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La Nueva Visión Del Cerebro


Enviado por   •  10 de Agosto de 2012  •  1.718 Palabras (7 Páginas)  •  353 Visitas

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La nueva visión del cerebro

RESUMEN

Hasta hace poco, los científicos suponían que la corteza cerebral se podía dividir en zonas bien definidas, una para el lenguaje, otra para la conciencia, otra para la percepción visual… sin intersección ni traslape. Se daba por sentado que las funciones superiores como la conciencia y el aprendizaje operaban independientemente de las regiones cerebrales encargadas. Las investigaciones de los últimos 10 años, indican que la racionalidad y la capacidad de conocimiento resultan de la actividad integrada de la totalidad de nuestro cerebro.

Desde hace muchos años Giacomo Rizzolatti, y su equipo de investigadores, han realizado estudios sobre qué sistemas de neuronas intervienen en cada movimiento. Se dieron cuenta que hay un tipo de neuronas motoras frontales que contribuyen activamente a crear una respuesta veloz y simultánea a la información que estamos recibiendo del medio ambiente.

En otros estudios, Rizzolatti y sus colaboradores descubrieron un tipo de neuronas motoras con un comportamiento inesperado, estaban estudiando una región de la corteza motora de los monos macacos que controla los movimientos de las manos. Sus aparatos les permitían registrar la actividad de neuronas individuales. Cuando el mono tomaba comida para llevársela a la boca, la neurona se activaba de cierta manera. Entonces se dieron cuenta de que las neuronas de los monos se activaban de la misma manera cuando veían a uno de los científicos tomar comida y llevársela a la boca. Luego de descartar otras posibilidades, concluyeron que esas neuronas servían para representar acciones en el cerebro del mono, sin importar si el animal era el agente o sólo testigo de la acción y llamaron neuronas espejo a estas células cerebrales y las encontraron también en el cerebro humano.

Las neuronas espejo proporcionan una representación interna de las acciones, tanto propias como ajenas, y son responsables de comportamientos como el reconocimiento y la imitación. También podrían estar detrás de la empatía y quizá incluso de nuestra capacidad de imitar sonidos.

En los años 50, el lingüista estadounidense Noam Chomsky postuló una teoría para explicar por qué los niños aprenden a hablar tan rápido donde propuso que todos los idiomas del mundo cumplen una especie de gramática universal, que se aplican a todas las lenguas. Los niños no tienen que aprender esta gramática universal; la traen programada en el cerebro por la evolución.

En años más recientes, el psicólogo canadiense Steven Pinker ha tomado la idea de Chomsky como base de su estudio de la adquisición del lenguaje en los niños. La existencia de un instinto del lenguaje se constata, por ejemplo, en los lenguajes de señas que han surgido espontáneamente en comunidades de sordomudos aisladas del resto del mundo. En esas comunidades, los sordomudos han desarrollado en un par de generaciones sistemas de signos manuales con todas las características de los lenguajes hablados.

Los científicos empezaron a entender que el lenguaje depende mucho de las neuronas de la corteza cerebral que controlan los músculos, en particular la respiración. Los primates, y especialmente los humanos, tenemos un control relativamente fino de las manos y los dedos, así como de los músculos de la cara, lo que se debe a que existe una conexión directa entre la corteza motora y los músculos que controlan estas partes del cuerpo. En los humanos los alcances de la corteza motora se extienden a un grupo de neuronas motoras conocidas como núcleo ambiguo, que controla el movimiento de la laringe, y otro que controla los músculos costales que intervienen en la respiración. Como los otros primates carecen de estas conexiones, se cree que nuestra especie las adquirió por evolución en épocas relativamente recientes.

En el cerebro humano el sistema de neuronas espejo está más extendido que en el de los monos. Las neuronas espejo de las personas son capaces, además, de identificar la intención de una acción a partir del contexto en que se lleva a cabo esta acción. El sistema de neuronas espejo, al parecer, nos permite descifrar las intenciones de los demás, aunque esto no depende solamente de ellas, sino de muchos otros factores, como la memoria, la experiencia y las creencias, por ejemplo.

En junio del año pasado, investigaciones concluyeron que en nuestro cerebro hay zonas encargadas de elaborar juicios morales y que éstas dependen de la organización cerebral de las emociones. La aversión al sufrimiento ajeno es innata en las personas. Otros experimentos muestran que la indignación por una propuesta inequitativa de es más fuerte que el cálculo racional.

Marc D. Hauser, hoy codirector del programa “Mente, cerebro y comportamiento” señala que este descubrimiento de la relación entre el sentido moral y las emociones es muy significativo porque las emociones son mecanismos seleccionados por la evolución que permiten a los individuos reaccionar a situaciones que comprometen su supervivencia. En su libro Moral Minds intenta postular una teoría de que sentido moral, también es innato en las personas. Si esto se confirma, entonces nuestro cerebro está programado para sentir aversión por el sufrimiento ajeno, o incluso el de los animales, sin importar de qué cultura seamos.

Las recientes investigaciones sobre la mente y el cerebro nos hacen ver cada vez más que la división entre razón y emoción es artificial, y de allí proviene, según Marc D. Hauser en Moral Minds, nuestra imposibilidad

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