La Leyenda De Ager
Enviado por DenyWondyRios • 10 de Abril de 2014 • 4.258 Palabras (18 Páginas) • 295 Visitas
La Leyenda de Ager
Por: Lisa Denisse Rios Pecina
CAPITULO I
Ager y la decadencia
Nadie sabe con exactitud el tiempo ni el espacio en que esta historia sucedió, pero cuentan los ancestros de un lejano planeta llamado Ager. Era inmenso, casi 100 veces más grande que nuestro planeta. Ager estaba lleno de árboles inmensos que cantaban, corrían y vivían felizmente ahí, se llamaban los Longevi, de los cuales el más grande y viejo y fuerte era el sabio Wali Manu. El y su esposa se encargaban de resolver los problemas que de vez en cuando sucedían en Ager, y de cuidar y proteger a todos los Longevi. Era un planeta maravilloso, los años en Ager eran como horas,
Pero un día llego la decadencia a Ager, los árboles y animales comenzaron a morir uno a uno, ya que nadie labraba sus tierras y cuando no llovía no había quien les diera agua, y ellos eran demasiado grandes y torpes para hacer esos trabajos. Wali Manu y su esposa estaban muy preocupados porque quedaban muy pocos árboles y animales. Conforme se iban extinguiendo se empezaron a agrupar todos cerca de Wali Manu hasta que solo quedaron él y su esposa, pero un día, al igual que los demás, murió, y Wali Manu quedó solo en Ager junto con algunos animales débiles y cansados. Si el último Longevi moría el planeta entero desaparecería, ya que ellos eran la fuerza de vida de Ager, de alguna manera habían un pedazo de corazón de Ager en cada uno de ellos, así que Wali al ver que era el último de su especie y con la tristeza que sentía por la muerte de su esposa, decidió plantar sus raíces, endureces sus ramas y tronco y no volvió a moverse. Esto fue muy duro para Wali Manu, porque no solo perdió a su esposa y amigos, sino sus esperanzas y su libertad, la cual difícilmente recuperaría, pero era algo que hizo para que Ager no se destruyera, como las tortugas se meten en un caparazón cuando no hay alimentos, o los osos en una cueva cuando llega el invierno, eso fue lo que él hizo estando consiente de que su final se acercaba cada vez más.
Una de las 4 lunas de Ager, la que siempre estaba observándolo curiosamente, vio la decadencia y se preocupó tanto que recurrió a las demás lunas presentándoles el problema, pero este no pareció importarles en lo absoluto.
-Haz lo que quieras- Dijeron ellas – ese viejo planeta no nos interesa, es más, desde ahora te otorgamos a ti todo poder que nosotras tenemos sobre Ager, ahora no necesitas recurrir a nosotras para hacer algo, puedes hacer lo que quieras-.
Entonces la cuarta luna envió una lluvia fresca y llena de vida. Los animales se recuperaron, las plantas reverdecieron, y los lagos y mares se llenaron otra vez cual nunca antes. También los arboles reverdecieron y aunque se veían sanos y fuertes, no volvieron a moverse ni con la lluvia de luna.
Capitulo II
La semilla y el cachorro
Pero faltaba algo para que no volviera a pasar eso en Ager, así que le pidió a 400 estrellas que estaban a su alrededor que le regalaran un suspiro cada una, y todas dieron el suspiro más grande que pudieron. La cuarta luna los junto todos y los envolvió con un poco de su esplendor. Después buscó en Ager una semilla, si, una semilla. Normalmente ellas son tan calladas, pero esa noche, entre el sonido de grillos, ranas y el crujir de los árboles se escuchó el primer suspiro de una semilla. Había muchas semillas que habían llegado después de la lluvia, pero solo una había sobrevivido a la decadencia, lo que le dijo a la luna que era fuerte, persistente, valiente y con un espíritu puro e impenetrable. Por eso fue la elegida para poner en ella los suspiros y su esplendor dándole vida y un cuerpo parecido al de los humanos pero más fuerte y con la capacidad de cambiar su forma humana a la de cualquier tipo de planta, flor o árbol en el momento en que ella lo deseara, y ya que originalmente era una semilla podía entender todo lo que decía, pensaba o sentía el bosque. Ella era pálida como el brillo de la luna, su piel era fresca y suave como una brisa de diciembre, pero sus labios rojos y cálidos como una puesta de sol, sus ojos eran como un par de avellanas cafés y su cabellera una larga y rizada enredadera con hojas muy suaves y verdes. La creación la llamo Deny.
Después puso también un poco más de su esplendor en un joven lobo llamado Mokari, que también había sobrevivido siendo solo un cachorro, haciéndolo grande como un caballo y fuerte como 100 hombres, pero él no se convertía en planta ni flor, más bien podía correr tan rápido como el viento, y sin que te dieras cuenta, desaparecía de tu vista tomando forma de una fuerte y rápida brisa. Y por si fuera poco, encargo a las estrellas que estuvieran lo más cerca posible de Wali Manu, ya que ellas serían las mensajeras entre Deny y la cuarta luna, si Deny quería decirle algo, solo tenía que subir hasta la cima de Wali y llamar una estrella para darle su mensaje.
Pasaron 418 años, y Deny, con la ayuda de Mokari, hizo muy buen trabajo ya que el bosque crecía cada vez más y más, todo crecía frondoso, alegre y cada vez había más árboles, y en sus tiempos libres, Deny gustaba de subir a Wali Manu y enviarle estrellas mensajeras a la luna, con quien estaba eternamente agradecida y por quien tenía un fuerte sentimiento.
“Querida amiga luna:
Hoy fue un día muy tranquilo, ya que últimamente no hay mucho trabajo, por eso vine aquí contigo a platicar espero no estés muy ocupada atendiendo tus asuntos lunares o algo así.
Wow, cada que subo este árbol me siento más vieja, cada vez me canso más al subirlo, digo, tampoco me ayuda mucho el hecho de que mida mas de 400m de altura . Perdón por no venir ayer pero sabes, estoy muy feliz porque ayer nacieron los cachorros de Mokari, son 2, un macho llamado Tau y una hembra a quien llamaron Oona. Yo estuve ayudándole a su esposa a tenerlos y a cuidar a los cachorros, ya que para eso me enviaste ¿no? Pero aunque hicimos todo lo posible para impedirlo la esposa de Mokari murió después del parto.
Pero cambiando de tema, tengo algo que confesarte. Hace años, recién que llegue aquí los árboles me contaron la historia de Ager, pero ni siquiera puedo imaginarlo, ha de haber sido maravilloso verlo en todo su esplendor, y desde entonces decidí trabajar cada día para volver a ver a Ager como era antes. Esa es mi motivación, espero que estés conmigo en esto porque sin tu ayuda no lo lograre.
Por cierto, no estaría mal que me enviaras una ayudita, ya que la que tengo estará muy ocupada, tal vez alguien de mi especie o lo que sea.
Bueno pues espero que estés muy bien. Tratare de venir mañana otra vez, espero que Mokari me ayude a llegar hasta arriba para no tener que subirlo a pie, aunque con eso de sus nuevos cachorros lo dudo mucho.
Te quiere y te
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