La Paradoja

LA CLAVE DEL DESARROLLO: EL LIDERAZGO

Un país que limita con dos océanos, que presenta una variada clasificación de flora y fauna, grandes cantidades de minerales, piedras preciosas, climas diversos y además agradables habitantes llenos de alegría, podría parecer el mejor país para vivir y el más desarrollado del mundo. Sin embargo, Colombia no lo es, y para que esto llegue a suceder se necesitan líderes; no se requieren súper héroes o personas con poderes especiales, sencillamente se necesita seres con voluntad para aprender a liderar un pueblo con autoridad y no con poder. Si está interesado en convertirse en una persona de cambio, dispuesta a ayudar este país o su entorno, este ensayo es para usted.

Primero que todo es necesario definir el término liderazgo, pues este puede sonar complejo y aterrador para algunos. En palabras sencillas se puede definir como el arte de influir sobre las personas para que trabajen voluntariamente con entusiasmo en la adquisición de objetivos hacia el bien común. Como se ha definido, el liderazgo es un arte; es decir, consiste en una serie de destrezas que se aprenden o adquieren y es por esta razón que se afirma con toda certeza que el líder no nace, se hace.

Para desarrollar el líder que cada uno lleva dentro, es necesario servir a los dirigidos; esto no consiste en cumplir sus deseos sino por el contrario, identificar sus necesidades y satisfacerlas. Ahora bien, la única forma de servir a otros es a través del amor; pero no el amor como sentimiento, pues es bien sabido que las emociones como vienen se van; por el contrario se busca servir con un amor agápe, que es el amor del comportamiento y la elección, las cuales son características que se pueden controlar hacia los demás si así se desea.

Con base en la definición anterior de amor agápe, queda claro que cuando se ama, se da lo mejor de sí mismo. La sociedad en general se ha acostumbrado a asociar el amor como la experiencia de sentimientos agradables; pero se ha olvidado que el amor presenta características relacionadas con el liderazgo que tienen que ver con cómo actuamos, no solamente como nos sentimos. La primera de estas características es la paciencia, la cual muestra el dominio que cada líder debe tener sobre sí mismo. Sin embargo esto no es suficiente; así como se debe ser paciente, el líder debe también prestar atención a sus dirigidos, animarlos y apreciarlos; en otras palabras el líder debe presentar afabilidad.

Agregando a lo anterior el líder debe ser autentico, es decir, humilde; además debe ser respetuoso y generoso con su equipo, satisfaciendo sus legitimas necesidades y convirtiéndose en un servidor, más no en un esclavo. A pesar de esto, se debe tener en cuenta que las personas con las que un líder trabaja no son perfectas y que en más de una ocasión podrán cometer errores, y como líder se debe actuar sin guardar rencor, enfrentando cualquier situación

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