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La Niña.


Enviado por   •  9 de Agosto de 2014  •  Ensayo  •  1.460 Palabras (6 Páginas)  •  155 Visitas

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LA NIÑA

“Quien me vea jugando con su hijo, por favor no se asuste, sepa que tan solo soy una niña que anhela un poco de compañía, es por ello que deseo estar al lado de mi amada abuela.

Hace mucho tiempo, alguien nos arrebató la vida a las dos, la gente del pueblo al darnos cristiana sepultura, colocó en lugares distintos nuestros cuerpos; a mí me enterraron en el pabellón de niños, y a mi abuela a espaldas de la pequeña iglesia del cementerio.”

Cuenta la gente vieja de nuestra provincia, que no hace muchos años, vivía en el distrito de La Pampa una pobre anciana en compañía de su pequeña nieta de seis años, quienes habitaban una vieja choza que se ubicaba en lo alto de una loma; acompañadas estas de un grupo de animales que criaban en un pequeño corralito contiguo a la choza. Estas dos mujeres se veían tan ligadas en sentimientos como alejadas en edad, pero se tenían solas la una a la otra en este mundo, depositando la niña su esperanza de vida en su abuela y la abuela la continuación de su existencia en la niña; estas desamparadas almas vivían de la caridad de la gente del pueblo, al cual iban cada cierto tiempo para ser atendidas por el padre de la parroquia y una que otra mujer de las familias pudientes del valle, que no dudaban en practicar algo de misericordia con ellas.

Una noche oscura de julio en que las heladas golpeaban los techos de las casas y el frio se escurría por entre las rendijas de las paredes, hasta lograr envolver los cuerpos de sus moradores; dos malhechores se encontraban libando licor en una cantina de mala muerte a las afueras del pueblo, una vez viéndose con los bolsillos vacios al igual que sus copas, uno de ellos comentó que cada día que cruzaba por el distrito de La Pampa camino al pueblo, pasaba por la chocita de estas dos mujeres, quienes vivían solas a su suerte, con lo cual una espantosa idea se apoderó de la mente de los facinerosos; así estos sujetos se propusieron ir a dicho lugar y robar los pocos animales con los que ellas contaban, para así cambiarlos por algo de licor y seguir bebiendo.

Los ladrones se acercaron hasta la parte trasera de la choza sin ser vistos ni oídos por la abuela y la niña quienes dormían plácidamente, cuando de pronto un ruido producido por los asustados animales levantó a la abuelita, quien fue a ver lo que ocurría, provista de una pequeña y agonizante vela; encontrando a los ladrones en plena faena, matando a una de las ultimas gallinas del corral.

-¡Dejen mis animales caracho! –increpándoles por su actuar.

Esto molestó a uno de los ladrones quien al verse descubierto, tomó un tronco seco, propinó un mortífero golpe en la cabeza a la pobre anciana, cayendo al suelo esta, donde yacía junto a un gran charco de sangre, los delincuentes dieron por muerta a la nonagenaria; luego se aprestaron a marcharse, llevando a cabo la espantosa idea de quemar la choza, para así encubrir su feroz crimen.

Minutos más tarde la niña despertó producto del humo que invadía sus pulmones, corriendo a buscar a su abuela sin lograr encontrarla, dirigiéndose a la parte trasera de la choza la vio tirada a punto de ser devorada por el fuego; así con las pocas fuerzas con que ella contaba pudo mover a la ya muerta abuela lejos de las llamas, para luego con el amanecer del día llorar desconsoladamente al ver a su único familiar fallecido y la aterradora imagen a su alrededor de la pequeña choza quemándose. Alguna gente del pueblo corrió a auxiliar a estas mujeres, encontrando a la niña con su abuela al lado de la choza reducida a cenizas, lo cual conmovió mucho a los pobladores que se hicieron presentes.

Así cayó la mañana, con ello las autoridades llegaron al lugar y luego de examinar el siniestro y ver que la abuela tenía un gran golpe a la altura de la sien, que los animales habían sido robados; concluyeron que la abuela había sido victimada por alguien y por consiguiente la casa incendiada; causando tal noticia gran repudio en los pobladores, quienes no podían concebir la idea de que un ser humano podía ser capaz de hacer tal cosa.

Así pasaron los días y la abuela fue enterrada en el cementerio

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