La Leyenda De Tantalo

LA LEYENDA DE TÁNTALO

Cuentan los escribas que un día la humanidad indignada con los dioses, eligió al mejor estudiante de su generación, Tántalo I y lo envió al Olimpo a reclamar justicia.

Tántalo encontró a Zeus rodeado por su corte y le dijo:

_ Señor, aunque muchos favores nos has prodigado, vengo a pedirte que nos auxilies una vez más. Recordarás que cuando creaste a lo mortales asignaste a Prometeo y Epimeteo la tarea de repartir dones y habilidades. Epimeteo realizó la distribución y Prometeo se reservó la función de evaluar los efectos del reparto. Epimeteo intento equilibrar las cualidades y a quién dio valor y fuerza no le otorgó velocidad, a quienes hizo débiles les proveyó de alas o de un habitat inaccesible. El problema fue que al llegar al hombre, Epimeteo lo dejó incompleto. Gracias a Prometeo que examino la tarea de su compañero y robó a Hefestos y Atenea el secreto de las artes y el fuego, el hombre posee la ciencia que le permite alimentarse y conservar la vida. No obstante las artes y las ciencias, gracias a las cuáles los humanos hemos sobrevivido, necesitan ser aprendidas. Por esta razón, tu con tu infinita bondad nos has dotado de una larga infancia y de la capacidad de aprender. Sin embargo aprender resulta una tarea fatigosa y más aún cuando nadie sabe cómo enseñar. Te ruego nos ayudes a aliviar esta carga.

Zeus conmovido ante la súplica, miró a su alrededor y decidió enviar a la Tierra a Pandoro, uno de los siete sabios de la corte. Antes de su viaje Pandoro habló de lo que pensaba hacer:

_ Por el relato de Tántalo I, es evidente que los humanos conocen sus necesidades. Esto los motiva naturalmente para aprender Por lo tanto solo debo instruir a los profesores para que adopten una actitud permisiva y abierta a los intereses de los estudiantes. Mi lema será "Dejad hacer al estudiante lo que anhele"

Las parcas tejedoras del destino humano tomaron nota de este acontecimiento que sin duda alteraría la trama de lo que tejerían en las próximas generaciones.

La humanidad observó que los sabios principios de Pandoro se desvirtuaban al ser aplicados por los profesores. Al cabo de un tiempo decidieron enviar a Tántalo II, el mejor estudiante de la época, a ver nuevamente a Zeus.

Tántalo II llegó al Olimpo y dijo:

_ No hay uniformidad en la transmisión de la cultura. Los principios de Pandoro crearon una gran Torre de Babel, donde maestros y alumnos vagan desconcertados. No dudamos que para los dioses, los principios de Pandoro son suficiente, pero a los simples mortales no nos bastan. Por favor, ayúdanos.

_Por lo visto enseñar es una actividad compleja _ comentó Zeus, quien inmediatamente buscó a un segundo sabio para enviar a la Tierra y le pidió que le explicará qué pensaba hacer.

Narciso, el segundo sabio, explicó:

_ La lógica es lo único importante. Para que la enseñanza sea eficaz, se debe aplicar rigurosamente la lógica de cada disciplina. Esto conducirá al progreso y dará como fruto la adquisición de contenidos sólidos. Se aprenden más fácilmente los contenidos ordenados que los desordenados.

Las parcas tejedoras del destino registraron el acontecimiento. Era indudable que Narciso, reconocido por su excesivo amor al conocimiento, modificaría la trama que deberían tejer en adelante.

Varias generaciones pasaron hasta que Tántalo III, el mejor estudiante de su época, fue enviado a ver a Zeus con nuevas demandas.

_ Señor _ comentó Tántalo _ los profesores se han alejado de los alumnos. Son eruditos en sus materias pero ya no les interesan sus estudiantes. Se ofenden cuando no comprendemos su imponente y bella lógica y no admiten nuestros errores. No dudo de los sabios principios de Narciso,

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