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¿La Inclusión Educativa o La Integración Educativa...?


Enviado por   •  24 de Agosto de 2022  •  Documentos de Investigación  •  1.428 Palabras (6 Páginas)  •  84 Visitas

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¿La Inclusión Educativa o La Integración Educativa…?

Erika Martínez Dorantes

De tal manera, si les decimos: "La prueba de que el principito ha existido está en que era un muchachito encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se existe", las personas mayores se encogerán de hombros y nos dirán que somos unos niños. Pero si les decimos: "el planeta de donde venía el principito era el asteroide B 612", quedarán convencidas y no se preocuparán de hacer más preguntas. Son así. No hay por qué guardarles rencor. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas mayores. Pero nosotros, que sabemos comprender la vida, nos burlamos tranquilamente de los números. A mí me habría gustado más comenzar esta historia a la manera de los cuentos de hadas. Me habría gustado decir: "Era una vez un principito que habitaba un planeta apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo…" Para aquellos que comprenden la vida, esto hubiera parecido más real.

Saint - Exupéry

        Los ciclos escolares desde aquel 2001, año en el que egresé de la Normal de Especialización en el DF y en el que llegué aquí a esta ciudad pequeña pero inundada de gente, sobre todo acogedora, han ido y venido y en cada uno, dado mi profesión he encontrado una enorme población buscando un espacio para su “Principito” o “Principita”, que no son lo mismo que los príncipes y princesas en sentido literario, éstos últimos tienen sus castillos y sus corceles y algunos hasta sus pajes.

Los “principitos” a los que hago alusión son aquellos que en voces de madres y padres de familia se describen así:

  • Vaga por la escuela y los baños, es distraído (a), pero sabe muchas cosas, ya le estamos dando el medicamento, pero no permanece en el salón, la maestra dice que si aprende, pero no lo puede andar correteando y tampoco dedicarse solo a él.

Este diálogo permanece, son padres que han saltado de un psicólogo a otro, de un maestro de regularización a otro, de un neurólogo a otro y muchos más profesionistas involucrados con la rama educativa, ¿Y la Integración educativa? ¿Y la Inclusión Educativa?, Y la Reforma de Educación Básica Integral, ¿qué trajo para la Educación Especial?    

 Que cuestionamientos, en sí casi nadie tiene respuesta para ellos… lo digo con humildad, pues sí he encontrado muchas respuestas en el plano del discurso educativo y hasta político en cuanto al México inclusivo que brindará oportunidades totales a la Diversidad, sin embargo en la práctica, en la realidad, encuentro a compañeros docentes, angustiados y hasta desesperados, indagando ¿Cómo atender?, ¿Por dónde empezar? ¿Cómo evaluar? a estos niños que yo les llamo “Principitos”, siempre queriendo y observando cosas diferentes a las del resto de los alumnos, levantándose del mesa banco, pidiendo permiso para salir al baño a cada rato, aprenden lo que no debieran y deben lo que no aprenden, por ahora.

Con frecuencia comentan los compañeros frente a grupo:

  • Yo creo que este niño es de Educación Especial…

Es aquí en donde quisiera mencionar, el término “Educación Especial”; tradicionalmente ha sido utilizado para designar a un tipo de Educación diferente a la Ordinaria, que transcurría por un camino paralelo al de la educación general, así que algunos niños que eran diagnosticados con algún síndrome, discapacidad o minusvalía, eran canalizados a la unidad o Centro Especifico, en mi opinión esto no solo permitía llamarle al pan, pan y al vino, vino… por decirlo de alguna manera.

Al hablar de un niño con Síndrome de Down nos permitía en espacios especiales atenderle, con personal especializado y con respeto a sus características y necesidades específicas, sin embargo la Inclusión Educativa en atención a la no segregación y la etiquetación, le llama únicamente “La Diversidad”, y ello es tan infinitamente Diverso que termina por violentar sus derechos al interior del aula, cómo sucede también con nuestros niños indígenas, a mayor inclusión, mayor negación de su individualidad, particularidad y necesidad:[pic 1]

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Hay dos aspectos que no pueden pasar desapercibidos, el primero es, la negación del derecho a recibir educación especializada en razón de las necesidades de los alumnos, y el segundo la exigencia, al docente frente a grupo de convertirse en un todólogo, que adicional al trabajo administrativo solicitado por las autoridades educativas, ahora tendrá que especializarse en cada uno de los síndromes, necesidades, dificultades de aprendizaje y discapacidades, y me disculpo por no llamarles diversidad, como el modelo de Inclusión Educativa nos Plantea tan románticamente, en razón de que cada alumno especial nos obliga a la no generalización.

Renau menciona que las aulas muy numerosas no benefician a la Integración, a) los grupos numerosos dificultan la creación y mantenimiento del sentido de pertenencia a un grupo y b) la actitud del profesor en grupos muy numerosos tiende a exigir conductas fácilmente controlables y, por tanto homogéneas.

El modelo de Integración Educativo, anterior al de Inclusión Educativa marcaba algunas diferencias que me parecen innegables, mantenía una claridad entre conceptos a atender y la paulatinidad con la que podían irse familiarizando tanto el alumno como la escuela, pues nunca negó que la escuela en conjunto con los padres y los especialistas harían cada uno su parte para lograr la calidad de vida en nuestros alumnos con Necesidades Educativas Especiales y/o Discapacidad, y no se había consolidado éste cuando se habló de Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad.

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