LA VIDA DE LOS ADLESCENTES E LA ESCUELA SECUNDARIA: UNA APROXIMACIÓN DESDE LO COTIDIANO

La educación en nuestro país como en el resto del mundo es la base de la cultura, aunque hay quienes reconocen que la cultura es la base de la educación, lo que sí es cierto es que en las manos de los docentes esta el presente y futuro de la nación, pues son los encargados de formar a los ciudadanos del hoy y del mañana, de allí la importancia de que las escuelas formadoras de maestros hagan hincapié en llevar a los futuros maestros a situaciones en las cuales se vayan familiarizando con el ambiente escolar en diversos contextos, por lo que las jornadas de observaciones son un buen medio para lograr dicho propósito.

De esta manera, los hoy estudiantes normalistas y mañana futuros maestros, debemos reconocer las diferencias entre una escuela y otra con contextos diferentes, así poco a poco se irá ampliando nuestro panorama y por consecuencia nuestro criterio, y así, la facultad de tomar una decisión en un futuro tendrá mayor posibilidad de ser la adecuada.

Nuestra jornada de observación fue en la escuela secundaria técnica 2, ya la conocíamos un poco pues semanas atrás asistimos a la misma para presentarnos y tener a las autoridades de esta institución del conocimiento de lo que se iba a llevar acabo durante estos 3 días, de qué manera trabajaríamos y que grupos en específicos íbamos a observar.

Durante los 3 días de observación me percate de la actitud de los adolescentes, que la mayoría de ellos mantienen una actitud de rebeldía a tal grado de ponerse al tú por tú con los maestros, cosa que los prefectos y maestros lo ven como algo normal, realmente quede muy impresionado por la falta enorme de respeto que tienen hacia los maestros, no les gusta como da la clase o se aburren y generan desorden, los maestros por tomar una salida rápida los sacan de la clase o los mandan por reporte, sin realmente ver porque mis alumnos pierden el interés y porque existe una desmotivación enorme, y de manera particular mejorar eso de tal manera que la estancia en la secundaria sea agradable para ellos y no sea de enfado ni una obligación, si no por el simple gusto de querer aprender algo nuevo, lamentablemente la forma de trabajar de los maestros es muy ambigua, muy vieja y para algunos alumnos aburrida.

Es cierto que cada maestro tiene su forma de trabajar y que cada alumno tiene su favorito, ya sea por como transmite su conocimiento y la forma en que genera un aprendizaje de gran valor para los estudiantes, muchos otros porque los deja salir temprano o porque no les exige tanto como los demás maestros, en fin esto es algo normal en cualquier secundaria algo que ha estado generaciones, pero porque no hacer un cambio porque no marcar esa pequeña o grande diferencia, porque no renovar formas de aprendizaje para que asimismo los estudiantes lleguen motivados que le encuentren sentido el asistir a clases no por el simple hecho de asistir y como comúnmente se dice ir solamente a calentar la banca o un lugar, o pasar las materias sin reprobar para poder salir, no ese no es el objetivo es que encuentren algo más que los motive a estudiar y a prepararse mejor para un futuro próximo, muchos maestros se quejan del comportamiento de sus alumnos, de la falta de comunicación que existe, pero realmente reportar o suspender evitara ese problema, claro que no solo se manifestara con más fuerza, haciendo que el problema se haga cada vez más grande, por eso tiene que existir compromiso de parte del maestro para tener un cambio, una innovación.

Durante los días de observación de mi salón asignado, más de la mitad no noto mi presencia ya que aún ahí los alumnos tenían un comportamiento inapropiado y el maestro no tenía ninguna autoridad sobre ellos ya que no podía callarlos y por hacerlo perdía la mitad de una clase en pedirles que se sentaran o que guardaran silencio, otros en el pase de lista perdían demasiado tiempo o llegaban tarde por cualquier circunstancia, me pude percatar sobre los intereses de los alumnos, que les desmotivaba que mejorarían y porque lo harían, la mayoría me contestaba que sus maestros fueran menos enojones, más tolerantes que hicieran sus clases más dinámicas y menos aburridas entre otras cosas.

Los primeros días tuve problemas con 2 maestros ya que no querían dejarme

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