La Politica En La Educacion Venezolana

En los últimos años la sociedad ha venido evolucionando de manera acelerada y nuestro sistema educativo está colapsado, sin embargo hay una fuerte convicción de que la educación es el elemento clave para enfrentar los nuevos retos y lograr una mejor producción y distribución de los bienes y servicios que la sociedad genera, así como algunos conflictos como la pobreza, la carencia de productividad, la ausencia de cultura individual y muchos otros problemas de organización social.

En Venezuela hay una idea compartida de que todos los ciudadanos tienen derecho a la educación, pero la idea de cómo hacer efectivo este derecho no está del todo clara.

El Gobierno Nacional manifestando querer producir un cambio social irreversible en el país hizo públicos seis documentos que en conjunto conforman su proyecto educativo, los cuales generaron división entre los miembros de la comunidad educativa debido a la convicción de que lo que se pretende es convertir la educación en un instrumento de ideologización política y de control social muy parecido al cubano, sin garantizar una mejor preparación académica para el educando, ya que un importante porcentaje de estos documentos, así como las declaraciones de personas ligadas al gobierno, se refieren a aspectos políticos, más no al aspecto técnico de la educación en sí.

A esto se suma la práctica de un creciente envío a Cuba de estudiantes, profesores y funcionarios públicos, y la cada vez más numerosa presencia, en nuestro país, de lo que se ha venido llamando “técnicos y asesores cubanos”, enviados como contraprestación del generoso acuerdo bilateral entre la isla y nuestro gobierno.

Es importante señalar que en el año 2006, el para aquel entonces Ministro de Educación, Prof. Aristóbulo Istúriz, declaró su intención de politizar la educación, que el docente debe ser político para contribuir en la formación de un nuevo hombre pues “cada maestro tiene que estar casado con el modelo de República” en sintonía con “el objetivo de construir la ideología socialista del siglo XXI”.

Queda claro que para el ex ministro introducir la política en la educación significa adoctrinar para el pensamiento único, esto es, en la concepción de lo que el régimen entiende por Nueva República y Socialismo. Una educación anclada en el fanatismo, la adoración de un caudillo y el pensamiento único, una educación para la obediencia ciega, sustentada en el miedo y en la ausencia de la crítica.

De la misma manera se observa una casi inefectividad en la resolución de problemas básicos de la educación, sintiendo que los efectos son desastrosos: los presupuestos educativos bajan, las infraestructuras se deterioran, los salarios de los docentes pierden capacidad adquisitiva, la carrera docente pierde la estima social, las universidades abren sus puertas a los alumnos de peores promedios.

Resulta oportuno acotar que el Gobierno Nacional ha implementado planes de emergencia para solventar la deuda educacional existente en el país, conocidos como las misiones: Robinson I y II, de la alfabetización al sexto grado; Ribas, para alcanzar

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