La crisis financiera mundial

En términos económicos el presente y el futuro inmediato está condicionado por la crisis financiera mundial. Sus consecuencias serán: la recesión en los países desarrollados, el menor crecimiento promedio de los países en vías de desarrollo, el debilitamiento del crecimiento económico mundial y la reducción considerable del comercio internacional.

Hay dudas sobre la duración de la crisis: Para ciertos expertos será una crisis con una recuperación en forma de V, sobre todo si se presta atención al Producto Interior Bruto Mundial y al Comercio Internacional. Para otros la recuperación será en forma de bañera con una tasa negativa de los PIBs de determinados países, sobre todo de los desarrollados, con, por lo menos, dos años de decrecimiento. Para otros, por fin, la recuperación tendrá forma de L con un brazo corto alargado en el tiempo sin que sea posible indicar la duración en años de los decrecimientos negativos o cercanos a cero.

La última de esas tres posibilidades sería la más parecida al crack del 29 con el que existen cada vez más similaridades. Sería el caso más peligroso ya que el debilitamiento económico de Occidente crearía multitud de problemas internos y externos.

Asumiendo que las medidas económicas adoptadas a nivel mundial producen los resultados esperados y que se restablece el crecimiento en el plazo máximo de dos años, sería posible recuperar las tendencias de crecimiento estable anteriores a la crisis.

Según las previsiones de las Naciones Unidas y de otras instituciones internacionales, la economía mundial puede duplicarse en el plazo de 22 a 25 años. El Producto Interior Bruto Mundial pasará de los 35 billones de dólares actuales a unos 72 billones al principio de los años 30 del presente siglo. El comercio mundial se triplicará alcanzando un volumen de intercambios superior a los 27 billones de dólares.

En lo relativo a la emergencia de nuevos poderes económicos existen tendencias bastante claras según se ve en el gráfico que sigue. Países como China, India, Rusia, Brasil, México e incluso Corea del Sur, están llamados a situarse por encima de Francia, Italia, España y Canadá. España se situará según estas tendencias de crecimiento en el lugar decimo segundo, con otro grupo de países (Indonesia, Turquía, Vietnam, Irán, Pakistán y Nigeria) mejorando también y situándose cerca.

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