La autoestima del profesionista

LA AUTOESTIMA DEL PROFESIONISTA

         La famosa llamada Autoestima, se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida; creemos que somos listos o tontos, nos gustamos o no. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias reunidas se juntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos por  lo  que debemos  lograr a lo largo de nuestro ciclo vital. Como un proceso de engranaje diversas piezas deben calzar y ajustarse para conformar un todo armónico.

¿Realmente estamos a gusto con nuestro trabajo? ¿Estamos orgullosos de quien somos o pretendemos ser?

En esta época de tensiones y violencia, con disminución y ausencia de valores es necesario insistir en fortalecer la autoestima personal como uno de los elementos fundamentales para favorecer el crecimiento físico, espiritual y emocional de nuestros alumnos, lograr un buen desempeño académico, un desarrollo personal integral y un desempeño profesional responsable. Es necesario para el desarrollo de la responsabilidad y el desempeño profesional de uno mismo. Y lograr los objetivos tanto personales como laborales además de estar  influenciados por el estatus social que debe poseer uno en  su profesión ante la sociedad.

Esto se une al sentimiento de ser respetables, de ser dignos y de tener derecho a afirmar las necesidades y carencias, a sostener principios morales y a gozar del fruto de los esfuerzos personales, en donde la autoestima personal está relacionada con las experiencias vivenciales relacionadas directamente con las necesidades vitales, pero realmente aportamos en nuestro trabajo todo lo que sabemos o solo asistimos porque tenemos que cumplir con los protocolos de una sociedad que señala solo los defectos de las personas, de nuestros familiares que solo se pasan exigiendo cada día un mejor nivel de vida,  anteriormente los pilares de la casa salían ir al trabajo día a día con gusto y con amor a su desempeño, lo cual en nuestros tiempos se ve todo lo contrario vemos compañeros con estrés por estar en el trabajo, solo esperando la hora de salida para dejar de hacer o estar en otra parte, sin darnos cuenta que como docentes es de suma importancia desarrollar principios éticos, no solo para nosotros mismos, sino que tenemos una gran responsabilidad social con lo demás. Nuestra tarea es llevar a cabo de la mejor manera posible nuestras actividades diarias laborales.

 Cada persona es diferente y por lo tanto cualquier circunstancia en su entorno puede afectar a unos más que otros, la autoestima puede ser afectada en todos lados, desde la escuela, por comentarios de los compañeros de clase, en la casa por problemas, o incluso uno mismo se puede dañar a si mismo pensando en sus defectos y  se ve afectada por problemas sociales, de aprendizaje, por traumas psicológicos, por el ambiente en el que te desenvuelves, todo depende de la personalidad de cada persona y se beneficia cuando aprendes a superar los problemas que nos frustran y aprendemos a canalizar nuestra energía, y lograr sentirse mejor con nosotros mismo.

El concepto de autoestima que considero a mi parecer el más idóneo para el profesionista es el Abraham Maslow  “La autoestima se refiere a la necesidad de respeto y confianza en sí mismo. La necesidad de la autoestima es básica , todos tenemos el deseo de ser aceptados y valorados por los demás. Satisfacer esta necesidad de autoestima hace que las personas se vuelvan más seguras de sí mismas. El no poder tener reconocimiento por los propios logros, puede llevar a sentirse inferior o un fracasado”.

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