La Perdida De La Soberania

LA PÉRDIDA DE LA SOBERANÍA Y EL REINADO DE LAS TRANSNACIONALES.

La soberanía es el ejercicio de la autoridad suprema que reside en el pueblo y que se ejerce a través de los poderes públicos de acuerdo a su propia voluntad y sin la influencia de elementos extraños

Así mismo La soberanía es un concepto que se define en torno al poder y se comprende como aquella facultad que posee cada estado de ejercer el poder sobre su sistema de gobierno, su territorio y su población. Lo anterior hace que, en materia interna, un estado, junto a la autoridad en ejercicio, sean los que se encuentran por sobre cualquier otra entidad.

La relación histórica entre capital y poder en la configuración del Estado sigue estando presente en la actualidad en el contexto de la globalización, en el que se pone en juego la soberanía de los Estados como capacidad para determinarse jurídicamente.

La teoría de la globalización ha planteado que se puede estar presenciando bien una eliminación paulatina del poder soberano del Estado, o bien el establecimiento de una soberanía mínima de éstos. Así, el reto para la teoría del Estado es la revisión crítica del concepto actual de soberanía en el contexto de la globalización que permita visualizar si ésta sigue siendo o no el atributo esencial del Estado.

La soberanía se encuentra en trance de disminución permanente, ya que las aristas individuales de los países se están puliendo y las diferencias se van limando, reduciendo la autonomía de los gobiernos. Esta situación da lugar a tendencias homogeneizadoras, en tanto los países crean una serie de reglas similares para atraer inversión extranjera. Esta situación, sumada a la anterior de disminución de la soberanía, involucra a los Estados de manera tal que las medidas tomadas por un país tengan repercusión en los demás, aún en los ubicados a grandes distancias de sus fronteras.

Para revisar el concepto de soberanía, es necesario partir de la idea misma del Estado nación el cual surge como resultado de un proceso continuo de evolución cuyo comienzo puede situarse específicamente en las diferentes formaciones políticas prevalecientes en la edad media, caracterizadas en primer lugar por la existencia de centros de poder o estados del reino en disputa constante con el poder del príncipe que, no es más que un gran señor feudal, que sustenta una posición hegemónica frente a los demás, en virtud de su acumulación de territorio. En segundo lugar, se encuentra el papel fundamental que juega la Iglesia de la edad media, que se instaura como poder unitario con capacidad de limitar el poder del príncipe.

La Pérdida de la Soberanía y el Reinado de las Trasnacionales.

La extinción práctica de la idea de nación, supuestamente subsumida bajo la corriente “civilizatoria” de la globalización, así como la imposición de políticas “orientadas hacia el mercado”,

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