La Oratoria
Enviado por alexihernandezdc • 28 de Septiembre de 2011 • 4.509 Palabras (19 Páginas) • 950 Visitas
República Bolivariana De Venezuela
Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Universitaria
Misión Sucre –Municipio Girardot
Aldea Universitaria “Pilar Pelgrón”
ORATORIA JURÍDICA
INTEGRANTES
Alexi Hernández
Malbys Alvarez
Evelin Benitez
Jorge Arnao
Onal Vega
Prof. Orlando Gutiérrez
3er Sem. Estudios Jurídicos Sección Única
Unidad curricular: Lenguaje y Argumentación
Maracay, Junio 2010
INTRODUCCIÓN
Una de las consecuencias visibles de los cambios que van construyendo el futuro de nuestras sociedades, es que multiplican aceleradamente el crecimiento exponencial del conocimiento, no en vano suele decirse que la actual es la “sociedad del conocimiento”. La dinámica social nos exige interactuar constantemente con nuestros semejantes. A diario establecemos múltiples contactos comunicativos y cada uno de ellos requiere de conocimiento y actuación, ajustados a cada situación.
En este trabajo estaremos abordando unos de los temas más fascinantes de la historia humana, consistente en el DON DE LA PALABRA A TRAVÉS DE LA ORATORIA, la cual ha estado sujeta a transformaciones de acuerdo a la evolución del hombre en sí.
“LA ORATORIA OCUPA UN LUGAR ESPECIAL, EN LA VIDA MISMA”.
El desempeño profesional de un abogado requiere inexorablemente de un óptimo desempeño oral y gestual. La persuasión será el método más eficaz para la obtención de resultados. Para el profesional de la ley, conocer las técnicas y estrategias de la expresión oral y gestual, aparte de la capacitación continua y la profundización en diferentes especialidades, le otorgará una importante ventaja competitiva, en el momento de responder de manera adecuada a los requerimientos de la profesión.
LA ORATORIA.
Es uno de los frutos más importante de la cultura. Es el arte de hablar con elocuencia; de deleitar y persuadir por medio de la palabra. Para aclarar lo dicho en pocas palabras, diremos que por “Elocuencia” se entiende como aquella facultad de hablar bien y de modo convincente, gracias a la fuerza expresiva poseída por el orador, en todos sus aspectos tanto internos como externos; ahora bien, “Deleitar” es causar placer o agrado en el ánimo o a los sentidos de los oyentes y “Persuadir” significa convencer con razones a otra persona, es decir es el hecho de inducir a uno a creer o hacer algo.
En cuanto a estos aspectos diremos que la oratoria, como arte y la elocuencia como fuerza expresiva, van juntas, ya que no se posee el arte si no se tiene la fuerza vital de esta. Referente al deleite y a la persuasión ambos son consecuencias de las primeras, y es en estas donde estriba el éxito de los oradores. La causa es la facultad del orador y el efecto es la atención, entendimiento, comprensión, convencimiento y los ánimos conseguidos en los oyentes por parte del orador.
La Oratoria viene a ser el uso de las reglas aplicadas a la expresión oral y que han surgido del estudio de la naturaleza humana y del análisis de los discursos de los grandes oradores de la Historia.
La oratoria debe, sobre todo, su fama al escritor y político romano Cicerón. Su actividad como político defensor a ultranza del Senado romano le costó el exilio en Macedonia, deportado por Julio César. Su hacer literario fue tan importante para el latín que su escritura se convirtió en modélica, no sólo en su época sino, incluso en siglos posteriores, especialmente durante el renacimiento.
REGLAS DE LA ORATORIA
La Oratoria viene a ser el uso de las reglas aplicadas a la expresión oral y que han surgido del estudio de la naturaleza humana y del análisis de los discursos de los grandes oradores de la Historia.
Un buen orador es el hombre naturalmente elocuente que ha perfeccionado esas dotes con el estudio y el ejercicio. Es conveniente tratar acerca de las Reglas, para una oratoria jurídica, que son útiles y necesarias en el desempeño de tan privilegiada actividad.
- Las palabras bien pronunciadas.
- El gesto metódicamente estudiado.
- El ademán perfectamente calculado.
- La entonación.
- las pausas y la dicción rítmicamente balanceadas, causan mejor impresión que las palabras balbuceadas las poses desaliñadas y una voz sin ritmo y sin gracia.
Una regla muy valiosa para practicar la oratoria, es pronunciar un trozo literario compuesto por uno mismo. También es muy práctico proponerse un plan sencillo acerca de un tema; se divide en tres puntos o más, se desarrolla cada uno de ellos y se unen del otro, para concluir con una proposición que ha de ser la tesis del discurso; este trabajo es parecido al de la investigación.
CLASIFICACIÓN DE LA ORATORIA
La oratoria, como arte del buen decir, se clasifica según la variedad y matices de los discursos, la persona o personas que lo pronuncian y la ocasión en que se hace uso de él. Ello indudablemente se complica más, cuando entra a considerarse el tipo de público, el lugar donde se pronuncia, la forma como se pronuncia y los fines que se persiguen. Por eso, teniendo en cuenta los elementos descritos anteriormente, podemos establecer la siguiente clasificación:
a) Oratoria Social:
Llamada también oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por ámbito propio, las múltiples ceremonias en las que le toca participar al ser humano en general; sean estas en el hogar, comunidad o a nivel institucional, académico o laboral.
b) Oratoria Pedagógica:
Es el arte de transmitir conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Llamada también didáctica o académica. Su objeto específico es enseñar, informar y/o transmitir conocimientos. Usada por los profesores, catedráticos y educadores.
c) Oratoria forense:
Es la que tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria Judicial y es utilizada en exclusiva, en el ámbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y precisión los informes orales de jueces, fiscales y abogados.
d) Oratoria Política:
Su esencia es exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad pública, pero partiendo de los principios e ideas políticas
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