La Marihuana Medicinal: ¿mito O Realidad?

Hoy en día la marihuana, también conocida como cannabis, es un tema de gran controversia debido a los fines médicos que se le pueden dar en contraste con la adicción que llega a generar. La marihuana a pesar de ser considerada una droga adictiva y degenerativa, posee propiedades que la pueden hacer un medicamento con resultados eficientes y positivos en pacientes terminales. En este ensayo se abordaran los distintos beneficios medicinales que otorga la marihuana, también conocida como cannabis.

La marihuana tiene toxinas que disminuye el dolor neurológico en personas que se encuentran realizando quimioterapia debido al cáncer o el SIDA. Beneficia a pacientes que tienen espasticidad, síntomas de esclerosis múltiple o lesiones de médula espinal, y a personas que sufren de glaucoma. Tiene función de analgésico, relajante muscular, antidepresivo, hipnótico, inmunosupresor, antiinflamatorio, entre otros. La fama que ha ganado la marihuana no ha sido por opinión pública sino que se han realizado diversas investigaciones que comprueban los efectos positivos que tiene en el organismo sin embargo los usos medicinales que han sido comprobados son pocos. Entre los que han sido dilucidados en base a estudios clínicos controlados son en la “espasticidad por lesión de la médula espinal o por esclerosis múltiple, dolor crónico, en especial de tipo neuropático, trastornos de movimiento como el síndrome de Gilles de la Tourette, distonía, discinesia inducida por levodopa, asma y glaucoma.”(Rodríguez, 2012) Como es de apreciar, la cantidad de estudios clínicos que comprueban sus beneficios en ciertas enfermedades son bastos como para considerar su legalización de uso terapéutico.

Un estudio realizado por el Dr. Abrams y su equipo (2007) demostró la eficacia de la marihuana como agente terapéutico, ya que ayuda en síntomas neurológicos y disminuye el dolor, náuseas y vomito. La utilidad que tiene en tratamientos neurológicos es con padecimientos de epilepsia, depresión, enfermedad bipolar y estados de ansiedad, sólo por mencionar algunos ejemplos. En pacientes terminales en los que el dolor es crónico, el uso de la marihuana funciona como un antidepresivo natural que, al no tener efectos secundarios, no perjudica más el estado de salud del paciente.

Como lo menciona el Dr. Zhang (s.f) en su estudio sobre la marihuana y su papel como inmunoestimulante, la marihuana activa ciertos receptores de los linfocitos T, específicamente los linfocitos reguladores, haciendo que éstos presenten con mayor eficacia antígenos del propio organismo al resto de las células inmunitarias del cuerpo, para que así éste no reaccione de manera adversa a ningún órgano o sistema. Esto se demostró en ratas de laboratorio afectadas con enfermedades autoinmunes y ciertos tipos de tumores hepáticos. Al administrarles moderadamente cantidades de cannabis de manera rectal, el sistema inmune demostró

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