La Vida En La Escuela

Reporte de

La vida escolar

De Dorothy Tanck de Estrada

La mayoría de los niños que asistían a las escuelas era de familias de escasos recursos, y aquellos de familias acomodadas, recibían clases particulares en sus casas, y algunos otros de familias ricas asistían a lo que hoy llamamos colegios particulares.

La gran mayoría de los niños que asistían a las escuelas públicas eran hijos de sirvientes o artesanos, otra parte eran mantenidos por sus madres, quienes trabajaban como costureras, lavanderas o sirvientas. Sus padres, tenían oficios como zapateros, carpintero, tejedor, etc. Y solo una pequeña parte eran hijos de asalariados.

Luego de terminar las primeras letras, algo así como la educación básica, en donde lo primordial era enseñarles a leer y escribir, los niños de familias ricas y algunos otros becados entraban a lo que llamaban colegios mayores o al seminario, ahí estudiaban latín, humanidades, filosofía y teología, y así era como obtenían la licenciatura.

Para impartir las clases, no había un edificio diseñado para eso. Se valían de casas, cuarto, conventos o capillas que ya existían y las adaptaban para dar clases. También se utilizaban hospitales de órdenes religiosas que habían sido extinguidos. Eran distintas las razones por la que estos lugares no eran los adecuados. La falta de luz, la falta de higiene entre otras cosas, no permitían que fueran el mejor lugar para impartir clase.

Recordemos que también en esa época estaban Las amigas quienes enseñaban a leer y escribir de manera partículas a los niños del vecindario. Ella utilizaba la “cartilla común” para enseñarles a sus niños a leer. También se les enseñaba el catecismo.

La hora de llegada de los alumnos era a las ocho de la mañana, pero no todos llegaban a esta hora. La mayoría de los estudiantes, como le daban mucha importancia al estudio, y por distintas razones llegaban a hora ya muy tarde.

El lugar donde se impartían las clases, fuera una casa, capilla o lo que sea, debía tener dos cuartos, uno para enseñar a leer y otro para enseñar a escribir. Primero se les enseñaba la lectura y meses o años después se les enseñaba a escribir. Luego de que aprendían a leer, también comenzaban a estudiar “Catón Christiano” para enseñar la doctrina cristiana. Más tarde se les enseñaban los números, y con ello a contar y algunas cosas como las tablas, las sumas y restas.

Las clases terminaban a las 5 de la tarde, y los alumnos todavía tenían tiempo para divertirse con sus amigos practicando algún juego y divertirse.

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