La Leyenda De Cantuña
Enviado por dracometal • 11 de Diciembre de 2014 • 2.085 Palabras (9 Páginas) • 2.047 Visitas
QUITO LEYENDA
CANTUÑA
KITU MILENARIO
Guión
ACTO 1: la gente camina por la plaza de San Francisco en sus actividades cotidianas al caer la tarde, pasan frente a iglesia inconclusa, se santiguan y piden a Dios que termine pronto la obra para su propia honra.
MÚSICA:
TELÓN 1:
NARRADORA: Quito, ciudad en medio de los Andes, ciudad milenaria, heredera de la cultura Kitu Cara y de la cultura inca, ciudad mestiza, ciudad indígena, ciudad inmortal.
En los primeros tiempos de la colonia, cuando aún se estaban levantando los hermosos templos religiosos, entre ellos la iglesia de San Francisco, la gente que transitaba por las calles y las plazas quiteñas -recientemente dibujadas por mano española- representaban características propias del proceso agresivo de la colonia y posterior mestizaje: así caminan altivos algunos españoles autodenominados blancos, caminan inclinados bajo el peso de mil oficios muchos indígenas, ponderos que llevaban agua a las casas, sirvientas, cargadores, hierbateras, barrenderos, leñeros, carboneros, acompañantes, pajes para todo llevar, también caminaban los mestizos con la mirada ambigua perdidos en un querer se blancos y no poder, y en un deseo de abandonar lo indígena y no decidirse, junto a todos ellos, también caminan: beatas, monjas, monjes, curas, obispos, prelados … todos autodeclarados santos en este suelo andino, ese era Quito…
ACTO 2: Suenan las campanas que anuncian las seis de la tarde, por el lado opuesto de la plaza muy lentamente avanza un saxofonista tocando una musical tradicional quiteña, todo los personajes que pueblan la realidad se apresuran a salir de la plaza por lados, un telón negro va cubriendo el atrio….tras del músico avanzan muchos personajes de leyendas; la dama tapada, el borracho del gallo de la catedral, un cortejo fúnebre llevando al padre Almeida y así todos cruzan la plaza camino a la iglesia, al final de la lectura todos gritan: Quito leyenda y finalmente cuando están por llegar una terrible risa hace que todo el mundo se apresura a desaparecer por los lados de la iglesia junto con el músico.
MÚSICA: ________________________________________________________________
TELÓN 1: El telón va subiendo poco a poco desde el inicio de la narración de este acto.
NARRADORA: Quito, ciudad colonial, Quito ciudad de misterio: al caer la noche se transforma, muta…cambia…por sus antiguas calles, por sus milenarias plazas… aparecen personajes de leyenda, van poblando todos los rincones, todas las esquinas, todos los portones…hablan entre ellos... se reúnen, planean a quien asustar: nos llaman y nos dicen: Mariangula…Marianguuuula… devuélveme las tripas y el puzún que te robaste de mi santa sepultura…el cristo empotrado en la pared nos vuelve a preguntar: hasta cuando padre Almeida y nosotros necios le respondemos: hasta la vuelta mi señor. Miramos pasar frente a nosotros nuestra muerte…y nos quedamos llorándonos, extrañándonos cuando vivos….una dama muy bella nos toma de la mano nos dice con la voz más tierna jamás escuchada: usted qué quiere de mi señor… y nosotros le respondemos: solo un beso, solo un beso y ella levanta su velo y miramos la muerte frente a nosotros acusándonos de llevar una vida ligera y no escuchar a nuestras madres…por aquí y por allá están los duendes, pequeños diablos que nos quieren mostrar otros caminos…el gallo de la catedral con mirada furiosa vigila nuestros pasos…eso es QUITO al caer la noche…Quito tras la neblina que todo lo va ocultando, es: (gritan todos) QUITO LEYENDA.
ACTO 3: Inicia con la atronadora risa del diablo mayor, que no se le ve, solo dos diablos menores limpian el camino por donde van a entrar hasta llegar al atrio. Dos frailes franciscanos llegan a la plaza conversando el uno con el otro muy preocupados…tienen planos en las manos, miran a los lados buscando a Cantuña que no aparece… Cae el telón, cuando los monjes llegan frente al atrio y muchos trabajadores mueven carretillas, clavan, suben andamios, mueven tablas, amarran cuerdas….finalmente llega Cantuña apresurado pues llega un poco tarde. Los monjes increpan a Cantuña y luego abandonan la plaza muy molestos.
MÚSICA:________________________________________________________________
TELÓN: _________________________________________________________________
NARRADORA: Hace mucho tiempo, en los primeros años de la vida colonial de la ciudad de Quito, se cuenta que los primeros frailes franciscanos habían contratado a un indígena conocido con el nombre de Cantuña para que construyera el atrio de lo que sería el hermoso Convento dedicado a San Francisco de Asís. Cantuña, llevado por la emoción, el ansia de gloria o sólo por honrar a Dios, cometió la locura de firmar un contrato para construir tan grandiosa obra...sin darse cuenta que no alcanzaría a terminar la construcción en el plazo establecido.
Monje 1: Hermano (de espaldas al atrio) Fermín necesitamos terminar el atrio de este templo… nos estamos demorando mucho…este Cantuña nisiquiera está aquí
Monje 2: Es verdad hermano Francisco, esto es imperdonable… este atrio no puede demorarse un minuto más.
Cantuña: Perdonen padrecitos…estaba buscando más trabajadores para cumplir con esta importante obra de Dios.
Monje 1: Vámonos hermano Fermín…esto es intolerable
Monje 2: (Alejándose y en voz alta), Cantuña mañana vence el plazo…no sé qué hagas pero debes terminar el atrio esta noche…indígena del demonio.
ACTO 4: Los trabajadores van saliendo uno por uno totalmente extenuados y desaparecen hasta que no queda ninguno. Muy despacio el atrio se va llenando de diablos ocultos, gateando que se quedan acostados, Cantuña frente al atrio de rodillas…llora y suplica a Dios. Aparece el Diablo con quien hace un trato a cambio de su alma. Los diablos que estaban acostados, poco a poco se van levantando. Cuando firma Cantuña el contrato todos trabajan frenéticamente. Quien pasa el contrato para la firma es un diablo menor.
MÚSICA:________________________________________________________________
TELÓN: _________________________________________________________________
NARRADORA: Muy angustiado...fatigado de tanto trabajo...consumido por la fiebre y por los temores, Cantuña, pensaba en cómo hacer para terminar la obra hasta la mañana siguiente. Y en la noche del último día…faltando pocas horas para que se cumpla el plazo, sentía que todo estaba perdido y que en el siguiente día iría a parar a la cárcel por haber incumplido el contrato con los franciscanos. Los sueños de dicha y de grandeza del pobre indio
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