de objetos del mundo exterior o los que vienen acompañados de sentimiento que viven y que manifiestan, se denotan dos impulsos por un lado esta lo que reproducimos que surgen de nuestra memoria creando una imagen asimilándola.

Comprender la gran importancia que tiene la conservación de la experiencia anterior en la vida del ser humano le ayuda a conocer y comprender el mundo que lo rodea, creando y promoviendo hábitos que se repiten en circunstancias idénticas.

Nuestro cerebro es el órgano que conserva y reproduce nuestras experiencias vividas permitiendo al hombre ajustarse a las condiciones establecidas en el medio que lo rodea, si hubiese un cambio nuevo e inesperado la experiencia vivida con anterioridad no despertaría en él la debida reacción adaptadora dando por entendido que un ser vuelto exclusivamente hacia el ayer e incapaz de adaptarse al mañana diferente.

Por otro lado el impulso que cambia y crea donde la imaginación tiene un papel importante aquí no nos limitamos a reproducir impresiones vividas por nosotros mismos dando pie a cambiar, crear y ser capaz de reelaborar con los elementos de experiencias pasadas nuevas normas y planteamientos. Es precisamente la actividad creadora del hombre la que hace de él un ser proyectado hacia el futuro, un ser que contribuye a crear y que modifica su presente.

La imaginación en toda la actividad creadora se manifiesta por igual en todos los aspectos de la vida cultural haciendo posible la creación artística, científica y técnica.

Todo lo que nos rodea ha sido creado por la mano del hombre, a diferencia del mundo de la naturaleza; un mundo cultural ya que este es producto de la imaginación y se vuelve cristalizada.

La creación en muchos sentidos solo es para unos cuantos seres selectos, genios, talentos, autores de grandes obras de arte, de magnos descubrimiento científicos o de importantes perfeccionamientos tecnológicos. Un sabio ruso decía que: así como la electricidad se manifiesta y actúa no solo la magnificencia de la tempestad y en la cegadora chispa del rayo sino también en la lamparilla de una linterna de bolsillo, de tal manera que no solo unos cuantos poseen esta habilidad creadora sino que todo hombre imagina, crea, combina, modifica y crea algo nuevo.

La psicología infantil y la pedagogía mencionan que la capacidad creadora en la infancia tiene importancia en el desarrollo general y en la madurez del niño ya que esto se manifiesta en los juegos que realiza el niño. Los juegos son la reproducción o imitación de lo que ven y escuchan de los mayores. No se limitan en sus juegos a recordar experiencias vividas, sino que las reelaboran creadoramente, cambiándolas entre si y edificando con ellas nuevas realidades acorde a las aficiones y necesidades del propio niño, es decir, una actividad imaginativa.

Para que el niño pueda crear una situación tiene que tener como elemento la experiencia dando como resultado el combinar lo anterior con lo nuevo, las bases de la creación.

Solo el hombre ha podido elevar esta forma de actividad hasta su actual y verdadera dimensión.

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

¿Para qué sirve la historia?

Para que el niño comprenda lo que acontece en el mundo que vive, conocer el porque de sus constantes cambios y los diversos problemas que enfrenta la sociedad (sociales, políticos, económicos y culturales), para ello es importante explorar el pasado para encontrar respuestas.

Al hacerle notar al niño que no solo el presente tiene significado sino que el presentes es producto del pasado y por ello la Historia tiene relevancia ya que aporta los conocimientos, habilidades y valores que facilitan la búsqueda de respuestas a las interrogantes del mundo actual.

El aprendizaje de la historia permite comprender los problemas sociales, para ubicar y darle importancia a los acontecimientos de la vida diaria, para usar críticamente la información y para convivir con plena conciencia ciudadana.

De acuerdo a Prats y Santacana mencionan que el estudio de la Historia sirve para: “facilitar la comprensión del presente ya que no hay nada en el presente que no pueda ser comprendido mejor conociendo los antecedentes. La Historia no tiene la prestación de ser la “única” disciplina que ayuda a comprender el presente, sino el pasado. Y no solo es el relato del pasado, sino el análisis de éste. Sirve para explicar el presente porque ofrece una perspectiva que ayuda a su comprensión”.

Uno de los propósitos principales de la enseñanza de la Historia a lo largo de la educación básica es que el alumno:

Mediante el aprendizaje de la Historia los alumnos comprenden hechos pasados, explican sus causas y consecuencias, sus cambios y continuidades a lo largo del tiempo y de su influencia en el presente. Gracias a esto conocemos la ubicación temporal y espacial de grandes procesos y sucesos históricos sino que van formando una identidad individual y colectiva con ayuda del conocimiento de la cultura propia y la de otros pueblos del país y del mundo.

De acuerdo al enfoque en educación básica se reconoce como a la Historia como la ciencia que estudia las transformaciones que experimentan las sociedades a lo largo del tiempo. Al concluir su formación académica aprenda a pensar históricamente, esto se logra mediante las cuestiones de el por qué de las situaciones actuales dejando de lado el pesimismo que como comenta Hira de Gortari la reflexión de las nuevas generaciones sobre su mundo actual , piensan en el presente, viven en el presente, existen en el presente, que ellos delimitan a través de los medios de comunicación, de sus conversaciones, de su vida, de sus aspiraciones, es algo a corto plazo. Los medios hacen que todo se vuelva presente y, al mismo tiempo, que todo se vuelva efímero.6 Sin embargo, como docentes se puede aprovechar esta tendencia para despertar el interés de los alumnos por el pasado.

Como podemos darnos cuenta, en la educación básica, la historia es un recurso valioso para explicar lo que sucede alrededor de nuestros alumnos y alumnas y para conformar sujetos que tienen una responsabilidad de participación en lo que acontece en el espacio donde viven de forma responsable e informada.

Durante muchos años la enseñanza de la historia su principal propósito era la transmisión de datos la repetición de los nombres de personajes más destacados y la memorización de fechas y lugares, propiciando así un aprendizaje memorístico dejando de lado el pensamiento histórico ni estableciendo

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