La Polca Peruana
Enviado por Mrwonkas • 21 de Septiembre de 2013 • 1.119 Palabras (5 Páginas) • 2.019 Visitas
La Polka Peruana proviene de la europea. Aparece en Perú en el siglo XIX, con la llegada de los franceses e italianos de Europa. Fue bailada en los salones de las clases sociales dominantes. Posteriormente se populariza y se acriolla, convirtiéndose de esta forma en importante integrante de nuestros bailes populares, principalmente en Lima.
Es alegre y traviesa, invita al movimiento desplazándose con pequeños saltos sin despegar casi los pies del suelo. Se diferencia del vals peruano no sólo en el factor musical sino en la forma de interpretarse. Al ser alegre levanta el ánimo al cantarlo.
Tuvo su auge entre los años 40 y 50 del siglo pasado. Sus más renombrados autores y compositores fueron: Felipe Pinglo Alva, Manuel “Chato” Raygada, Chabuca Granda, Francisco Pérez Anampa y Filomeno Ormeño. Sin embargo, fue Pedro Espinel su más grande representante. Por ello se le sigue llamando “El rey de las polcas”. Lamentablemente, después de 25 años de la muerte de Espinel, en forma increíble, dicho género ya no se cultiva casi, a pesar de ser muy alegre.
A inicios del siglo XX eran varias las polcas que estaban de moda. El dúo Montes y Manrique contaba con la polca "Cordobesa" en su repertorio, la cual la llegó a grabar en 1911 en la ciudad de New York dejando testimonio de nuestra polca para las futuras generaciones (Disco Columbia P29). En 1926, el dúo Almenerio-Sáez grabó también dicha polca, pero para Discos Víctor.
En la letra de la "Cordobesa" se menciona a dos famosos toreros de Córdoba, España, "Lagartijo" y "Machaquito". "Lagartijo" toreó durante la segunda mitad del siglo XIX, lo que podría hacer suponer que la polca es de aquella época. Pero, "Machaquito" empezó a torear, recién, cuando estaba finalizando el siglo XIX y a inicios del siglo XX adquiere fama por lo que la polca debió haberse compuesto al empezar el siglo XX.
Otra polca muy pegajosa que sonaba mucho por aquella época, entonándose hasta nuestros días, es "¡Qué bonitos ojos!" de Braulio Sancho Dávila, la cual data de inicios del siglo XX ya que la letra de la misma aparece publicada en "El Cancionero de Lima" No. 1, Lima, 1910. Hay que señalar también de que Montes y Manrique adaptaron dicha polca como resbalosa en una de las marineras que grabaron en 1911: Marinera "La reina del Perú" (Disco Columbia P65). Muchos años después, la Orquesta de Jorge Huirse también grabaría la polca "¡Qué bonitos ojos!".
Por desconocimiento, muchos señalan la polca "¡Qué bonitos ojos!" como de la Guardia Vieja; término que se ha utilizado para identificar a las composiciones de antes de 1920 pero del que se ha abusado mucho ya que hay composiciones de las cuales su autor ha sido identificado y, a pesar de ello, se continúa poniendo que son de la Guardia Vieja e ignorando al autor.
La polca "La japonesa" también alegraba las noches limeñas a inicios del siglo XX. Montes y Manrique la grabaron en 1911 (Disco Columbia P38) y 50 años después Los Troveros Criollos, en una versión más movida, pondrían nuevamente de moda a esta polca grabándola como "Cirilo Morochuca".
Lo que no entiendo es por qué Montes y Manrique, o el autor, llamaron "La japonesa" a la polca aquella ya que solamente nombran al Japón una vez durante toda la canción, nombrando más a Cirilo Morochuca que ha llegado de Hong Kong y su habilidad para tocar varios instrumentos, hasta con los pies.
Las otras polcas que Montes y Manrique grabaron en New York, en 1911, fueron: "Biter batido" (Disco Columbia P26), "Despedida"
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