La Merienda

LA MERIENDA

La hora perfecta de la merienda en España son las siete de la tarde. Luego, la tertulia se puede prolonga hasta las 11 de la noche.

El rey de la merienda es el chocolate hecho, la reina el té y la princesa la limonada. Sus cortesanos los bollos, los sándwiches, las pastas y el cake. El primer ministro el bocadillo de jamón; y, qué decir de las tostadas con mantequilla y mermelada.

La invitación a una merienda siempre se hace por teléfono o de palabra y con una antelación mínima. Es siempre una reunión informal, aunque no quiere decir ausencia total de ritos y solemnidades.

Se puede merendar alrededor de una mesa, pero también cómodamente instalados en butacas o en tumbonas, según el lugar y temporada de encuentro.

El número de asistentes nunca es elevado, lo que posibilita la conversación y la confidencia. El máximo son ocho personas.

Las bebidas

El chocolate apropiado para la merienda debe ser a la francesa, partiendo de un chocolate muy rico en cacao y poco azucarado. Debe quedar ligero, pero coronado con un copo de nata batida.

El chocolate de la merienda se acompaña de cruasanes, bollos, cake y tostadas con mermelada; sin olvidar el agua helada o limonada para terminar. Esta permitido untar las tostadas en el chocolate.

El té de la merienda se toma con leche, con limón o, en verano, también frio.

Los sólidos de la merienda se toman siempre “a dedo”, por lo que deben ser apropiados para ello, para evitar que los invitados se manchen. El tenedor solo se usa cuando se ofrece algún embutido o tarta.

El menaje para el servicio de merienda

Toda la merienda se presentara junta, dispuesta sobre la mesa, en bufe o en bandejas o fuentes de alcance de los invitados.

Sea chocolate, café o té el servicio siempre es obligación de los anfitriones. El servicio domestico, si se dispone de él, se limitara a disponer la mesa o traer el carro de merienda y retirar el menaje usado.

El acompañamiento perfecto para terminar una merienda, a última hora, puede ser una copa de cava o champan brut bien frio.

LA BARBACOA

Es una invitación muy informal y todos pueden participar en la preparación de la comida.

Aquí el anfitrión es el protagonista: el se encarga de preparar el fuego con sus brasas y, ayudado por sus amigos de asar salchichas, morcillas y lo demás de ser asado a la brasa.

Por motivos obvios, la barbacoa se prepara en un jardín, también puede ser en una terraza, pero siempre que el piso corresponda al ático, porque es de muy mala educación atufar a los vecinos de arriba.

Los asados se sirven con sus salsas y ensaladas, que se presentan en forma de bufe.

A menos que se disponga de una barbacoa enorme, no se puede preparar comida en un tiempo razonable para más de veinte personas.

Las bebidas

El acompañamiento ideal para la barbacoa es la sangría, salvo que se disponga de un buen vino, que siempre tiene preferencia. Si hace mucho calor, lo mejor es cerveza; y si se asan sardinas o besugos, la sidra puede ser una magnífica idea.

El atuendo

Por supuesto el atuendo es informal, tanto para los anfitriones como para los invitados.

El menaje

Los platos pueden ser de loza o barro de diseño popular, incluso de cartón; los vasos, de vidrio corriente. Pero las servilletas han de ser de tela y bien grandes, porque muchos de los productos de la barbacoa se comen “a dedo”, y, luego, hay que limpiarse bien.

LA PAELLA

Aun más popular e informal que la barbacoa es la paella, realizada siempre en el campo y a medio día. El cocinero conviene que sea un autentico especialista, porque la paella hay que tomarle bien el punto y, si no, se hace el ridículo. Incluso si en vez de fuego de carbón vegetal se usa quemador de camping a gas, el anfitrión quedara hundido socialmente para siempre.

El menaje

Lo clásico era comer la paella por sistema “cucharada y paso atrás”. No hay que llegar a ese extremo, pero sobra el cristal de bohemia y la porcelana fina... Los platos pueden ser de cartón y hasta de plástico.

Las bebidas

La bebida para acompañar la paella es la sangría.

Después de la paella y la sangría cada uno buscara un frondoso árbol donde echar la siesta…

LA MARISCADA

De vuelta de Galicia nadie se resiste

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