La Imaginacion
Enviado por gfh1234 • 14 de Marzo de 2013 • 3.568 Palabras (15 Páginas) • 290 Visitas
LA IMAGINACIÓN.
Fig. 1 Imaginación es la capacidad que tiene la mente humana para representar en el pensamiento las imágenes de cosas o hechos reales o ideales.
A través de la percepción tomamos conciencia del mundo que nos rodea, pero además de esto, tenemos también la capacidad de volver nuevamente a representar en nuestro pensamiento estas vivencias, aunque ya no tengamos ante nosotros el objeto o escena percibidos. Para ello, lógicamente juega un papel esencial la memoria o facultad de recordar.
Mediante la imaginación podemos «ver sin ver», es decir, somos capaces de reproducir en imágenes todo cuanto queramos, ya sea real o falso. Lo mismo podemos repasar en nuestra mente la configuración de nuestra casa, aunque no estemos en ella, como si contemplásemos una fotografía, que inventarnos algo fantástico, como un elefante sin orejas y de color azul.
En la imaginación existen varios grados de claridad, desde imágenes borrosas hasta reproducciones nítidas y exactas a la realidad. Naturalmente esta función variará mucho de unas personas a otras y depende de su potencia intelectual.
Tal vez lo más importante de esta facultad mental sea el aspecto creativo de la misma. Podemos imaginar e inventar sin límite alguno, sabiendo que no tiene por qué ser algo real. Aquí radica uno de los más grandes legados del género humano: el arte. Sin imaginación no existiría la expresión artística en cualquiera de sus modalidades (pintura, música, literatura, etc.). Tampoco existiría el progreso, pues no habría inventores ni investigadores, que fundamentan su trabajo en la imaginación. La imagen inventada se crea en la mente y luego, si es factible, se elabora en la realidad.
Hay dos tipos de imágenes del pensamiento que, por su peculiaridad, merecen ser destacadas:
La imaginación eidética. Es una facultad bastante desarrollada en los niños, pero que se tiende a perder con el crecimiento, aunque algunas personas son capaces de conservarla. Consiste en la capacidad de percibir en la mente una imagen con toda nitidez y exactitud aunque ya no esté presente en la realidad. No sólo se recuerda, sino que se puede ver como si estuviera proyectada en una diapositiva sobre una pared, con gran realismo e incluso corporalidad. Estas personas, así dotadas, son capaces de relatarnos y enumerarnos un sinfín de objetos distintos que previamente les hemos enseñado en una fotografía o un dibujo, todos ellos en posición exacta y con todo detalle. Debe distinguirse la imagen eidética de la alucinación. Mientras que la primera es totalmente voluntaria y el sujeto la distingue de la realidad, la segunda aparece involuntariamente y confunde al que la padece, pues no sabe con seguridad si es real o imaginaria.
La imaginación onírica. Es la que tiene lugar cuando soñamos dormidos. El mundo de los sueños tiene un capítulo aparte y ahora los mencionamos solamente como producto de la imaginación. Durante el sueño no hay un control voluntario de la capacidad creadora de la mente, aunque algunas personas digan que pueden soñar lo que quieren o dirigir sus sueños hacia los derroteros deseados. También deben diferenciarse de las alucinaciones porque éstas ocurren cuando el individuo está despierto.
En el plano afectivo y sentimental de la persona, la imaginación ejerce una función importante. Primero como causante de variaciones en el estado de ánimo: mediante la imaginación podemos provocarnos sentimientos de tristeza o alegría a través de la creación de situaciones o imágenes conflictivas o placenteras. Y en segundo lugar podemos utilizarla en sentido inverso: para atenuar o reforzar una sensación. Cuando nos sentimos deprimidos o «bajos» de ánimo podemos compensar nuestro estado con la fantasía y la ilusión del ensueño («soñar despierto»).
Percepciones, vivencias, conceptos y pensamientos pueden ser combinados, en definitiva, constituyendo uno de los fenómenos psíquicos más enriquecedores de la esencia humana.
La actividad imaginativa se caracteriza por la capacidad de crear mundos fantásticos íntimos y propios donde el sujeto es generalmente el protagonista y donde no existe ni límites ni restricciones de ninguna clase para el impulso de su libertad. Fundamentalmente consiste en formar representaciones de objetos, cosas situaciones o afectos, etc. en ausencia de esos objetos o cosas.
Pero la actividad imaginativa no es sólo una representación y actualización del pasado, sino que abarca también la posibilidad de proyección en el futuro de anticipación en ese mismo futuro, de la construcción de utopías y de la liberación del estrecho horizonte del presente.
La imaginación como actividad reconstructora y anticipadora.
Fig. 2 Mediante la actividad imaginativa podemos realizar dos funciones de máxima
importancia en el psiquismo humano
• La reconstrucción del pasado: Gracias a la imaginación construimos un mundo íntimo, propio y nuevo. El pasado se hace presente con la ayuda de la memoria, recobrando una vida nueva y original mediante la actividad imaginativa. La riqueza variedad y libertad de la imaginación hacen posible la reconstrucción de experiencias pasadas conscientes como inconscientes, donde la única ley que impera es la de la satisfacción personal, rompiendo los moldes de lo real y las rígidas relaciones de la causalidad (no casualidad) o las fronteras del espacio y del tiempo.
• La anticipación del futuro: La anticipación es el aspecto más creativo de la imaginación y por supuesto el más original mediante la anticipación podemos imaginar cosas, mundos, situaciones y experiencias jamás realizadas. La anticipación salta por encima de los estrechos horizontes de la vida cotidiana y se eleva por encima del aquí y del ahora. Ya no es el pasado o el presente los que cobran vida sino el futuro.
Factores de la imaginación.
Fig. 3 La imaginación, como cualquier otra actividad humana depende
de distintos factores que influyen en ella, al tiempo que la condición.
• Factores de tipo interno: Son las tendencias individuales, el tipo de asociación, el estado de humor, las experiencias anteriores, etc., por ejemplo, las distintas formas de la sensibilidad dan como resultado los distintos tipos de fantasía: fantasía visual, como la del pintor; auditiva, como la del músico; cenestésica, como la de los acróbatas.
• Factores de tipo externo: Entre estos hay que enumerar lo estímulos, situaciones, elementos, y circunstancias exteriores que potencian, provocan y afectan de alguna manera a la fantasía. Tomemos como ejemplo el arte. La imaginación artística se ve influida por
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