La Manipulacion
Enviado por gato261290 • 13 de Marzo de 2014 • 5.246 Palabras (21 Páginas) • 318 Visitas
ENSAYO
LIBRO: “La manipulación”
AUTOR: Jacques Regard
OBJETIVOS:
* Descubrir los tipos de manipulaciones que existen en las personas.
* Determinar la aplicabilidad que tiene la lectura del libro “La Manipulación”
* Aplicar tanto en la vida laboral como profesional el mensaje del libro leído.
La manipulación no es una fatalidad. Nadie está obligado a pasarse la vida sufriendo la voluntad de nadie.
Todos somos seres humanos que tenemos sentimientos y creo que tenemos un cierto límite para esperar por ciertas personas, tal vez sea esperando que cierta persona cambie su actitud o haga promesas que quizá jamás las llegue a cumplir, pero lo único que me queda bien en claro es que de todas las acciones que nosotros cometemos, nosotros mismos somos responsables de los resultados que tendremos después de un tiempo, ya sea este corto o largo.
En el transcurso de nuestra vida por la tierra vamos conociendo a muchas personas de las cuales muchas de ellas son diferentes, tienen diferentes personalidades, caracteres, cada ser humano es un mundo diferente pero tal vez sea un valor o un defecto de muchas personas que son manipuladoras.
Existen tres tipos de manipulación que se distinguen por la intención concreta y particular de la persona.
La primera es la intención del manipulador es siempre buena, útil o agradable para el que resulta la víctima, el segundo modo manipulatorio la intención del manipulador es egocéntrica, quiere decir que todo el mundo gire en torno a sus intereses personales sin importar
las consecuencias, y la tercera es el género manipulador que es de carácter paranoico y siempre tiene un objetivo destructor y ruin.
LA MANIPULACIÓN POSITIVA (TIPO I)
La intención de una manipulación positiva es sistemáticamente buena. Es decir la intención de esta manipulación es buena, útil, sincera y siempre persigue el bien de la
persona que es objeto de manipulación. Se puede manipular también a alguien mostrándole los aspectos positivos de algo que le disgusta. “Voy a llegar tarde porque tengo que quedarme a trabajar, ya sé que es un fastidio pero así podré salir antes el viernes para irnos de fin de semana”.
LA MANIPULACIÓN EGOCÉNTRICA (TIPO II)
La intención que guía al manipulador egocéntrico es la búsqueda de su beneficio personal. Solo le importa su propio interés sin preocuparse de las molestias o incomodidades que su conducta produce a los demás. EL manipulador de tipo II es astuto, tramposo, interesado. Le suele quitar el afán de lucro, de poder o de fama: como solo piensa en sí mismo, siempre actúa egoístamente.
Somos víctimas de una manipulación de tipo II cuando alguien nos engeña, manipula o lleva al huerto para conseguir algo que no podría obtener de otro modo.
Ningún manipulador de este tipo actúa por maldad, básicamente no quieren perjudicar a nadie, solo piensas en su interés personal, sin que las consecuencias les quiten el sueño…. Si es que se les ocurre pensar en ellas.
LA MANIPULACIÓN MALINTENCIONADA (TIPO III)
Con este tercer tipo, la manipulación malintencionada,
entramos en el terreno de la falsedad más sórdida. Esta tentativa consciente y voluntaria de destrucción de otra persona es extremadamente peligrosa y destructiva.
Este no quiere el bien de la otra persona ni tampoco busca necesariamente su propio interés, su único objetivo es destruir lo que le amenaza o le parece intolerable u odioso.
La intención del manipulador del tercer tipo es hundirte, estropear lo que haces o destruir un aspecto de tu personalidad que no le conviene, y todo lo hace con ese fin.
Esta manipulación se caracteriza por una intención mala y perversa y por el disimulo de sus ataques.
* Una intención perversa
Cuando hace daño a alguien, el manipulador malintencionado a menudo pretende lo contrario y afirma que es por el bien de su víctima o por un motivo válido. La intención perversa se esconde muchas veces tras una apariencia con honradez.
* El disimulo de los ataques
El manipulador siempre se las arregla para destruir a sus víctimas sin que ellas lo noten, destruye pero disimulando. Este tipo de manipulación esta emparentado con la destrucción discreta, silenciosa y sin rostro, para los que no saben o no quieren verla.
* El Manipulador
Es desmesuradamente orgulloso y muy desconfiado. Tiene tendencia a equivocarse en sus razonamientos, no respeta a las personas e intenta impedirles vivir a su manera, además es un experto del acoso moral, que interviene poco directamente y prefiere empujar a los demás a actuar en su lugar.
Es un cobarde que hace que sus víctimas se sientan
responsables y culpables de lo que les hace padecer, y eso le permite seguir destruyendo con toda su inocencia. Es difícil imaginar que hay seres humanos con tanta maldad, tanto ensañamiento y tanto odio.
Nunca se siente culpable y no tiene remordimientos ni compasión por sus víctimas y su objetivo fundamental y principal es destruir lo que somos o le que hacemos.
CAPITULO 2
RECONOCER A UN MANIPULADOR
* Como reconocer a un manipulador?
Se podría pensar que los manipuladores son fáciles de reconocer y que sus actos los ponen en evidencia. Desgraciadamente no es tan fácil, detectamos fácilmente la manipulación cuando la sufren otros pero, en cambio, cuando somos nosotros las víctimas, no nos resulta tan evidente.
Independientemente de su intención, el manipulador sabe esconder sus maniobras, si es de tipo II o III mezcla lo verdadero y lo falso, la sinceridad y la duplicidad, su actitud y su comportamiento a menudo son imperceptibles ya que sabe rodearse de misterio para engañar a todo el mundo. El verdadero manipulador se distingue por su intención y por alguno de los comportamientos que describimos a continuación.
* Reconocerlo por su particular forma de comunicar
Habla con indirectas, nunca afirma nada categóricamente y es muy hábil sembrando dudas en aquellos que lo escuchan. Un “buen” manipulador difunde rumores o dirige las peores calumnias de un modo natural y sin “parecer que ataca”. Lo hace de manera que resulta muy difícil imaginar que él es el autor.
* No asume ni sus palabras
ni sus actos.
El manipulador nunca se siente responsable, si intentamos desenmascararlo acusándolo abiertamente de hacerle daño a alguien o de transformar sus comentarios insidiosos en afirmaciones precisas, se indigna y puede contraatacar.
El manipulador alcanza su objetivo sin desenmascararse,
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