La Leyenda De Hernan
Enviado por demyse31 • 7 de Agosto de 2013 • 337 Palabras (2 Páginas) • 417 Visitas
ALBORADAS
Cual de un sol moribundo los reflejos,
cual de extranjera playa, de allá lejos
viene el recuerdo de mi edad primera.
¡En el espacio azul, qué resplandores,
qué arrebol entre nubes de colores!
¡Dadme volver atrás! ¡Ah, si volviera!
Aún miro, como en sueños, alto monte
cerrando el horizonte;
una heredad perdida en la arboleda,
y entre juncos el río, en curso blando,
al umbral de la granja murmurando. . .
¡Sólo una sombra de esos tiempos queda!
Mis hermanos y yo, por esas lomas,
de yerba en flor - bandada de palomas
nacidas a la sombra del olvido,-
al resplandor de la primera aurora,
subimos con la mente soñadora
al cielo, desde el nido.
La luz de la mañana
ya cruza mi ventana
en brilladores haces transparente
y rocío sutil aglomerado
por el opuesto lado,
cubre las hojas del cristal luciente.
En el alma aún presentes las visiones
de otro mundo y los sones
de un himno oído en inefable ensueño,
¡cómo a la voz materna
el niño se prosterna,
rebelde a los estímulos del sueño!ALBORADAS
Cual de un sol moribundo los reflejos,
cual de extranjera playa, de allá lejos
viene el recuerdo de mi edad primera.
¡En el espacio azul, qué resplandores,
qué arrebol entre nubes de colores!
¡Dadme volver atrás! ¡Ah, si volviera!
Aún miro, como en sueños, alto monte
cerrando el horizonte;
una heredad perdida en la arboleda,
y entre juncos el río, en curso blando,
al umbral de la granja murmurando. . .
¡Sólo una sombra de esos tiempos queda!
Mis hermanos y yo, por esas lomas,
de yerba en flor - bandada de palomas
nacidas a la sombra del olvido,-
al resplandor de la primera aurora,
subimos con la mente soñadora
al cielo, desde el nido.
La luz de la mañana
ya cruza mi ventana
en brilladores haces transparente
y rocío sutil aglomerado
por el opuesto lado,
cubre las hojas del cristal luciente.
En el alma aún presentes las visiones
de otro mundo y los sones
de un himno oído en inefable ensueño,
¡cómo a la voz materna
el niño se prosterna,
rebelde a los estímulos del sueño!
Y melodioso trino,
célico acorde, cántico divino,
Y melodioso trino,
célico acorde, cántico divino.
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