La Profesionalidad Docente Desde Las Historias De Vida De Los Y Las Buenos(as) Profesores(as)

Tras diversas historias de vida de los educadores, llama la atención el valor pedagógico del trabajo de los(as) bueno(as) profesores(as). Esta concepción refleja que han elegido un camino ético y político por realizar bien su tarea como docente, con el objetivo de actualizar las potencialidades de sus alumnos(as) y por educarlos para el desarrollo y transformación de la sociedad. La metodología utilizada para reconocer las características de los buenos(as) profesores(as) fue a través de bibliografías e investigaciones sobre sus historias de vida del profesorado. Luego de las historias de vida investigadas, no existe un estilo de docencia que se considere el mejor, pero se afirmar que hay criterios comunes marcados por el compromiso pedagógico, cultural y emocional, que forma el desarrollo de su experiencia educativa escolar. La publicación de estas historias permitió obtener cuatro categorías para el perfil del buen(a) preceptor(a): Motivación de logro, Autoconfianza, Autonomía y Trabajo colaborativo. Por otra parte la revisión de la evolución de su propia vida y práctica pedagógica ha permitido a los(as) educadores(as) darse cuenta tanto de sus fallas como de sus aciertos; además, enseñan a ser optimistas tras las diversas dificultades que los aquejan. Por otro lado, la proximidad con sus alumnos apremia con que estos se involucren en el aprendizaje: desean aprender, participan con entusiasmo y entran con ganas a clase. Para concluir, los(as) buenos(as) profesores(as) deben considerarse a sí mismos como guías del aprendizaje del alumnado, se debe conocer a las personas a quienes se les enseñara, sus talentos, ir renovando su manera de enseñar.

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