La ciudad de Antofagasta

En 1998, la ciudad de Antofagasta, ubicada en la II región, al norte de Chile, fue declarada zona de

emergencia sanitaria, debido a la presencia de acopios tóxicos de minerales provenientes de Bolivia

(concentrados de plomo y otros), pasaron muchos años antes de que los habitantes de esta región se enteraran

que convivían con un foco de contaminación que venía provocando grandes transtornos y alteraciones en la

salud de la población, especialmente en los niños. Un problema similar se ha vivido en la ciudad de Arica (I

región) , producto también de los acopios de plomo almacenados en las cercanías de las zonas urbanas y que

habían ingresado al país entre 1984 y 1986.

El plomo es un producto químico altamente tóxico que se acumula en el cuerpo (hígado, pulmón, encéfalo,

cortical huesos largos), en la sangre, aproximadamente el 90 % del plomo se encuentra unido a los

eritrocitos. El plomo sigue el camino del calcio, en lo que se refiere principalmente al depósito y su

movilización del tejido óseo. Provoca un efecto nocivo en el cerebro y sistema nervioso tanto en el desarrollo

del feto como en niños en etapa de crecimiento y desarrollo. Un niño que es crónicamente expuesto incluso

hasta a pequeñas cantidades de plomo puede ser afectado debido al efecto acumulativo de éste. Dentro de

estas afecciones deben considerarse transtornos en el comportamiento y aprendizaje (niños hiperactivos),

problemas de crecimiento, problemas para oír, encefalopatía, pérdidas de peso, anorexia, irritabilidad, ribete

de plomo en encías, anemia, retraso psicomotor, ataxia, papiledema, compromiso pares craneanos,

convulsiones. En adultos puede ocasionar problemas reproductivos (tanto en hombres como mujeres), presión

alta, problemas digestivos, transtornos nerviosos, problemas de memoria y de concentración, dolores

musculares y en articulaciones, compromiso glomérulo-tubular, alteraciones espermatogénesis y menstruales

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